Como estaba previsto, Daniel Sancho era trasladado este pasado día 5 al módulo general de reclusos de la cárcel de Surat Thani. El joven, condenado a cadena perpetua por el asesinato del cirujano Edwin Arrieta, se encuentra ya en el que será su hogar durante los próximos meses. La defensa de Sancho prepara el recurso contra la sentencia de que dictó la Corte de Koh Samui, cosa que permitirá al joven permanecer en prisión privisonal hasta que esta sea firme.
Sancho ha podido recibir ya su primera visita en prisión. Se trata de su madre, Silvia Bronchalo, tal y como ha informado la agencia Efe. La madre del joven, cuyo paradero era desconocido hasta ahora, se encontraba todavía en Tailandia y ha sido la primera en acudir a visitarle. Bronchalo llegaba sobre las diez de la mañana hora local y se reunía con su hijo en prisión.
Es la primera de sus visitas desde el cambio de centro penitenciario. No ha sido un paso fácil, ya que tanto el joven como sus padres y la defensa pensaban que iba a permanecer en Koh Samui durante varias semanas más. Las autoridades tailandesas tomaban una decisión in extremis y movían al preso en cuanto se leía el veredicto de su sentencia.
Desencuentros entra Daniel Sancho y su madre, Silvia Bronchalo
La relación entre Daniel Sancho y su madre no ha sido sencilla en los últimos tiempos. Era el propio abogado Marcos García Montes, letrado del joven, quien deslizaba su malestar por la denuncia que su madre interpuso contra su padre, Rodolfo Sancho, por vejaciones. Un proceso que terminó siendo archivado -aunque va a presentarse recurso- pero que ha hecho que el hoy condenado se molestase con su madre.
Ahora, ha sido Silvia Bronchalo la primera que ha ido a verle a prisión en su nuevo centro. Rodolfo Sancho sí había podido ver a su hijo después de la sentencia pero fue todavía en Koh Samui. Bronchalo se trasladaba a Surat Thani para acudir a la cárcel a primera hora de la mañana. Se desconocía si, tras el veredicto, Bronchalo había regresado a España o continuaba en Tailandia.
Ahora ya sabemos que la decisión de la madre del joven era la esperada. Fue Silvia Bronchalo la primera que viajó a Tailandia en cuando se supo de la detención de su hijo en agosto del pasado año. También la que ha permanecido más tiempo en Tailandia para hacer visitas y proveerle de enseres que este le solicitaba desde prisión.
Tensión en las visitas con su madre
Fueron los funcionarios de la cárcel de Koh Samui los que aseguraron, en la primera de las visitas que Silvia Bronchalo hizo a su hijo el año pasado, que el joven se ponía muy nervioso. “Se estresa cuando viene su madre. Con su padre está más tranquilo”, afirmó el director de la prisión. No conocíamos por aquel entonces cómo iba a desarrollarse el proceso.
Bronchalo fue quien estuvo al lado de su hijo durante los primeros días de privación de libertad. Acudía cada día a la prisión y permanecía allí durante el tiempo permitido para visitas. Le llevaba libros y alguna otra petición que le había hecho su hijo. De repente, desapareció. Era justo cuando se anunció que Rodolfo Sancho ya viajaba a Koh Samui.
La relación entre los padres no ha sido sencilla. Tal y como se ha ido publicando a lo largo de los meses, Bronchalo no estaría especialmente satisfecha con las decisiones del equipo legal que asiste a su hijo. La madre de Daniel Sancho ha optado por permanecer apartada de todo y centrarse únicamente en su hijo, a quien ha visitado de forma regular durante los doce meses que lleva ya en prisión.
Bronchalo se rompía al escuchar el veredicto de la Corte, contaba los cronistas presentes en la isla. La madre de Daniel Sancho se derrumbaba al saber que su hijo era condenado a cadena perpetua. Siempre en silencio y muy discreta, Silvia Bronchalo ha evitado en todo momento pronunciarse en público, deslizando solo algunas pocas frases a la prensa que espera paciente a la salida de la prisión.
Rodolfo Sancho, centrado en su defensa
Tampoco se conoce al detalle el paradero de Rodolfo Sancho. El actor era el último que podía visitar a su hijo en la cárcel de Koh Samui. Lo hacía al día siguiente del veredicto y horas antes de que este fuese trasladado a su nueva prisión. Según narran los periodistas desplazados a Tailandia, Sancho pudo conversar con su hijo y abrazarse a él tras prometerle que lucharían hasta el final.
Poco después salía a la luz la última conversación que mantuvieron padre e hijo. Una declaraciones de intenciones en la que Daniel Sancho reafirmaba su inocencia y aseguraba no entender la sentencia de la Corte. "Es muy injusto todo. Todo ha sido un accidente, me quiero defender hasta el final, porque se va a demostrar. No entiendo una cadena perpetua. No es justo. No la entiendo. Porque yo únicamente me defendí, sólo me defendí. Estoy tranquilo porque confío en los recursos, confío en que salgan adelante. No tenemos otra vía posible”, afirmaba el joven.
"Me voy a adaptar bien donde esté, pero por favor, no dejéis de trabajar para demostrar que soy inocente de esto”, sentenciaba antes de pedir a su padre que continuase luchando para demostrarlo. Daniel Sancho apoya sin fisura el trabajo realizado por su defensa y les pide que continúen en la línea.