San Borondón: la novena isla de Canarias que aparece y desaparece

Curiosas teorías científicas explican un fenómeno visual que, para otros, es real. Registros desde el siglo XIII avalan su existencia e incluso la colocarían como la más grande de todas

Enrique Espada
Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Isla de San Borondón
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Las islas Canarias son conocidas en todo el mundo por razones obvias. Su inmejorable clima durante todo el año o el buen carácter de sus vecinos son solo dos de los muchos alicientes que le aseguran al archipiélago español miles y miles de turistas llegados principalmente de Europa todas las temporadas.

Gran Canaria, Lanzarote, Tenerife… Todos conocemos las ocho islas que forman este idílico enclave de sol y playa en el océano Atlántico, pero la leyenda canaria esboza una novena isla, San Borondón o San Brandan, según quien relate la historia. Sobre plano, el mito colocaría a esta isla a unos 500 kilómetros al noroeste del Hierro y a 200 kilómetros de La Palma. Pero a veces está y otras no.

Aparece y desaparece desde el siglo XIII

En sus apariciones y desapariciones está la génesis de la leyenda de la isla de San Borondón. Pero hay mucho de realidad en esta leyenda. Y es que hay constancia de que la primera vez que apareció en un mapa fue en la última década del siglo XIII, concretamente en el antiguo mapamundi de Hereford. Elaborado en la Inglaterra de 1280, dibuja claramente una novena isla en Canarias con forma de barca, al oeste. San Brandan la bautizaron.

A partir de ahí, desapareció sospechosamente hasta que, por última vez, apareciera de nuevo dibujada en los mapas hacia 1755. Desde entonces, ningún cartógrafo o aguerrido explorador ha podido dar de nuevo con ella. 

Está claro que en esas épocas los estudiosos de la tierra pocas herramientas sofisticadas tenían en su poder para definir los territorios, pero aunque a la isla de San Brandan solo se le pudo retratar en los dos únicos mapas que antes han sido mencionados, sí que se le llegaron incluso a registrar las medidas. Los escritos de aquellas épocas describen una isla de 155 kilómetros de ancho y 480 de largo, que si es cierto ocuparía entonces el primer lugar en tamaño de todas las islas que conforman el archipiélago.

Un anhelado 'Paraíso Terrenal'

La leyenda original que habla de una novena isla que aparece y desaparece a su antojo se remonta al siglo VI, cuando un monje irlandés al que después se le santificaría, San Brandan, supuestamente navegaba sin rumbo fijo en busca del anhelado Paraíso Terrenal. Siete años parece ser que duró en llegar a tan tranquilizador lugar. Era una isla con excesiva vegetación y, sobre todo, con aspecto paradisiaco. Debía ser Canarias y concretamente una isla sin nombre que después del paso del santo por ella terminaría bautizada como San Borondón, en español.

No hay mejor leyenda que la que se mezcla con hechos reales. Y esta, además de contar en su haber con su registro en antiguos mapas que la incluyen, también cuenta con una evidencia gráfica. En 1958 el histórico periódico español ABC publicó en exclusiva la primera fotografía de dicha isla. Y no solo eso, sino que en la actualidad, decenas de clips en Youtube muestran imágenes de ella. ¿Realidad o montaje?

La ciencia explica qué es una 'isla temporal'

Abordemos el apasionante asunto desde el punto de vista de la ciencia. Pues bien, la mayoría de los científicos tienen muy claro que la isla es solo producto ficticio de una leyenda que perdura desde hace siglos. Algunos lo achacan a errores en la navegación arcaica de tiempos remotos, algo que tiene toda la lógica.

Otros, sin embargo, abren la posibilidad de los efectos ópticos o visuales como por ejemplo un fenómeno que seguramente podría explicar muy bien cualquier meteórologo porque es tan típico que, incluso, tiene ya un nombre asignado. 'Islas temporales'.

La aparición de una ‘isla temporal’ es producto, simplemente, de la exposición y sensación óptica de ciertas nubes que nos permitirían verla sin que exista. Pero además, posibles espejismos o, sencillamente, la sugestión psicológica podrían hacer aparecer y desaparecer con demasiada facilidad a una novena isla que, científicamente, no existe.

Y, en último lugar, hay un reducido grupo de científicos que sí considera que la leyenda sea una evidente realidad. Son pocos, pero consideran que la isla existe y que emerge y se sumerge en el tiempo. Lo justificarían con la habitual actividad volcánica de la zona, pues puntualmente los volcanes pueden llegar a crear 'islas temporales' que desaparecen cuando quedan inactivos.

Un enigma, el de San Borondón, que aparece y desaparece como la supuesta novena isla del archipiélago canario…