La Organización de las Naciones Unidas activaba esta semana, por primera vez, el Protocolo de Seguridad Planetaria ante la amenaza del asteroide '2024 YR4', que podría impactar contra el planeta Tierra en 2032. A pesar de la alerta, los expertos piden mantener la calma, ya que explican esta inédita decisión por una cuestión de parámetros, al haberse superado el 1% de probabilidad de que haya un impacto y al tener un diámetro de más de 10 metros. La próxima reunión importante se celebrará en abril, pero lo cierto es que en solo unos días el porcentaje ha aumentado hasta el 1,5% y más recientemente a un 2,4%, según las previsiones de la NASA.
Los que más saben sobre esta materia están compartiendo sus percepciones y algunos de ellos las han compartido en entrevistas con diversos medios de comunicación, como es el caso del astrofísico José María Madiedo o el físico norteamericano Mark Boslough, que han hablado con los diarios '20 minutos' y 'El Español', respectivamente.
Son conscientes de los riesgos y consecuencias que podría tener la colisión, pero también tranquilizan con sus previsiones a la población mundial, que cada vez está más pendiente de esta roca espacial gigante. El meteorólogo Mario Picazo, por su parte, también explicaba la situación estos días en 'Informativos Telecinco'.
La superficie que podría destruir el asteroide YR4
José María Madiedo es licenciado en Química y Física y coordina el Instituto de Astrofísica de Andalucía, desde donde observa con curiosidad y en alerta la evolución del asteroide YR4, del cual se está ofreciendo mucha información, porque tal y como respondía al citado diario, frente a la opinión popular del silencio de los científicos, "en este caso hay total transparencia". En su opinión, tendremos que esperar hasta el año que viene, ya que en 2026 sería cuando podremos saber con certeza si habrá un impacto con la tierra dentro de siete años.
Sobre la superficie que destruiría si la colisión fuera directa con nuestro planeta, el experto apunta a que sería "similar al de la isla de Gran Canaria", mientras la Red Internacional de Alerta de Asteroides, dependiente de la NASA, sitúa la zona de riesgo en la parte más oriental del Océano Pacífico, la zona norte de América del Sur, el Océano Atlántico y el ecuador del continente africano, así como el Mar Arábigo y sur asiático.
El astrofísico analiza la situación con cautela, ya que se están realizando "más observaciones" y "el objetivo es conocer con la mayor precisión posible la órbita de esta roca en el Sistema Solar". Además, coincide con el coordinador de la Oficina de Defensa Planetaria de la Agencia Espacial Europea, Juan Luis Cano, en que "al principio, hay una tendencia a que la probabilidad aumente" y se prevé que después "cambie a la baja".
Aumenta la probabilidad de impacto del asteroide al 2,4%
Cuando la probabilidad de impacto de que el asteroide YR4 impacte con nuestro planeta en 2032 superaba el 1% la ONU tenía que activar por primera vez en la historia el Protocolo de Seguridad Planetaria, pero a lo largo de esta semana se ha incrementado hasta el actual 2,4%, según los últimos datos que ha aportado la NASA. El meteorólogo Mario Picazo explicaba en la segunda edición del informativo de 'Telecinco' que "seguramente ese dato bajará" cuando llegue el momento clave.
La zona de impacto, proseguía el experto, "podría cambiar" también con el paso del tiempo y aseguraba que "hoy en día ya estamos tomándonos muy en serio cómo podemos parar el asteroide si va directamente hasta la Tierra": "Lo más destacable es que podamos cambiar el impacto cambiando de alguna forma la colisión. Llevando una sonda que impacte contra el asteroide y que lo desvíe".
Picazo también hablaba de una "detonación nuclear en el espacio", ya que "se está experimentando con una gran deflagración espacial que desvíe la trayectoria" de esta gran roca. "El láser también se podría emplear, durante un año y luego un propulsor biónico", terminaba con el repaso de estrategias planteadas antes de recordar que "hay que mirar el lado lleno del vaso, porque "un no impacto" tendría todavía la máxima probabilidad, de más del 97%.
Mark Boslough es profesor de investigación en la Universidad de Nuevo México y físico norteamericano y en conversaciones con 'El Español' dejaba claro que habría un escenario más preocupante, si el asteroide "explotara en la atmósfera". Aunque subrayaba que "la Tierra está en medio de una sexta extinción masiva", también lanzaba un mensaje de calma: "Que no cunda el pánico".