No es por ahorrar: la razón por la que no debes tener el microondas siempre conectado, según los expertos

La deshidratación de los platos o la modificación de algunos aminoácidos son algunas de las importantes razones por las que debes utilizar mejor otras formas de cocinado o descongelación

Enrique Espada
Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Microondas
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Electrodoméstico rey en cualquier cocina por su rapidez y eficacia a la hora de calentar y descongelar comidas, podría ser un aparato peligroso para la salud. Aunque es cierto que diferentes estudios científicos americanos de renombre coinciden en que se descarta por completo el falso mito de que sus ondas magnéticas puedan provocar cáncer, sí es cierto que usarlo todos los días plantea problemas como, por ejemplo, la deshidratación de los platos o la modificación de algunos aminoácidos.

Cuestiones estas que, a la larga, sí que podrían afectar a la calidad de los nutrientes y su digestión. Uno de los casos más habituales es el de la L-prolina, un componente que tras su paso por el microondas resulta menos saludable y especialmente neurotóxico. Otra relevante cuestión es la que tiene que ver, por ejemplo, con la proliferación de bacterias. Y es que el calentado irregular y superficial de los platos en el cómodo electrodoméstico, sobre todo en alimentos que no han terminado completamente de descongelarse, potencia su aparición.

La OMS también se ha pronunciado

Tantos son sus riesgos que incluso la OMS (Organización Mundial de la Salud) advierte sobre la utilización adecuada y moderada del electrodoméstico, haciendo especial hincapié en la alternancia de formas de cocción para beneficiarnos de una nutrición más saludable y completa. Aunque tampoco hace falta irse hasta esta entidad de orden internacional con sede en Ginebra, Suiza, pues en nuestro país reconocidos especialistas en la materia como Elena Carrió, bióloga y mentora de cocina y alimentación consciente -así se define ella misma en su web elenacarrio.es- también lo tienen igual de claro.

La experta en Nutrición Natural y Holística por el Instituto Holístico de Higiene Vital de Madrid añade a todo lo citado anteriormente los problemas para la salud derivados de la radiación que produce el microondas a la hora de calentar o descongelar cualquier plato. Tal y como indica en su blog, “genera la producción de radicales libres y un aumento del estrés oxidativo en nuestro organismo, lo cual produce envejecimiento prematuro, daña nuestros tejidos y estructuras celulares y aumenta el riesgo de padecer cáncer, entre muchas otras cosas. En el caso de los hornos microondas, los estudios realizados por Blanc y Hertel en 1992 demostraron que su uso altera la calidad de la sangre, produciendo un aumento de los niveles de colesterol y una disminución de los glóbulos rojos y la hemoglobina, lo que conduce a un estado anémico. También observaron un descenso en los niveles de leucocitos y linfocitos y el debilitamiento del sistema inmune”.

¿Qué es la pérdida de la vitalidad de los alimentos?

Carrió también hace especial hincapié en la pérdida de la vitalidad de la comida. “Algunos tratamientos como la cocción en microondas provocan una pérdida de entre el 60 y el 90% de contenido de energía vital de los alimentos”, pues según la experta todo lo que comemos posee una vitalidad siempre y cuando sean productos frescos y producidos de manera sostenible.

Evidentemente no son asuntos de salud que conlleven un alto grado de riesgo en ningún sentido porque sino el icónico electrodoméstico hubiera sido retirado radicalmente del mercado, pero evitar todo lo anterior es muy sencillo. La propia bióloga ofrece también sencillos métodos en la entrada de su blog.

'Tips' para evitar el uso habitual del microondas

Con los congelados, tan sencillo como descongelarlos la noche de antes en el frigorífico. Una manera totalmente segura y saludable.

A la hora de calentar o recalentar platos o alimentos, la profesional graduada en The Natural Gourmet Institute for Health and Culinary Arts de Nueva York, explica que se puede hacer casi en todos los casos al vapor o usando una vaporeta con diferentes bandejas. “El calor del vapor es tan fuerte, que solo necesitarás 2 minutos y además la temperatura de tu comida será más uniforme y su sabor más agradable”, indica.

Otra forma más saludable de calentar los biberones

Otra opción, también, es calentar lo que quieras comer o beber en la vitrocerámica. “Calentar la leche en el fuego antes de ir a trabajar solo te llevará entre uno y dos minutos más y no pasa nada por dejar el cacito sucio en el fregadero (...) Si haces infusiones, puedes utilizar un hervidor eléctrico de acero inoxidable y el agua hervirá mientras te vistes.

Y, para terminar, tampoco se olvida de los más pequeños de la casa. Elena Carrió también explica que incluso los potitos y biberones de bebé su pueden calentar con mismos resultados también, rápidamente, al baño maría. Técnica, detalla, que “además sirve para fundir chocolate y para muchas cosas más”.