Los motivos por los que los presuntos autores del crimen de Borja Villacís decidieron acabar con su vida en la mañana del martes todavía no están claros al 100%, pero mientras la investigación avanza, vamos conociendo más detalles sobre lo ocurrido y también se dibuja con más claridad el perfil de uno de los detenidos este miércoles.
Kevin Pastor ya estaba en el radar de la Policía, que le buscaba por otros delitos anteriores relacionados con el narcotráfico y había pertenecido al grupo neonazi 'Skin Retiro', tal y como publica el diario 'El Mundo'. Los grupos responsables de la denominada 'Operación Jaula' tienen sobre la mesa los delitos de tentativa de asesinato y lesiones y estrechan el cerco a un quinto presunto implicado en el crimen.
La detención de los presuntos asesinos de Borja Villacís, cuando cambiaban de escondite
La colaboración entre el Grupo de Operaciones Especiales de la Policía y la Guardia Civil hizo que la detención de los presuntos asesinos de Borja Villacís no se extendiera mucho más allá de 24 horas y es que los agentes habían estrechado el cerco durante todo el día peinando todos los municipios de Toledo en los que pudieran estar ofreciendo alojamiento a Kevin Pastor y su presunto colaborador, quienes habían sido alojados, por otra persona que también ha sido detenida por esta ayuda, en una casa de Yuncos. Según informa el diario 'El País', fue un intento de cambio de escondite lo que hizo que los agentes finalizaran con éxito la detención.
Todavía hay que aclarar si otro de los individuos al que buscan los grupos especiales tuvo un papel determinante o no y si está implicado en el presunto asesinato del hermano de la exvicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. Además de la función que desempeñó cada uno de los supuestos individuos vinculados a este crimen, el Grupo V de Homicidios también coloca ahora en primer plano la hipótesis que adelantaba en exclusiva 'Código 10': un posible encuentro pactado entre víctimas y presuntos asesinos en el que Borja Villacís y su amigo pretendían mediar por un conflicto relacionado con un coche.
El perfil oficial de la Policía Nacional compartía en su propio perfil en la red social 'X' el momento en el que detenían a una persona por su presunta participación en el crimen, en una de las carreteras del municipio toledano. Ahora, estrechan el cerco a otro sujeto para continuar con la investigación, saber qué papel jugó cada uno de ellos y perfilar la motivación de un trágico suceso que ha conmocionado a todo el país y ha dejado a la familia de la dirigente de 'Ciudadanos' completamente devastada.
Las dudas sobre la naturaleza del crimen de Borja Villacís
Las primeras 24 horas desde que los disparos en la cabeza y el tórax acabaran con la vida de Borja Villacís en la carretera entre Fuencarral y El Pardo estuvieron cargadas de dudas y de tensión por la huida de los presuntos autores. De hecho, Omar era detenido porque podría haber ayudado a Kevin y su supuesto cómplice a salir de la capital con una furgoneta, tal y como detallan en 'Informativos Telecinco', pero prácticamente de manera instantánea daban con la mujer de 52 años que era detenida en Pan Bendito muy poco tiempo después del tiroteo.
Las dudas no solo se planteaban en los medios de comunicación, sino también en los diferentes grupos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que planteaban diferentes teorías por el perfil de las víctimas y los sospechosos. El amigo de Borja, herido en el ataque, declaraba en la Fundación Jiménez Díaz, hospital al que fue trasladado y en un primer momento se subrayaba la hipótesis de un posible ajuste de cuentas, que pasaba de ser probable a prácticamente confirmarse por algunos periodistas, pero Nacho Abad y David Aleman aseguraban que tenían en exclusiva el móvil del crimen al final del día en el que sucedieron los hechos.
Tanto Omar como el cuarto detenido han quedado en libertad, tal y como informan fuentes policiales a la agencia de noticias 'Europa Press', dado que no tienen una vinculación directa con el trágico suceso más allá de la colaboración en el traslado y el alojamiento de los presuntos autores, que habrían sido los que abrieron fuego y, siempre con la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario, terminaron con la vida de Borja, que estaba siendo investigado y a la espera de juicio por delitos de narcotráfico y blanqueamiento, pero tenía en mente dar un giro a su vida y estudiar para ser conductor en Metro de Madrid, un sueño truncado por este dramático final en el que todavía hay muchas preguntas sin responder.