Ya es firme. La Audiencia Nacional da su aprobación y visto bueno a que Luis Rubiales sea juzgado por el polémico beso en la boca que le dio a Jenni Hermoso en la final del Mundial celebrada en Sídney, Australia, este pasado verano.
Así pues, el proceso contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y, también, su amigo y fiel defensor Jorge Vilda -en su caso por posteriores coacciones a la jugadora de fútbol madrileña- se tendrán que sentar así muy pronto en el banquillo después del reciente fracaso de sus abogados, la última esperanza para ambos.
El juez ve indicios claros de delito contra la libertad sexual
La sección tercera de lo Penal ha rechazado por completo los recurso contra el auto del magistrado de este caso que tanto revuelo ha montado en España. En dicho dictamen el juez explica que la causa se encuentra en una etapa en procesal en la que no busca la corroboración de los supuestos hechos de abuso machista, sino que simplemente se quiere valorar si existen indicios objetivos para que continúe el resto del proceso judicial.
Quién está detrás de este auto es el juez Francisco de Jorge, que aunque no da por seguro en dicho auto que Rubiales se vaya a sentar como presunto acosador en el banquillo de los acusados, propuso juzgarle porque los indicios descritos y conocidos por todos los españoles encajan a la perfección con la descripción habitual de los delitos contra la libertad sexual y de coacciones.
La condena que tras el previsible juicio podría llevar a la cárcel al polémico canario en un proceso que todavía es incipiente y que, en esta primera fase solamente ‘se limitará a determinar si existen indicios y si son subsumibles en un tipo penal’, podría llegar a de hasta dos años y medio de prisión por delitos de agresión sexual.
Si es culpable: cárcel y orden de alejamiento a favor de Jenni
Y no serán las únicas consecuencias para Rubiales en un caso que, aparentemente, está claro que es culpable de los desagradables hechos en público y retransmitidos por todo el mundo. La fiscalía, además de solicitar cárcel también quiere que esté después dos años ininterrumpidos en situación legal de libertad vigilada así como esta larga lista de prohibiciones y multas: quieren una orden de alejamiento contra Jenni Hermoso de cuatro años, que le pague una indemnización por daños psicológicos de 50.000 euros y alejarle durante un tiempo del ámbito deportivo profesional del que, hasta hace no mucho, era aparentemente respetado y reconocido.