El juez instructor de la causa abierta contra Íñigo Errejón (41 años) ha vuelto a dar su negativa a una de las solicitudes de la defensa. La abogada del expolítico había pedido presentar como prueba los informes psicológicos y psiquiátricos que acreditaran que sufrió problemas de salud mental derivados de los presuntos hechos que denunció Elisa Mouliaá (36).
La actriz ratificó su denuncia el 16 de enero y volvió a incidir en esas consecuencias, pero la acusación particular entiende que las terapias que siguió envuelven un contexto mucho más amplio, por lo que van a pedir unos nuevos informes con los psiquiatras José Cabrera y José Capote, tal y como contamos en exclusiva en la revista Lecturas.
Adolfo Carretero considera que la aportación de esas evaluaciones previas a la causa vulnerarían el derecho a la intimidad de la denunciante, de su exmarido y de la hija que tienen en común, ya que ella presentó otra denuncia en su día contra el padre de su hija, que luego fue retirada.
Los informes previos vulnerarían la intimidad de Elisa Mouliaá
En su entrevista en el programa '¡De viernes!', un día después de que declarara ante el juez, Elisa Mouliaá abordó el tema de la denuncia a su exmarido. Según lo que contó en el plató del programa de 'Telecinco', fue por presuntos malos tratos y agresión sexual y luego fue archivada, pero se trata de algo que no se utilizará en esta causa y así lo ha dejado pautado el magistrado en un auto al que ha accedido 'La Razón'.
La defensa de Íñigo Errejón pedía también los informes psicológicos y psiquiátricos previos, correspondientes a las terapias de la actriz desde 2022 para acreditar las consecuencias que habrían derivado de los presuntos hechos denunciados.
Alfredo Arrién, abogado de la acusación particular, ya explicaba en este medio que esa evaluación anterior no podía ser incorporado como "pericias" o pruebas en este caso: "No se puede aportar eso porque es incompleto y sesgado, porque no es una pericial y, sobre todo, porque afectaría al resto de los elementos de la globalidad de la salud mental de Elisa".
Adolfo Carretero considera que afectaría a la "intimidad" de Mouliaá, su exmarido y la hija que tienen en común. "Parece ser que la denunciante quiere llamar como testigo -y si no lo hará el juzgado- al terapeuta que la trató, y los informes pueden revelar aspectos de su vida u otras patologías que no guarden relación con los hechos", coincide el instructor, que esperará a escuchar la declaración del facultativo que la trató.
El juez se pronuncia sobre el volcado de teléfonos de Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá
La defensa de Íñigo Errejón también se mostraba reacia a aportar el teléfono del político para que no hubiera, tampoco en este caso, una vulneración de su intimidad. Finalmente, el juez Adolfo Carretero acepta una alternativa que planteaba la acusación popular capitaneada por Jorge Piedrafita, de la Asociación Defensa Integral Víctimas Especializada.
De esta forma, la Unidad Central de Investigaciones Tecnológicas, dependiente de la Policía Nacional, realizará un volcado completo, para que los agentes puedan valorar, eso sí, "única y exclusivamente" y "sin que pueda aportarse cualquier otra conversación o dato en forma alguna", los mensajes que han intercambiado el expolítico y Elisa Mouliaá.
Piedrafita explica a la revista Lecturas que "se tiene que volcar todo para ver que el terminal no se ha manipulado y una vez hecho se analiza la parte concreta solicitada para ver si es verídica, falsa o se ha borrado algo".
En caso de que se hubiera borrado algún mensaje, el magistrado cree que podría ser recuperado por este equipo especializado del cuerpo de agentes. Lo considera "una prueba muy importante" y es que podría arrojar luz sobre alguna de las dos versiones, muy distanciadas en sus declaraciones en los Juzgados de Plaza de Castilla.
Otra de las importantes tareas de este departamento de expertos será la de corroborar "la autenticidad de los pantallazos de las conversaciones aportadas por la defensa en correspondencia con la información obrante en los terminales y que conste en los servidores de las herramientas de comunicación usadas entre la denunciante y el investigado".
El proceso judicial avanza, a la espera de las testificales y el volcado
Íñigo Errejón todavía es investigado en la causa abierta contra él por presunta agresión sexual. Tras escuchar a los testigos que aportarán como pruebas testificales y evaluar el contenido de los mensajes que habría intercambiado con su denunciante tras la noche de autos, el juez Adolfo Carretero tendría que decidir si le imputa y si lo hace por un supuesto delito continuado o tres, correspondiente a los presuntos hechos narrados por Elisa Mouliaá.
Una vez superada esa primera fase de instrucción, tal y como nos explicaba Alfredo Arrién, se podría avanzar hacia la intermedia y, posteriormente, hacia la del juicio oral, en la que el exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados se podría sentar en el banquillo como acusado. Eso sí, eso ocurriría únicamente si así lo considera el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid en la etapa actual, todavía en curso.