Desde hace semanas, España vive días anómalos con temperaturas más bajas de lo habitual para esta época del año y lluvias torrenciales en algunos puntos del país. En pleno 20 de junio y con la entrada del verano, España afronta todavía los efectos de una DANA. Mientras tanto, el resto de Europa se enfrenta al alarmante ‘infierno climático’ del que alerta la ONU. Aun así, según los expertos, España también sufrirá los efectos del contentamiento y lo hará antes de lo que pensamos.
Previsión para los próximos días
Hoy, 20 de junio, entra oficialmente el verano y, con él, son muchos quienes comienzan a planificar sus vacaciones o una escapada de fin de semana. Desde hace semanas, el tiempo se ha convertido en un condicionante que puede aguar los planes de muchos, aunque no durará demasiado. Según los expertos, las lluvias no desaparecerán de la noche a la mañana y, de hecho, siguen presentes durante la entrada del verano. Aun así, la previsión meteorológica para los próximos días trae buenas noticias. Los efectos del frente que ha provocado a su paso la DANA serán más débiles de cara al fin de semana. Según las primeras previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la semana que viene llega la estabilidad a algunas zonas del país, aunque, eso sí, no será una situación generalizada.
En el resto se espera que las temperaturas continúen siendo más frescas de lo habitual y tampoco se descartan chubascos en algunos puntos del país con la entrada de un nuevo frente atlántico. La última semana del mes estará marcada por condiciones adversas que afectan, sobre todo, al norte peninsular. De hecho, Pontevedra y A Coruña están en riesgo por precipitaciones que durarán prácticamente todo el día y podrán registrar hasta 40 litros por metro cuadrado en solo doce horas. También se esperan cielos muy nublados en el Cantábrico occidental y parte de la meseta Norte. Los expertos no se han querido precipitar con la llegada del buen tiempo, por lo que no descartan algunos chubascos en zonas de Castilla y León y el oeste de Cantabria. Aunque es probable que estas precipitaciones puedan extenderse, serán más débiles en el este y el sur. También se esperan nubes bajas matinales en la vertiente mediterránea y Canarias.
El pronóstico de la AEMET para el verano
Según las previsiones de la AEMET, las temperaturas van a incrementar de forma generalizada durante la semana que viene en el resto del país. Queda excluido el norte peninsular y litorales del sureste donde es probable que los termómetros desciendan de forma ligera. En zonas del Guadalquivir y medio Ebro se podrán alcanzar hasta los 34ºC. Las precipitaciones no desaparecerán durante la semana que viene, aunque sí serán algo más débiles que las lluvias torrenciales que causaron estragos en varios puntos del país hace pocos días. Los expertos señalan que, cuanto más cerca estemos del mes de julio, menos probables serán las lluvias torrenciales. Eso sí, nunca se descarta alguna tormenta de verano que puede aparecer en varias zonas de la Península de forma excepcional. La previsión meteorológica para la semana que viene es clara, aunque dudosa frente a los primeros días de julio. Aun así, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha señalado que pronto se producirá un drástico cambio en el tiempo.
Probablemente, esta situación llegará cuando desparezca el frente atlántico que no provoca más que lluvias y una sensación térmica más fría. Los expertos se reafirman en los pronósticos de cara al verano. Los meses de julio y agosto serán mucho más cálidos de lo normal. Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha señalado que el próximo trimestre puede ser más seco de lo habitual, especialmente en el interior de la Península y en el norte. Será a partir de julio cuando España empezará a notar los inminentes efectos del ‘infierno climático’ que ya sufre el resto de Europa. Por desgracia, el cambio en el tiempo será drástico y es poco probable que vivamos días de transición. En apenas dos semanas, las condiciones meteorológicas pasarán de ser inestables por frío y lluvias a demasiado extremas por a temperaturas récord muy calurosas.
Los expertos han determinado que la probabilidad de que este verano se posicione entre los más cálidos de la historia es del 70%. Además, el abrasante verano no solo llegará hasta el sur de Europa sino, también, hasta algunas regiones del norte de África. Según los datos registrado, esta primavera ha sido la décima más cálida desde el inicio de la serie de la AAEMET en 1961. Las altas temperaturas son signos evidentes del preocupante calentamiento que está sufriendo Europa. El portavoz de la AEMET ha señalado también que la cantidad de lluvia se ha situado en torno a la media de otros años. Esta es una noticia positiva que ayuda a paliar la problemática de sequía a la que se enfrenta el país.