Nuevo giro impactante en el Vaticano: sale a la luz la encrucijada a la que hizo frente el equipo médico que ha tratado al papa Francisco

Uno de los facultativos que trataron al pontífice, Sergio Alfieri, ha revelado las dificultades a las que hicieron frente durante sus semanas en el Gemelli

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Papa Francisco
GTRES

38 días de calvario. El papa Francisco (88 años) llegó al Hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero de 2025, con una bronquitis que llevaba arrastrando semanas y, por lo que parece, en una situación de máxima gravedad que a punto estuvo de costarle la vida. 

Uno de los primeros en sacar a relucir el verdadero trance que habría pasado el pontífice fue el vaticanista Francesco Grana, que aseguraba que "estuvo a punto de morir en varias ocasiones" durante sus primeros días en el Policlínico de Roma.

Este domingo, 23 de marzo, alrededor de 3.000 fieles celebraban a las puertas del Policlínico que el Santo Padre había recibido el alta. Él mismo salía al balcón del centro en el que había pasado semanas para saludar a la multitud y agradecer las oraciones antes de volver a su casa en el Vaticano.

Ahora, el cirujano Sergio Alfieri, que trató a Bergoglio en sus peores momentos, ha revelado la encrucijada a la que tuvieron que enfrentarse a lo largo de esas jornadas en las que el cuadro clínico era extremadamente complejo, con una neumonía bilateral y varias crisis respiratorias muy preocupantes.

Las palabras del médico del papa Francisco: "Dejarlo ir o probar con todo"

El jefe del Departamento de Cirugía de Ciencias Médicas y Quirúrgicas del Policlínico de Roma, Sergio Alfieri, ha concedido una entrevista al diario italiano 'Il Corriere della Sera' y ha confirmado que el pronóstico del papa Francisco llegó a ser muy preocupante.

"Tuvimos que elegir entre dejarlo ir o probar con todo", ha llegado a decir el médico que trató al pontífice, que pone nuevamente de relieve el complejo cuadro clínico que presentó a lo largo de sus más de cuatro semanas en el Hospital Gemelli, donde llegó a estar a punto de morir.

Papa Francisco coche
GTRES

Los responsables de dar con el tratamiento efectivo para sacar al Santo Padre de esa situación consiguieron obrar el milagro, pero estas declaraciones constatan que no estuvieron convencidos en todo momento de que pudiera ser así. Además, cuenta que el propio Bergoglio era consciente, en todo momento, de que se podía morir.

La peor tarde del papa Francisco en el Hospital Gemelli

"Por primera vez vi lágrimas en los ojos de algunas personas a su alrededor. Personas que, según he podido entender durante este periodo de hospitalización, lo quieren sinceramente, como a un padre. Todos sabíamos que la situación había empeorado aún más y que existía el riesgo de que no lo lográramos", relata con crudeza el médico.

Se refiere a la peor tarde del papa Francisco en la décima planta del Hospital Gemelli, la del 28 de febrero, justo dos semanas después de ser hospitalizado. "De repente, su condición empeora , tiene broncoespasmo, falta de aire. Él pide ayuda", cuenta en el mencionado diario de Italia Sergio Alfieri.

Primera imagen del papa Francisco tras su hospitalización
Holy See Press Office / Vatican News

"Tuvimos que elegir entre parar y dejarlo ir o forzarlo y probar todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo el riesgo muy alto de dañar otros órganos. Y al final tomamos este camino", ha respondido a la periodista que le ha entrevistado al preguntarle por la decisión tan difícil que tomaron en ese momento tan crucial.

Un trabajo "en equipo" y tratamientos que surtieron efecto en el papa Francisco

Sergio Alfieri ha querido también alabar la importante labor de los médicos que le acompañaron en esos 38 días para que el papa Francisco se recuperara y pudiera volver a su residencia en Santa Marta lo antes posible: "Un trabajo de equipo con muchos de mis compañeros, quiero decirlo y subrayarlo".

A lo largo de esas semanas, le sometieron a varios análisis y fueron alternando la fisioterapia respiratoria, oxigenoterapia y la ventilación mecánica no invasiva. En el caso de esta última, mediante el uso de la mascarilla durante las noches, fueron eliminándola progresivamente hasta que el pontífice pudo prescindir de ella en los últimos días en el Hospital Gemelli.

Papa Francisco
Gtres

Todavía tiene que guardar reposo y continuar con su recuperación en el Vaticano atendiendo a las recomendaciones médicas. Son semanas de intensa actividad, con la Semana Santa a la vuelta de la esquina y multitud de compromisos en los que, probablemente, el Papa tendrá que elegir cuáles puede asumir para no sufrir una recaída y cuidar al máximo su salud.

"Inténtalo todo, no te rindas", le habría dicho el responsable en el que el propio Bergoglio ha delegado las decisiones sanitarias durante su estancia en el Policlínico, tal y como él ha revelado en su entrevista. "Eso es lo que todos pensábamos también. Y nadie se rindió", ha añadido Alfieri.