La rabia y el mal humor se posicionan entre las emociones más negativas que sentimos cuando algo no nos encaja. Sin embargo, esta es la realidad diaria de muchas personas que viven constantemente enfadados. Varios psicólogos han esclarecido el motivo por el que permanecen arraigados en sus problemas.
El verdadero motivo detrás del mal humor
¿Quién no ha sufrido alguna vez un brote de mal humor? Este estado de ánimo se asocia con el enfado y la frustración desencadenada por una serie de problemas. Es también lo que se conoce como 'levantarse con el pie izquierdo', cuando las cosas no transcurren tan bien como nos gustaría. A pesar de ello, la psicología ha descubierto otro motivo que va más allá de los problemas superficiales y eventuales. Los expertos sostienen que el mal humor también se asocia con la tristeza o la ansiedad. De hecho, esta situación es cada vez más habitual en pacientes. Según los expertos, en el caso de las mujeres es más frecuente, ya que de forma generalizada intentan disfrazar los problemas vitales que puedan surgir en el trabajo, el amor o el hogar.
Otro de los detonantes es la autoexigencia y un estilo de vida demasiado ajetreado que llega de la mano de la presión social. Sin duda, ambas tienen efectos adversos en la salud tanto física como mental. Estar de mal humor en ciertas ocasiones es algo muy común, pero nunca debe convertirse en un hábito. Los expertos alertan de los peligros de este estado cuando se adueña de la personalidad de uno mismo. Una vez que han saltado las alarmas, es el momento de pararse a pensar qué es lo que no va bien. Para terminar con el mal humor que es demasiado constante hay que solucionar los problemas que se ocultan tras él. Siempre se pueden escuchar sugerencias de personas cercanas que conocen bien los acontecimientos vividos.
Según los expertos, en ocasiones, los pensamientos que provocan el mal humor también pueden ser simples inquietudes. No obstante, han ser solucionadas. Quienes padecen de mal humor deben ser conscientes de su situación por la que, tal vez, no puedan cumplir ciertas expectativas. En algunos casos, cuyas causas ya han sido mencionadas, es perjudicial vivir por encima de nuestras posibilidades físicas o mentales. La psicología apunta al conocido como 'desgaste laboral' como uno de los principales detonantes del mal humor. Otras condiciones similares son el síndrome de 'burnout' o 'del trabajador quemado'. Es una condición más habitual de lo que parece que se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo. Este puede llegar a la personalidad y autoestima del trabajador. He aquí una de las claves del mal humor.
La solución al mal humor
Según el psicólogo sanitario Rodrigo Durán Sanz de 'Estar Contigo Terapia' en '20minutos', la solución al mal humor está dentro de cada uno. Tal y como sostiene, es probable que la causa "no sea tanto lo que sucede fuera de ti como algo que está ocurriendo en tu interior". "Esa rabia que se manifiesta de forma habitual, como si formase parte de tu personalidad, en realidad te está avisando de que necesitas atender tus emociones y sentimientos para poder expresarlas satisfactoriamente y cubrir tu necesidad", sostiene. El experto señala que, a la hora de localizar el problema, debemos escuchar aquella idea o situación que no deja de resonar en nuestra cabeza. "Es como el ruido de una radio que suena todo el tiempo de fondo. Es decir, sabes que tienes que hacer algo con eso que es importante, pero no te atreves, no acabas de dar el paso para solucionarlo y hacerte cargo de ello", apunta.
Además, para acabar con el mal humor, el psicólogo destaca la importancia de poner límites y expresar lo que nos molesta en cada situación. Una actividad que nos puede ayudar a mejorar nuestra relación con el mal humor. "Hay ocasiones en que se trata de un enfado hacia ti misma. ¿La razón? Que te sientes culpable de no estar cumpliendo unos estándares ideales a los que difícilmente llegarás. En ese caso, mira las expectativas que no estás pudiendo cumplir y pregúntate de dónde proceden, también duda de si realmente quieres cumplirlas o tus deseos son otros", explica. En cualquier caso, los expertos señalan la importancia de reconocer y distinguir un disgusto con nosotros mismos del que mantenemos con otra persona. "El objetivo del enfado es proteger tu valía personal, poner límites y defender lo que es tuyo. Por lo tanto, la mejor opción será identificar lo que ha sido dañado o juzgado por otro, y expresar tu sentir", sostiene Rodrigo Durán en el citado medio. Además, destaca la importancia de "dejar claro cómo necesitas tú que la otra persona se comporte contigo para no hacerte daño". Eso sí, el especialista sostiene que la mejor forma de aprender a gestionar nuestros problemas y emociones es a través de un experto que nos ayude a recuperar nuestro verdadero 'yo'.