Más de cien millones de alumnos participan en el 'Canguro Matemático', cuyo nombre tiene una explicación

Este 21 de marzo se ha celebrado la 19 edición de este lúdico concurso que busca potenciar el gusto por las matemáticas como paso previo para fomentar los estudios en estas asignaturas

Enrique Espada
Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Canguro
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Que las matemáticas sean una materia atractiva para los estudiantes en colegios e institutos es un permanente desafío para los profesores de cualquier país. Pero aún así, los maestros más pasionales, que creen profundamente en su importancia para otras áreas del conocimiento y la vida mundana, no abandonan la causa transmitiendo a sus alumnos el entusiasmo por la disciplina.

No eran profesores, pero sí matemáticos australianos - Peter O’Holloran y Peter Taylor- quienes fraguaron un concurso dirigido a adolescentes con el único fin de sacar de la oscuridad a las matemáticas para cubrirlas de simpatía y diversión con este juego anual denominado Competencia Australiana de Matemáticas. Fue en 1978 y tan solo unos años después el 80% de las escuelas del país participaban en la amena prueba que fomentaba la resolución de problemas matemáticos con opción múltiple.

Un concurso que acepta a todos, con buenas o malas notas

Pese a que la aceptación en el país de los canguros fue tan positiva y masiva, hubo que esperar a los 90 para que dos eminentes profesores franceses, André Deledicq y Jean Pierre Boudine, se obsesionaran en este concurso de otro continente tanto como para ir en persona a ver una de estas competiciones. Tanto les gustó la idea que el 15 de mayo de 1991 convocaron en Francia el primer desafío Canguro Matemático, del que todavía se conservan importantes características que le diferencian del resto de 'concursos aburridos' de matemáticas para estudiantes: está dirigido a todo el alumnado -no solo para quienes consiguen las mejores calificaciones en matemáticas- y todos los concursantes, ya solo por participar, reciben un obsequio de recuerdo.

A partir de ahí el éxito de un concurso ahora internacional, que según su organizador en nuestro país (la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas), sigue manteniendo la más pura esencia de los objetivos de su primera edición que, simplemente, “pretende que la jornada dedicada a las pruebas sea una jornada entretenida y lúdica, en la que cada participante afronte el reto personal para resolver distintas cuestiones matemáticas de dificultad creciente, en la que resolver problemas matemáticos resulte divertido” o “fomentar la mayor participación sin discriminación por sexo, para alentar sobre todo a las chicas para afrontar las propuestas que plantea esta prueba”.

Se trata de un juego con el que “potenciar el gusto por las matemáticas como paso previo para fomentar los estudios en estas asignaturas, haciendo que el alumnado pierda el miedo a todo lo relacionado con esta asignatura”, según las bases de la FESPM, y que hoy, en su edición 29, ha permitido disfrutar a más de 25.000 estudiantes españoles de las 30 preguntas planteadas.

Los premios se darán en un campamento de verano

Si en España el incremento de alumnos interesados en este reto ha ascendido a 10.000 en solo un año, lo mismo ha pasado en el resto de los países donde también este jueves volvían a convocar una edición más de este Canguro Matemático. Más de cien millones de alumnos son los que este 2024 han participado a lo largo de Europa, en países como Rusia, Polonia o Países Bajos, entre otros.

Todo hace pensar que estamos ante uno de los pocos concursos de matemáticas más divertidos que aburridos, sino el único. Esto no queda patente solo por las lúdicas líneas maestras del concurso, sino también en la atípica puesta de escena de su entrega de premios. Será en un campamento de verano, donde asistirán los mejores clasificados en cada una de las categorías… ¡Jugar así con las matemáticas es otra cosa! ¡Se llama Canguro!