4 millones de soles (990.000 euros) acaba de embolsarse un peruano, todavía en el anonimato, del que solo se sabe que es un gran amante de los animales. Concretamente, rescatista en su tiempo libre. Pero también se ha sabido algo más de su carácter, aunque no se sepa ni cómo es físicamente el ganador del premio gordo de La Kábala: perseverante. Ocho años llevaba intentando hacerse millonario y, por fin, lo ha conseguido.
La Kábala, si la comparamos con nuestros premios de apuestas del Estado, vendría a ser como la Primitiva o la Lotería Nacional en nuestro país. Es, por tanto, el juego público de azar más popular en Perú y que, a quien le toca, puede hacerle holgadamente millonario. Es lo que le ha ocurrido a este amante de los animales y su bienestar. Y, aunque el ganador animalista ya ha compartido su alegría y contento con varios medios de comunicación del país, prefiere que no trascienda su identidad por si es víctima de alguna clase de robo.
Revela su 'truco' para alzarse con el premio
“Con el premio que he ganado pienso poner un albergue de animales que siempre he pensado", es lo que hará en cuanto cobre la cuantiosa cantidad, así como abrir un negocio del que no ha dado más detalles. Pero lo que sí ha detallado y ha querido compartir con sus compatriotas es el truco que ha utilizado para ser, desde ya mismo, millonario de La Kábala en Perú.
Y es que después de cientos de boletos gastados hasta alzarse, por fin, con el gran premio, su secreto nunca han dejado de ser sus muchos y fieles gatitos. “Siempre seleccionaba los números basándome en mis gatitos. Soy rescatista de gatos”, ha explicado. Estos han sido los números del ‘éxito gatuno’: 8, 12, 16, 25, 28 y 36.
Otra oportunidad, muy pronto, para animales abandonados
Así pues, el solidario peruano con los animales -si finalmente monta el albergue para perros y gatos que él mismo ha anunciado- no haría otra cosa más que devolver lo que sus inseparables amigos felinos han hecho por él: hacerle millonario para que, con ese dinero, mejore la vida de los cientos de animales domésticos que muchos desalmados abandonan en la periferia de las ciudades cuando llegan épocas del año como esta. Toda una misión de vida.
Esta es, desgraciadamente, una lacra común en temporadas estivales de cualquier país del mundo. Llega el verano y, parece, que el perro o el gato en cuestión es molesto para muchas familias que quieren irse de vacaciones sin ‘complicaciones’. Muy pronto, en Perú, este rescatista podrá poner ‘su granito de arena’ con un centro de protección animal donde, desde luego, no faltará el dinero para atender a estas adorables víctimas del capricho momentáneo de muchos.