Sorpresa de Semana Santa en el Vaticano: el papa Francisco reaparece el Domingo de Pascua con doble intervención

Este rito solo puede ser llevado a cabo por el Santo Padre y ha podido llevarlo a cabo a las 12 y 20 del mediodía en la Plaza de San Pedro

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

El papa Francisco, este Domingo de Pascua 20 de abril
Vatican Media

La Semana Santa más difícil del papa Francisco (88 años) llega a su fin. Todavía no se ha cumplido un mes desde que recibiera el alta en el Hospital Gemelli de Roma y ha tenido que vivir en un segundo plano las fechas más importantes del calendario litúrgico.

Ha redactado las homilías, participado en aquellos actos que requerían un menor esfuerzo y ha confeccionado también un listado de sustitutos que permitieran que cada ceremonia brillara con diferentes cardenales al mando durante todos estos días.

Este Domingo de Pascua, con motivo de la conmemoración de la resurrección de Cristo, el pontífice ha reaparecido de nuevo en la Plaza de San Pedro, dado que la bendición "Urbi et Orbi" es un rito que solo puede presidir él, sin la posibilidad de que alguno de sus colaboradores le cubra. A las 12 en punto, las cortinas del balcón se han abierto para esta esperada aparición del Papa Francisco, que aunque tan solo ha durado unos minutos, los fieles han cogido con la mayor de las emociones.

Sin la posibilidad de delegar en este caso, Bergoglio ha vuelto a compartir sus voluntades con los fieles en una jornada de despedida, con la esperanza de que el año que viene pueda estar nuevamente al frente de cada ceremonia. En cuanto a su recuperación, cada vez es mayor el tiempo en el que puede renunciar a la cánula nasal, aunque continúa con fisioterapia respiratoria y motora.

El mensaje del papa Francisco en el Domingo de Pascua, con doble intervención

Pasaban solo tres minutos de las 12 del mediodía cuando el papa Francisco ha accedido en su silla de ruedas al balcón principal de la Plaza de San Pedro. Ayudado por sus colaboradores, ha podido transmitir el mensaje de la resurrección tras la pasión y muerte de Jesucristo.

"Buena Pascua, hermanos y hermanas", ha dicho Bergoglio a los más de 35.000 fieles que se han congregado en el principal emplazamiento de la Ciudad del Vaticano este domingo, 20 de abril. Después, ha cedido el micrófono a Monseñor Diego Ravelli, maestro de la ceremonia en esta bendición "Urbi et Orbi".

El papa Francisco, durante su mensaje en el Domingo de Pascua
La 2 de 'RTVE'

Antes, la misa de Pascua ha sido presidida por el cardenal Angelo Comastri, quien ha llevado la batuta hasta que se hacía necesaria la presencia del Papa. A las 12 y 20, ha llegado la segunda intervención. El Papa ha podido conceder las palabras de la bendición con mucho esfuerzo y con dificultades para hablar. El público ha agradecido esa voluntad del Santo Padre con aplausos, vítores y gritos de "¡Viva el Papa!".

La bendición "Urbi et Orbi", exclusiva del Papa

El rito de la Misa de Pascua del segundo domingo de la Semana Santa es algo que únicamente puede impartir el papa Francisco, tal y como nos explicaba el corresponsal en el Vaticano Antonio Pelayo, en una entrevista exclusiva que concedía hace unos días a la revista Lecturas.

El pontífice ha podido delegar, -y así lo ha hecho-, las funciones que requieren de un mayor esfuerzo en el resto de ceremonias, dado que sus capacidades pulmonares y su voz todavía le impiden hablar durante mucho tiempo y tiene por delante un proceso de recuperación todavía indefinido.

No obstante, el sucesor de San Pedro ha reaparecido en el cierre de las fechas más señaladas del calendario litúrgico para esta bendición "Urbi et Orbi", que Bergoglio ofrece dos veces al año: el Domingo de Pascua y el día de Navidad, cada 25 de diciembre. "Para la ciudad de Roma y para el mundo", quiere decir con este ritual papal.

Una Semana Santa muy distinta para el papa Francisco

Con 88 años, el papa Francisco se ha enfrentado a una Semana Santa muy diferente este 2025. Tras 37 días ingresado en el Hospital Gemelli de Roma, el pontífice abandonaba el Policlínico el 23 de marzo, con las celebraciones a la vuelta de la esquina y una convalecencia importante por delante.

Papa Francisco
GTRES

Su estado de salud llegó a ser extremadamente grave a finales del mes de febrero y los médicos consiguieron atinar con los tratamientos, pero también se asustaron hasta en dos ocasiones, cuando vieron que Bergoglio atravesaba crisis respiratorias serias que podían acabar con su vida.

El excelente trabajo de los facultativos y las oraciones incesantes de los fieles en el monumento a Juan Pablo II a las puertas del centro hospitalario surtieron efecto y el Papa podía volver a su residencia en Santa Marta. Eso sí, con unas indicaciones y pautas inquebrantables.

Papa Francisco
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El sucesor de San Pedro ha permanecido con cánula nasal para contar con asistencia de oxígeno, aunque poco a poco ha podido renunciar durante más largos períodos de tiempo sin ella. Además, el tratamiento de fisioterapia respiratoria y motora se mantiene también a la espera de valorar su evolución en las próximas semanas.

Con ello, Francisco no ha podido estar en todos los actos que hubiera deseado, aunque sí ha podido participar en la sombra con sus homilías y designando a los cardenales que han cubierto su papel a lo largo de todos estos días.

La posibilidad de renuncia, muy lejana

Los que conocen bien al papa Francisco saben que lo de renunciar no es cosa suya. Quiere ejercer "hasta que Dios quiera" y aunque Antonio Pelayo nos decía que "siempre tiene las maletas preparadas", deja su cargo en manos del Señor y no de quienes puedan hacerle la cama.

Todo es posible, claro está, pero en las últimas semanas se ha disipado ese ruido. Matteo Bruni se limita, desde la Oficina de Prensa del Vaticano, a comunicar la evolución en el estado de salud del pontífice y repasar la agenda de Su Santidad, sin entrar en ningún tipo de polémica.

Papa Francisco
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Cada verano, Bergoglio prepara otro equipaje y es el de sus giras internacionales, que el año pasado le llevaron a numerosos países con un importante trote. Papúa Nueva Guinea, Indonesia, Timor Oriental o Singapur fueron algunos de los destinos del que ha sido su viaje más largo hasta la fecha.

En esta ocasión, es probable que su entorno le recomiende permanecer en su residencia en la Santa Sede tras el susto de su neumonía bilateral y con un período estival mucho más tranquilo en 2025.