Qué es la 'talasofobia' y como se sienten los que la padecen: "Jamás me meteré ahí"

Este trastorno de ansiedad provoca pensamientos intrusivos, irracionales y obsesivos que pueden llegar a ser peligrosos

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Preocupación
Gtres

La talasofobia es un miedo irracional que se manifiesta como un trastorno de ansiedad más común de lo que parece. Afecta a aquellas personas que temen a las inmensas cantidades de agua y a las profundidades del mar. En consecuencia, aparecen pensamientos intrusivos, irracionales y obsesivos que especulan sobre lo que podría aparecer bajo los pies en las profundidades del agua.

Qué es la ‘talasofobia’

La talasofobia es una fobia que se manifiesta, al igual que la mayoría, como un trastorno de ansiedad. Quienes la padecen sienten un miedo irracional e incontrolable a las profundidades del mar. Es el caso del actor Álvaro Morte, quien aseguró en el ‘El Hormiguero’ que le aterrorizan. Como bien explicó durante el programa, “básicamente es el miedo a una cantidad ingente de agua”, que se asocia habitualmente con el océano por su profundidad y envergadura. Es decir, quienes padecen esta fobia sienten un miedo irracional a las profundidades del mar. Lo cierto es que, la talasofobia es más común de lo que parece, capaz de manifestarse a cualquier edad sobre cualquier tipo de persona.

En mi caso, fui consciente de que padecía este miedo cuando me expuse sobre la superficie de una gran profundidad en el mar. Fue en unas vacaciones de verano en la playa cuando empecé a nadar sobre una colchoneta mar adentro. Una vez sobrepasé la zona de los bañistas, pero todavía no había alcanzado la zona de las boyas, noté un drástico cambio más frío en la temperatura del agua. En ese momento, eché la vista abajo y fue cuando presencié el “vacío” del mar sin fondo. Como bien explica Álvaro Morte durante su entrevista en ‘El Hormiguero’ se siente “como si estuvieras en el espacio”.

Sintomatología de la ‘talasofobia’

Este miedo irracional a las profundidades del mar se manifiesta, como muchas otras, en varios grados. Hay quienes no soportan ni la fotografía ni mucho menos un vídeo donde se muestran las profundidades del océano. Es el caso de Patricia, una joven murciana de 24 años, quien asegura que pasó “miedo” mientras veía un vídeo donde se mostraban las profundidades del mar durante la noche con apenas visibilidad. “Estaba pasando un miedo mientras lo veía, jamás me meteré ahí”, explica.

Este trastorno de ansiedad no debe confundirse con la ‘hidrofobia’. Es decir, la fobia al agua. El miedo de la talasofobia surge tras imaginar y especular con lo que pueda existir bajo el agua, pero no por el contacto con ella. La ansiedad surge debido a la imposibilidad de percibir lo que hay bajo los pies en las aguas profundas, posicionando a la persona en una situación de vulnerabilidad constante ante criaturas marinas existentes de todo tipo e inexistentes que la imaginación es capaz de crear. Los pensamientos suelen ser intrusivos, irracionales y obsesivos, a pesar de que no exista ningún peligro real.

Esta situación se siente muy agobiante y acelera las pulsaciones del corazón llegando a provocar una situación de pánico, sin que realmente ocurra nada fuera de lo normal. Además, la talasofobia puede provocar dificultades respiratorias, espasmos musculares, sudores e incluso mareos. A diferencias de otras fobias, la talasofobia no impide a quienes la padecen bañarse en el mar. De hecho, la mayoría de las personas visitan sin miedo la playa, pero no traspasan fronteras. Siempre y cuando quienes la padecen perciban el fondo del mar se sentirán “a salvo”. Por ello, se tiene a evitar los paseos marítimos y bajo ningún concepto aceptarán una inmersión de buceo. En los casos más graves, quienes padecen talasofobia evitan incluso los largos viajes en avión que crucen el océano.

La solución a la Talasofobia

No existe una causa común ni datos oficiales en España sobre la cantidad de personas que padecen esta fobia, aunque sí tratamiento para terminar con ella. Los expertos recomiendan la terapia de exposición al mar de forma controlada y progresiva. El objetivo es reducir la sensibilidad a la exposición del mar a través de técnicas de relajación que mejoren la sintomatología. Según Patty Change Anker, psicóloga y escritora en Psychology Today, dos tercios de la población de Estados Unidos tiene miedo a las grandes y profundas masas de agua marina.