Este martes ha declarado por fin, tras varios retrasos ordenados por el juez del proceso, Daniel Sancho. Un duro interrogatorio desde el estrado en el que ha tenido que responder a fatigosas preguntas en la que ha tenido que poner a prueba su memoria. Recordemos que desde el fatídico suceso que se saldó con la vida de Edwin Arrieta han pasado varios meses, pues el supuesto asesinato y posterior descuartizamiento a manos del joven chef se produjo el 2 de agosto del pasado año.
Así las cosas, uno de los peores momentos para el hijo de Rodolfo Sancho durante su declaración-uno de muchos- ha sido en el que se ha tratado el asunto de los alojamientos en los que ambos iban a pasar sus vacaciones en la isla tailandesa de Koh Phangan. Su relato, ahora, vuelve a dar un vuelco a un caso que, cada vez, se complica más.
Rodolfo Sancho: “Sí claro, no lo alquiló él de hecho”
¿Quién reservó el bungalow en el que inesperadamente perdería la vida Edwin Arrieta? Su gran protagonista, nieto de Pepe Sancho, ha dado una respuesta clara y contundente que le aleja, de nuevo, del supuesto crimen premeditado que tanto fiscalía como acusación solicitan para él. Pero, como está ocurriendo desde el principio con este juicio, el celoso hermetismo del magistrado solo nos permite conocer lo que ocurre dentro de la Sala gracias a aquellos otros protagonistas que quieren compartir lo que han visto y escuchado con los periodistas presentes a las puertas de la corte penal de Koh Samui.
Como no podía ser de otra forma, ha sido su padre, Rodolfo, quien ha revelado a los medios como su hijo ha aclarado este martes ante el juez por qué hubo cambio de alojamiento -de un lujoso hotel al bungalow escondido donde se produjo el crimen- y lo más importante: el madrileño ha asegurado contundentemente que no fue él quien tramitó el alquiler. “Sí claro, no la alquiló él de hecho”, ha respondido el actor de 'Isabel' a las preguntas de los periodistas.
Pero, para conocer la trascendencia de este nuevo giro de guión que el propio Daniel Sancho ha conseguido gracias a su explicación que da respuesta a una de las cuestiones capitales del juicio, hay que remitirse a julio. Daniel fue el primero en llegar a Tailandia pero se alojó en el Pavimant Resort, un lujoso complejo hotelero que nunca compartiría con el colombiano de 44 años. Un intervalo de dos días claves porque el joven de 29 años compraría los cuchillos y la sierra con la que supuestamente se desharía del cuerpo y, también, porque hasta ahora la hipótesis más aceptada era que fue el propio Sancho quien premeditadamente decidiese buscar un alojamiento más tranquilo y apartado del masivo turismo para perpetrar presuntamente el crimen.
¿Por qué Edwin querría cambiar del lujo a un apartado bungalow?
A partir de ahí, lo más relevante del caso ocurre mucho más rápido. Es la historia que ya sabemos: Sancho recoge a Arrieta en el aeropuerto la mañana del dos de agosto en moto para llevarlo hasta el perdido bungalow número cinco del Resort Bougain Villas que, según las informaciones recogidas hasta su testimonio de este mismo martes, fue supuestamente reservado por Daniel durante el mediodía del día uno. Pero la misma noche de su llegada es cuando se suceden los fatídicos hechos que todos conocemos.
Ahora, con este nuevo dato que aporta Sancho en el tribunal provincial de Koh Samui -fácil de verificar por el juez y su equipo- se encadenan nuevas preguntas que, hasta ahora, nadie podía plantearse. La aparente realidad de los hechos ha cambiado. ¿Fue Edwin quien cambió la reserva? ¿Qué razones le habrían llevado a ello?
Se aleja cada vez más del crimen premeditado
La noticia de que Daniel Sancho no fue quien hizo la reserva del bungalow donde dio muerte de forma premeditada o no al médico que, supuestamente, le estaba amenazando posiblemente no sea tan relevante en un juicio en el que se sobreentiende que las comprobaciones de las reservas y chek-ins de sus protagonistas se han tenido que hacer durante la investigación del caso, pero lo cierto es que para los medios que seguimos el caso dista mucho de esas primeras informaciones como la que pocos días después de los cruentos hechos exponía ‘El programa del verano’:
“El cirujano colombiano nunca llegó a pisar este precioso lugar en el que, según su reserva, pensaba pasar cuatro días”, publicaba la web del programa de Telecinco. Y es que el excesivo hermetismo de la rígida justicia tailandesa ha conseguido que las interpretaciones de los pocos datos que se han ido sabiendo durante estos meses hayan construido una realidad diferente en el denominado como ‘juicio paralelo’ que, desde luego, en este caso estalló desde el primer día.