Es uno de los rostros más conocidos del momento. José Elías se desmarca de otros empresarios multimillonarios. Lejos del secretismo y mantenerse al margen de los medios de comunicación, Elías tiene su propio canal de YouTube y acude de forma regular a platós de televisión para conceder entrevistas. Quiere contarle al mundo sus secretos y su forma de ver los negocios y la vida.
Elías era noticia de nuevo este miércoles al acudir a ‘Espejo público’ para hablar de sus orígenes de barrio. Su historia es sobradamente conocida. Con los 3.000 euros que le quedaban en el banco decidió invertir y ha terminado amasando na fortuna que pasa de los 2000 millones de euros. Es uno de los empresarios más ricos pero también de los que más invierte. Todo contado por él mismo en su canal.
Padre de tres hijos, el empresario quiere que sepan lo que significa nacer en una casa acomodada. “Si les doy todo sin esfuerzo, les estaré haciendo un flaco favor. No quiero criar a alguien que nunca entienda lo que cuesta ganarse las cosas”, explicaba en su cuenta de X, la red antes conocida como twitter. Su método de enseñanza pasa mucho por las directrices que también utiliza para los negocios.
La lección de José Elías a sus hijos
“Pagué 4 euros la hora a mis hijos para que pintaran la valla de mi casa. Porque quiero que sepan lo que cuesta ganar dinero”. Elías es muy activo en todo tipo de redes sociales. Dedica gran parte de su día a día a contar sus pensamientos y reflexiones. En este marco aparece la enseñanza que quiso transmitir a sus hijos. Es padre de unos mellizos adolescentes y una niña más pequeña.
“Tenía que pintar la valla y decidí pagarles a mis hijos para que lo hicieran. Al final del día, me pasaba por allí y les daba sus 20€ a cada uno. Hasta que un día mi hijo menor me pidió que le pagara más por hora. Le dije que no”, explica en linkedin. “Ellos tienen que saber que cada euro que ganan, cuesta su esfuerzo. Es la única manera de que valoren el dinero como se merece”.
“Porque nacer en una familia acomodada no debería ser sinónimo de no esforzarse nunca, ni de tener pagas desproporcionadas, ni todos los caprichos que quieran. Lo único que conseguimos con eso es que no tengan ambición”, aseguraba el empresario. “Les convierte en personas alejadas de la realidad. Personas que no saben enfrentarse a la vida. Si quieres ayudar a tus hijos, no les des todo. Porque cuando tú no estés, no tendrán nada”.
Nacido en una familia muy humilde
“Ellos no han vivido lo que yo. Yo sé lo que es esforzarse para salir adelante”, afirma. Por eso, aunque no le falta dinero, parece que no ha perdido el significado y el valor de este. “Me niego a pagárselo aunque pueda”, ha afirmado en alguna ocasión. Y es que José Elías es el ejemplo de persona que se ha hecho a sí misma. Nacido en un barrio humilde, su padre era electricista y su madre, que se casó en segundas nupcias con su padre, tenía ya cuatro hijos.
Cursó la carrera de ingeniería y se especializó en electricidad. Fue ahí donde quiso invertir. Arruinado y con solo 3.000 euros en el banco, decidió participar en una eléctrica. Tuvo un golpe de suerte y comenzó a invertir en el extranjero después de la liberalización. Cuando ya los negocios le iban bien dio el salto. Compró la cadena de supermercados ‘La Sirena’ y se convirtió en un magnate.
Las cifras que se mantienen de su fortuna son de vértigo. “Mi madre era mujer separada, algo muy mal visto en 1976. Tengo cuatro hermanos por parte de madre. Mi padre era viudo y yo tengo una hermana por parte de padre”, contó en una entrevista en la radio. “Mis padres tenían la típica relación de amor odio: no puedo vivir contigo, ni sin ti. En una de estas, tuvieron una discusión y mi padre me llevó con él. Fue bastante peculiar la situación”.
Padre estricto
"Si hay algo por lo que lucho es porque mis hijos no crezcan creyendo que la vida es pedir y recibir", asegura Elías. ·Y hace poco mi hijo me pidió ir a correr a los karts dos veces al mes. Son unos karts que tienen telemetría e historias de estas y vale 350 € cada carrera. Es decir, que me supondría 700 € al mes. Pero es que eso es la mitad de un sueldo de alguien que trabaja todo el mes. Y me niego a pagárselo aunque pueda".