Dormir no siempre es una tarea fácil. ¿Cuántas veces te has despertado en mitad de la noche interrumpiendo así el ciclo del sueño? Seguramente, varias. Esta es una tendencia habitual entre las personas, aunque nada positiva.
Con motivo del día internacional del sueño, nos hemos preguntado cómo funciona el ciclo del sueño y cuándo descansamos mejor, ya que no siempre dormir más significa dormir mejor.
Cuánto tiempo dura el ciclo del sueño
Antes de caer en la fase de sueño ‘REM’, más conocida como “fase de sueño profundo”, nuestro cuerpo experimenta una serie de procesos. La hora de dormir es el momento en el que la mente descasa, pero también lo hacen los músculos y las hormonas de nuestro cuerpo.
Cuando nos vamos a dormir e iniciamos el ciclo del sueño, atravesamos dos etapas principales. Por un lado, el movimiento ocular rápido (MOR) y, por otro, el sueño sin MOR. El sueño sin MOR se desarrolla en las tres primeras fases del sueño. Es decir, desde que comenzamos a adormecernos hasta que conciliamos el sueño . Una vez finalizadas las tres primeras fases, entramos en el sueño MOR, caracterizado por el sueño más profundo.
Nuestro ciclo del sueño dura unos 90 minutos aproximadamente y se reinician cada 80 y 100 minutos. Generalmente, atravesamos entre 4 y 6 ciclos por la noche que se repiten durante las ocho horas recomendables de sueño. Dentro de cada uno de los ciclos atravesamos distintos momentos donde nuestro sueño es más lento o el conocido como paradójico.
Las cinco fases del sueño
Durante el tiempo que permanecemos dormidos, experimentamos cinco fases de sueño. La primera de ellas es la fase de adormecimiento y es un proceso de transición que dura unos 10 minutos.
Una vez nos hemos adormecido comienza la segunda fase de ‘sueño ligero’ y esta es la que suele ocupar el 50% de los ciclos. Aquí, los sentidos del cuerpo empiezan a desconectar de lo que nos rodea y las constantes vitales de nuestro cuerpo se asientan en torno a la tranquilidad. Como resultado la respiración y el pálpito cardíaco se ralentizan. A pesar de que nuestro cuerpo “desconecta” de la realidad que nos rodea, tenemos algunas etapas de mucha actividad cerebral. Los sueños más recurrentes relacionados con caer de un acantilado y despertar de golpe están relacionados con esta segunda etapa del sueño.
La tercera fase del sueño es la más corta, de unos dos o tres minutos de duración. Aquí, nuestro cuerpo está totalmente relajado y es cuando nos acercamos a la etapa de sueño profundo. Llegados a la cuarta fase del sueño, es más difícil despertarnos. Este es el momento más importante de todo el ciclo del sueño y ocupa el 20% del sueño total. Nuestro cuerpo está muy calmado con un ritmo de respiración bajo y una presión arterial de entre un 10 y 30%, más baja de lo habitual. Cuanto mejor sea esta fase, mayor será la calidad de nuestro sueño.
Por último, la fase REM (rapid eye movement) ocupa un 25% del ciclo del nuestro sueño y dura entre 15 y 30 minutos. Es la fase que mayor actividad cerebral presenta, de hecho, es muy similar a la que tenemos cuando estamos despiertos. Este es el momento en el que soñamos.
La importancia de dormir ‘del tirón’
Para descansar bien, es muy importante que los ciclos del sueño no se interrumpan. Una vez nos despertamos durante la conciliación del sueño nuestro cuerpo vuelve a empezar a cada fase de nuevo. Si necesitamos una media de 5 o 6 ciclos de sueño, no estaríamos cumpliendo con el mínimo establecido. Cuantos más ciclos completemos, más saludable será nuestra noche de descanso.
Y, ¿por qué cuando dormimos 7 horas no nos sentimos descansados? Porque 7 horas equivalen a 4,6 ciclos de sueño y, por lo tanto, justo interrumpe el quinto ciclo. Para sentirnos más descansados es mejor dormir 6 u 8 horas y completar los ciclos de sueño, según señalan los expertos.