Tras una primera semana repleta de medios de comunicación, empujones ante la llegada de famosos, barreras para separarnos de los mismos y prohibiciones para acceder a la sala de lo penal, en sí para poder informar, o sea, para realizar nuestro trabajo, acaba de finalizar la segunda semana del juicio contra Daniel Sancho cuando la festividad del Año Nuevo tailandés, que partió todo por la mitad, ha convertido este litigio en una carrera de fondo para recuperar los días perdidos.
Las prisas del juez y el enfrentamiento entre los abogados
El juez alargó la fiesta nacional para disfrute suyo, imaginamos, cuando ahora, tras las fiestas, las cenas y los abrazos, regresó con una idea entre ceja y ceja que no sería otra que recuperar el tiempo perdido, añadiendo a las tres o cuatro declaraciones diarias un par de ellas más. Las prisas, ahora, cuando hace justo una semana se anulaban días hábiles como se toman cafés o se sale a la calle a fumar un cigarrillo.
De todas formas, esta semana, donde siguen declarando testigos de la Fiscalía a la espera de los de la defensa, ha tomado un rumbo mediático novedoso, que no por ello inesperado, ya que los representantes en España, Marcos García-Montes, por parte de Daniel Sancho, y Juan Gonzalo Espina, por la de la familia Arrieta, han decidido enzarzarse en una pelea mediática que ha llegado a eclipsar, al menos en nuestro país, al propio juicio.
Podríamos decir que fue Ospina el que comenzó, aduciendo que la parte contraria no le contactaba, que podrían haber llegado todos a un acuerdo sólo poniendo buena voluntad, que aún a la otra parte los esperaban con los brazos abiertos, que si su estrategia era temeraria, cuando todo se deformó el día que Marcos García-Montes y su equipo llenaron los diarios, revistas y platós con una frase que se repetía como un gong: “Ospina se erige en algo que no es: la acusación particular cuando no se lo ha permitido el juez”. Luego terminó por humillar a su homónimo con el categórico: “no deseo referirme a él más veces, ya que no es parte del procedimiento”.
Ospina, evidentemente, respondió añadiendo documentos certificados a su realidad, en los que se demostraba que sí fue admitido para la causa como coacusación junto al Ministerio Fiscal por resolución judicial. Por ello mismo la primera semana de este juicio actuó tras Metapon Suwancharen, abogado tailandés, al que sugería preguntas. En el caso contrario, aún se espera que Marcos García-Montes haga acto de presencia por esta isla. Sea como fuere, la guerra entre ambos abogados españoles acabará lejos del Tribunal Provincial de Koh Samui donde en realidad se juzga el caso, que según fuentes allegadas a la justicia local podría finalizar antes de tiempo, o sea, antes del próximo viernes 3 de mayo, siempre y cuando el juez consiga reagrupar los testimonios que se perdieron durante la festividad del Songkran.
Además, los rumores ascienden cuando aseguran que todo esto podría tener que ver con que la lectura de la sentencia se producirá mucho antes de la primera fecha que inicialmente dieron: el 2 de agosto. De hecho, se insinúa que si el juez lo tuviera de verdad clarísimo –asesinato con dolo de manual– éste preferiría emitir la sentencia lo antes posible para finalizar todo este caso que, a las autoridades tailandesas, y sobre todo en una isla tan pequeña como turística, les está pegando de lleno por lo mediático.
Más abogados a un lado y al otro del proceso judicial de Daniel Sancho
Para que la semana judicial siguiera manteniendo de protagonistas a los letrados, hoy Kun Anan, segundo abogado de Daniel Sancho y primero y único de pago contratado por su padre, ha declarado ante el juez. Antes lo hizo la primera abogada, Chutiya Promrak, la cual estuvo con él desde su detención hasta la contratación de Kun Anan, miembro del despacho jurídico en Bangkok de Fernando Oca, otra opción que les salió rana desde que García-Montes entró en la partida.
Para que los abogados no dejen de ser noticia, a última hora del día de hoy la agencia EFE se metía en el embrollo general asegurando que los propios abogados tailandeses de Arrieta, Metapon Suwancharen y Lak Wanin, habrían presentado una solicitud de indemnización a la familia del fallecido por valor de 760.000 euros, cerca del doble de los 410.00 iniciales con los que Ospina aseguraba que los Arrieta quedarían satisfechos. A raíz de la publicación de la noticia la familia del colombiano, a través de su equipo de abogados en Madrid, desmentía la noticia asegurando que “nuestros abogados en Tailandia simplemente han cuantificado los daños hasta ese máximo, según la ley tailandesa, pero nosotros seguimos manteniendo que con los 410.000 euros mi cliente quedaría satisfecho”. Ospina ya avisó, que dada la insolvencia de Daniel Sancho en Tailandia, cobrar cualquier tipo de indemnización sería considerada una utopía.
La próxima semana, la tercera, será importante ya que se espera una rueda de prensa el miércoles 24 en la vecina isla de Koh Phangan, donde se sucedieron los hechos, por parte de su equipo policial de investigación. Al día siguiente, y siempre que el juez no cambie las fechas, será Daniel Sancho el que por fin podrá declarar. Lo que queda claro es que, al contrario de lo que el juez estimó, el interés por este juicio va in crescendo.