Después de conocer la sentencia de Daniel Sancho (30 años), emitida el pasado 29 de agosto en el tribunal de Koh Samui, podía parecer que este caso que ha ocupado tantos titulares y tertulias en el último año había llegado a su fin. Pero nada de eso. Para analizar, paso por paso, el crimen 'HBO MAX' ha creado un documental, 'El caso Sancho'. Su episodio piloto se emitió hace ya unos meses, en pleno proceso judicial, y el pasado viernes 13 de septiembre, se publicó el segundo capítulo.
En él volvemos a ver a Rodolfo Sancho, tanto en solitario como acompañado del equipo legal de su hijo, donde vuelve a sincerarse sobre qué ha supuesto para él todo este proceso y su justificación por sus acciones estos meses. En esta ocasión, también tenemos la oportunidad de conocer el punto de vista de Darlin Arrieta, hermana de Edwin, y sus amigas, Claudia y Viviana, así como los testimonios de los periodistas que cubrieron el caso esos primeros días.
Precisamente, las palabras de uno de ellos han sacado a la luz la primera pregunta que hizo Daniel Sancho tras confesar. Una duda que el joven tenía tras haber hablado con la policía y haber reconstruido los hechos. Fue Ramon Abarca, director Asia-Pacífico de la Agencia Efe, a quien le realizó esa cuestión. Una que gracias al documental hemos podido conocer.
¿Cuál fue la primera duda de Daniel Sancho tras confesar?
Desde que denunció la desaparición de Edwin hasta que confesó el asesinato, Daniel Sancho pasó varias horas acompañado de los investigadores tailandeses. Con ellos recorrió los puntos claves de la isla del sudeste asiático para poder tener una idea clara de todo lo que sucedió la noche del 2 de agosto de 2023. Ramon Abarca fue uno de los primeros periodistas en llegar allí para cubrir el caso y pudo hablar directamente con Daniel.
El joven le contó que le habían llevado al restaurante del Hotel Antara para cenar, algo que para el reportero era una estrategia por parte de la policía. "Ellos querían la máxima colaboración para cerrar el caso lo antes posible. Lo mejor que te puede pasar es que alguien esté de tu parte, colabore y lo cierras rápidamente. Ellos sabían que tratando bien a Daniel Sancho iba a ser mucho mas fácil", relata Abarca en el documental.
Así, tras favorecer su colaboración, Daniel confesó. Fue cuando ya se supo que reconocía los hechos cuando el joven chef formuló una pregunta clave a Ramón Abarca. "'¿Cuándo crees que me trasladarán a España?'", le preguntó. El miembro de 'Agencia EFE' le contestó que "según el convenio que hay entre España y Tailandia es a partir de los 4 años, una vez condenado, cuando puedes pedir el traslado, pero puede tardar mas". Una respuesta que dejó sorprendido a Daniel porque, según él, no es lo que le habían contado. "Me han engañado, me han dicho que en un año podría volver".
El motivo exacto por el que el tribunal insiste en que hubo premeditación
Uno de los puntos claves de este caso es que las partes implicadas se diferenciaban en un concepto clave: la premeditación. Para la acusación, Daniel planeó el asesinato de Edwin Arrieta, mientras que para los abogados del joven fue un acto de defensa propia. Sin embargo, la sentencia se ha mostrado totalmente clara en este aspecto: el crimen fue planeado y, por ello, debe ser condenado a cadena perpetua.
Esta decisión ha quedado aún más clara al hacerse pública la sentencia de 47 páginas que recoge todos los detalles por los que afirman que el hijo de Silvia Bronchalo organizó la muerte del cirujano colombiano. Un punto clave de esta argumentación es el cráneo de Arrieta, uno de los pocos fragmentos que se encontró tras ser esparcidos por la isla. "En un análisis post-mortem, un experto dijo que el cráneo tenía señales de ensañamiento", una marca probatoria de que "el acusado sujetó la cabeza del difunto y la golpeo con tanta fuerza, que el occipital se rompió y quedo destrozado por dentro", relataron en 'Tarde AR' al leer la sentencia.
Una brutalidad que indica claramente las intenciones homicidas del ya condenado. Y aún más, según esa sentencia, Daniel habría intentado "golpearlo de una manera que pareciera que era un acto de defensa propia". Esto, junto con otras circunstancias, como la localización de los hechos y la mecánica para desmembrar, han sido puntos esenciales para decantarse por condenar a Daniel por asesinato con premeditación.