Estadísticamente, es muy difícil que toque la lotería -sobre todo un premio gordo- pero si pasa… ¿En qué gastarlo o administrarlo? Posiblemente, invertirlo en un sector tan rentable como el de la construcción o en alguno de los óptimos productos bancarios que ofrecen rentabilidad puedan ser dos buenas decisiones, pero en ‘Lecturas Diario’ hemos querido ‘testear’ cómo lo han hecho varios afortunados a los que les ha tocado una ‘generoso’ pellizco.
Teodoro Adel Royo, natural de La Cuba y residente desde hace décadas en Castellote, Teruel, tuvo la suerte de ser agraciado con una espléndida cantidad económica que prefiere reservarse, pero da una pista:” Tocaron, aproximadamente 14 millones entre Barcelona, Zaragoza y Castellote. A mí me tocó una mínima parte”.
Un cinco final que cambió la vida de dos amigos y vecinos de un pueblo de Teruel
49595 fue el número que, obviamente, Adel tiene grabado a fuego en su mente. Y es que el turolense todavía sigue apostando a ese cinco final de todos los números de lotería que, desde entonces, adquiere. En el caso de ‘Teo’, así es como le conocen en el pequeño municipio del Maestrazgo, comarca de Teruel, se puede decir perfectamente que hizo una buena inversión y administración del ‘Gordo’ que le tocó el día de Navidad. “Compré una ganadería de toros bravos de aquí e invertí en el sector de la construcción en Barcelona, Sevilla y Castellote”.
La misma suerte de Teodoro (76) le acompañó a otro buen amigo suyo y vecino también de este tranquilo municipio de algo más de 600 habitantes. Antonio Montero Garnuz (82) hizo una inmejorable elección cuando también decidió comprar su boleto de lotería de Navidad en 1995 con idéntica numeración, la 4959. Pero, al preguntarle por el premio que le tocó, sorprende su espontánea respuesta: “Pues no me acuerdo, ya me lo ha gastado”.
“Modernicé mis tiendas de artículos de belleza y perfumería en Barcelona"
Eso sí, Antonio recuerda perfectamente que hizo con ese dinero que ya no existe. “Modernicé mis tiendas de artículos de belleza y perfumería en Barcelona”, explica. El natural de Castellote, seguramente, consiguiría un buen retorno a medio o largo plazo tras tal inversión, pero lo cierto es que hay otros premiados que prefieren arriesgar menos. Ahorrar, simplemente.
Este es el caso, por ejemplo, de Patricia Ramírez Esteban, de 64 años y residente en Zaragoza. A ella y a su marido les ‘tocó’ la suerte el día de la lotería de 'el niño', todos los 6 de enero. Aunque no recuerda el año exacto -entre 2014 y 2020 apunta- ni el número, sí que rememora sin dudas la cantidad que entró en sus cuentas de un momento a otro: “Entre 70.000 y 75.000, ya con el descuento de Hacienda hecho”.
El ahorro, otra buena opción: "Es un dinero extra que te aporta algo más de tranquilidad"
Cuando le preguntamos en qué gastó esta generosa cuantía, la exdependienta de tiendas de moda y calzado explica que ”se supone que se iba a hacer algún arreglo en casa, o también se habló de comprarle un coche a mi hija... Es un dinero extra que te aporta algo más de tranquilidad. Al principio comíamos los dos en algún sitio más especial o hacíamos algún viaje, pero poco más”.
Así pues, Patricia es una de los muchos afortunados que posiblemente hayan optado por la alternativa de la conservación del premio en su banco en lugar de optar por el riesgo que siempre supone la inversión. Ella lo tiene claro: una cuenta de ahorro es, desde entonces, donde tiene guardado su premio de ‘el niño’.
Nuestra Lotería Nacional reparte el 70 por ciento de los premios
El dato es curioso, pero lo cierto es que en premios relacionados con este tipo de juegos de azar, en nuestro país ‘nos llevamos la palma’. Según ‘El Cronista’, la Lotería Nacional es considerada como la mejor del planeta. El 70% de la emisión de los premios se reparte de una manera inmediata y además en una sola bonificación.
Y entre todos los que ofrece Loterías y Apuestas del Estado -La Primitiva, La Quiniela o el Quinigol, entre otros- justamente los citados anteriormente son los que reparten las cantidades con más millones de euros de todo el año. En tercer lugar estaría el más desconocido Gordo del Verano, que se celebra normalmente la primera semana de julio. Faltan dos meses para que llegue la de la Navidad, el 22 de diciembre, y todos tenemos las mismas oportunidades de ser los nuevos ‘Teo’, Patricia o Antonio. ¡Suerte a todos!