Muy por debajo del SMI: esto es lo que gana a la hora cualquier preso español por trabajar en la cárcel

Cobran muy poco y, además, tienen limitado un derecho laboral fundamental en nuestro país. Aún así, la demanda de estos puestos de trabajo es muy alta por múltiples razones

Enrique Espada
Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Preso trabajando
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En las cárceles a lo largo de nuestro país, que no son pocas, aproximadamente un 20% de los presos acceden a trabajos pagados mientras cumplen la pena impuesta, según cifras actualizadas este pasado verano. Actividades profesionales que no solo les permiten obtener una remuneración, sino que también les otorgan una mayor experiencia laboral pero, sobre todo, les ofrece más posibilidades de integrarse de nuevo en la sociedad tras su puesta en libertad.

Así las cosas, según han explicado en ‘Antena 3 Noticias’ este mismo lunes, los reos de nuestras cárceles pueden trabajar en grupos para dar servicio en cocinas, lavanderías o incluso producción, también en cooperación con empresas dirigidas por el Organismo Autónomo de Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo. Sus salarios, de promedio, oscilan entre los 3.24 y 5.68 euros a la hora, lo que les suponen una remuneración mensual de entre 200 y 300 euros. Muy por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, que este año está fijado legalmente en 1.134 euros al mes.

Hay dos comunidades autónomas que pagan salarios diferentes

Pero, ¿qué dice exactamente la Ley Orgánica General Penitenciaria, legislación que regula todos los centros penitenciarios de nuestro país? Pues bien, uno de los artículos de su largo texto explica que aquellos internos que estén empleados en jornada completa tendrían que recibir al menos el 75% del SMI. Pero como muchas veces pasa, una cosa es lo que dicen las leyes y otra muy distinta lo que verdaderamente ocurre en la realidad. Y es que esta pretensión en muy contadas ocasiones se lleva a cabo por la naturaleza de los puestos de trabajo ofrecidos por Instituciones Penitenciarias.

Solo hay dos excepciones. En País Vasco y Cataluña las competencias en esta materia las gestionan sus propios gobiernos autonómicos, por lo que las condiciones de trabajo de los encarcelados pueden cambiar. En cualquier caso, hay un denominador en común en todas las comunidades autónomas: la demanda de estas ofertas laborales es elevada.

También es motivo de frustración para muchos de los reos que se postulan

Porque hay un fin muy importante para aquellos prisioneros en España que se postulan: si acceden a estos trabajos en las cárceles, sus probabilidades de que se acerquen más pronto que tarde su libertad condicional sube exponencialmente. Aunque lo cierto es que no todos pueden acceder a estos ansiados trabajos. Según publican en ‘Infobae’, el excesivo desequilibrio entre los reos interesados en acceder a un puesto de trabajo ofertado y las propuestas laborales publicadas, les suponen a muchos una gran frustración. Y no es todo por el dinero: también les interesan para ocupar su mucho tiempo libre en algo motivador como es el trabajo en grupo.

Hasta aquí todo bien, para ellos, principalmente, porque la polémica sobre estos trabajos para internos sigue sucediéndose año tras año. Por ejemplo, organizaciones como la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía denuncia públicamente lo que para ellos es una clara explotación laboral. Según argumentan en el informativo del primer canal de Atresmedia, las empresas externas se lucran de una mano de obra excesivamente económica. Y también denuncian algo que no es tan conocido por todos.

La controversia está servida: a favor y en contra de estas ofertas laborales para internos

Al parecer, según explican desde la institución andaluza sin ánimo de lucro, estas empresas colaboradoras de Instituciones Penitenciarias además de ahorrarse mucho dinero mes a mes tampoco están obligadas a cotizar por los prisioneros contratados en la Seguridad Social. Esto, lógicamente, perjudica directamente a los internos por acotar sus derechos laborales y posibles pensiones como la de jubilación.

En el otro lado, están las instituciones públicas. Estas defienden fervientemente los trabajos en las cárceles españolas por ser una pieza clave en la rehabilitación de los reos que, también en junio de 2024, eran aproximadamente unos 55.000, según publicaba entonces ‘El País’. Aunque lo cierto es que no saben defender bien lo positivo del trabajo para reos, es decir, con datos.

El Ministerio de Interior defiende el trabajo en cárceles: es clave para su reinserción

Porque seguramente algo tendrá que ver con una alentadora proporción publicada hace no mucho más de dos años. Según ‘La Moncloa’, la web oficial del gobierno vigente, ocho de cada diez individuos no vuelven de nuevo a prisión después de cumplir con su condena privativa de libertad. 

O explicado de otra forma: “"El 80,02 por ciento de los internos que cumplen su condena y alcanzan la libertad no vuelven a prisión por haber cometido nuevos hechos delictivos", señaló entonces Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior. Pero, como decimos, el estudio mencionado sobre reincidencia elaborado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no incluye el dato de presos no reincidentes que trabajaron en la cárcel antes de su libertad total. ¿Podría ser porque no se trata de una cifra tan relevante?