Qué es el "cambio de tandas" y por qué afecta tanto a las parejas en 2024

Las rupturas no siempre son fáciles, pero a menudo buscamos culpables cuando a veces ninguno es responsable del fin de la relación

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Pareja antes de dormir
GTRES

Después del confinamiento durante la pandemia llegaron múltiples rupturas, que se explicaban por la situación excepcional de muchas parejas obligadas a estar durante 24 horas encerradas sin la posibilidad de desconectar o abrir un espacio para cada uno, pero verdaderamente no hay un motivo que explique que en un momento haya más o menos distanciamientos, ya que depende de múltiples factores. 

Esta semana, el grupo 'Isla Lavanda' ha dado un concierto en Madrid y su vocalista ha querido proponer una nueva expresión para explicar esas idas y venidas de las parejas, porque a veces no hay nadie responsable y dejamos o nos dejan por cuestiones "de energía", porque se nos ha roto el amor o porque lo hemos encontrado, a veces sin querer, en otro lugar. Ese "cambio de tandas" responde a muchas cuestiones que hemos querido valorar con uno de nuestros terapeutas de cabecera, el psicólogo especialista en duelo Dany Blázquez. 

Bautizado el "cambio de tandas"

Jud responde al nombre artístico de Robin y pone su voz y todo su talento en el escenario con su grupo 'Isla Lavanda', que no solo cantan o animan con sus 'hits', sino que también lanzan mensajes de empatía con una generación que está asumiendo una serie de retos con muchos obstáculos en el camino. En su último show en Madrid ha premiado a los seguidores "que van a los conciertos" presentando en primicia uno de sus próximos temas, 'No sé tu nombre', con el que quiere reivindicar la condición de que por encima de todo la gente sepa que somos libres y antes de dar paso a su tema 'El fin de una generación', ha querido compartir también un mensaje sobre las rupturas. 

"En un momento como este, en el que hay parejas que terminan, otras que empiezan y algunas que nos mantenemos, espero que por mucho tiempo, a mi me gusta hablar de que se da un cambio de tandas", decía mientras le quitaba peso a la culpa o la responsabilidad y ponía nombre a los ciclos, los turnos y a "la energía" en un momento en el que parece que se están produciendo otra vez más rupturas de lo convencional, que a veces fluye y nos lleva a enfrentarnos a una ruptura que no esperábamos, tanto si somos los que dejamos o los que han sido dejados en este camino del amor. 

El sentimiento de pertenencia en ese "mal de muchos..."

Al regresar a casa tras el concierto, decidí escribir sobre este concepto y se me ocurrieron varios temas para consultar a uno de nuestros psicólogos de cabecera, Dany Blázquez, que es especialista en duelo y que empieza su análisis contestando a mi pregunta sobre ese sentimiento de pertenencia, cuando se da un supuesto "cambio de tandas" así: "Es cierto que, tras la pandemia, parece haber una sensación generalizada de fracasos sentimentales o de dificultades en el compromiso, pero creo que en realidad solo estamos ante un sesgo generacional importante". 

El especialista en Psicología de la Salud, cree que "hay que entender que hoy la mediana edad la representamos los nacidos en los 80 y 90, y somos una generación muy castigada que ha tenido que crecer con unos referentes absolutamente desfasados. Nuestro tablero de juego es muy distinto al de nuestros padres, jugamos bajo otras normas, y ese ajuste constante y necesario nos está pasando factura". Hay muchas cosas, dice, que han cambiado entre una generación y otra, como los "hitos" de "casarse, comprarse una casa o tener hijos", que antes se daban en edades más tempranas y ahora "se han desplazado debido a las condiciones económicas y sociales".

Este "desfase en el reloj vital afecta a la forma en que mantenemos nuestras relaciones. Hay más rupturas a los 30 porque es cuando experimentamos las decisiones vitales más trascendentales, las mismas que antes se tomaban a los 20", prosigue con su explicación y pone el acento también en el tiempo que dedicamos ahora a nuestra formación académica, que nos empuja a vivir otras cosas más adelante y "nuestro proceso de autodescubrimiento se retrasa muchos más años". "Ocurre que llegas a los 30 y estás empezando a decidir quién eres y quién quieres ser el resto de tu vida y esto comporta experimentar crisis personales que se trasladan a la pareja, claro", sostiene, para concluir con esta cuestión sin querer obviar el hecho de independizarnos, que ahora llega mucho más tarde en términos generales y hace que "la vida bajo el techo parental ofrece una red de seguridad que dificulta el compromiso en pareja". 

Las dos perspectivas del "clavo que saca otro clavo"

Con todas esas decisiones, "circunstancias vitales y cambios" de las que veníamos hablando con Dany, hay algo que ocurre sin querer y que hace décadas tampoco se producía con tanta facilidad: "Mi círculo social cambia y/o se amplia, comparto más tiempo con personas diferentes y estas se parecen más a mi en cuanto a etapa vital, actividad principal, hobbies o formas de proceder. Por lo que experimentamos una reestructuración de prioridades en un intento por hacer convivir los vínculos históricos con los nuevos, y eso puede propiciar las rupturas". 

A todo esto se le añade, nos dice el psicólogo, "la necesidad de gratificación instantánea que estamos desarrollando en los últimos años", en los que "las aplicaciones de citas han transformado la forma en la que conocemos a los demás y eso promueve un enfoque de consumo en las relaciones donde se busca constantemente la mejor opción disponible".  "Nos han metido en la cabeza la posibilidad constante de encontrar algo mejor y comprometerse implica renunciar a seguir buscando ese 'algo mejor'", sentencia. 

Búsqueda de culpables en una ruptura sentimental

Es una de las cosas que más se repite en nuestra cabeza cuando hay una ruptura sentimental y es si nosotros hemos podido ser causantes por nuestros actos o si ha sido nuestra pareja la culpable de todo, que suele ser una tónica común cuando no necesariamente hay que buscar responsables si llega el momento de poner punto y final a una historia de amor. Para Blázquez es algo que va en nuestro ADN y se trata de nuestra necesidad de encontrar respuestas: "Buscar culpables o responsables en la ruptura es una respuesta natural porque los seres humanos tenemos una tendencia a tratar de reducir la incertidumbre".

Cuando identificamos esa causa específica a lo que ha pasado, nos dice, "lo sucedido parece más manejable y más evitable. Además, necesito contarme una narrativa coherente a mi malestar para comprender e integrar mejor lo que ha pasado". "En psicología conocemos muy bien los procesos por los que atribuimos los éxitos y los fracasos a causas internas o externas, y en el contexto de una ruptura, hacer atribuciones externas (culpar a la otra persona) es una forma bastante adaptativa de reducir el malestar", concluye el experto.