Joaquín Moeckel, abogado y experto en derecho laboral: "Aquellos trabajadores que no puedan asistir a su centro de trabajo no corren ningún riesgo"

El letrado sevillano ha explicado los derechos que nos corresponden como trabajadores tras el apagón generalizado en España

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Joaquín Moeckel, abogado laboralista
Youtubew.com/ @Lawproabogados

El apagón generalizado en España dejaba al país paralizado durante horas el lunes, 28 de abril. Una situación sin precedentes en nuestro país y que obligó a muchos trabajadores a ausentarse de sus puestos ante la imposibilidad de continuar con sus tareas.

El compromiso hizo que algunas personas permanecieran en empresas y oficinas hasta bien entrada la tarde, por si los sistemas conseguían volver a restablecer la red antes de que terminara su jornada, pero en otros casos se cerraron compañías y los empleados de las mismas trataron de volver a casa como buenamente pudieron.

A quienes no han cumplido con una parte o la totalidad de las horas que le correspondían les han surgido muchas dudas. Por un lado, se preguntan qué hacer con ese tiempo no registrado y, por otro, muestran su preocupación por si tendrá alguna consecuencia en su salario o a la hora de rendir cuentas ante sus superiores.

Joaquín Moeckel es abogado y experto en derecho laboral. En su conexión con 'Despierta Andalucía' de 'Canal Sur' ha explicado los pormenores de un escenario como en el que nos encontramos y también ha tranquilizado a los espectadores contestando a esas cuestiones planteadas.

Los derechos de los trabajadores

Joaquín Moeckel ha explicado en la autonómica andaluza que, tal y como ocurre ante el fallecimiento del algún familiar u otras casuísticas contempladas en los convenios, hay una licencia retribuida si es imposible que nos dirijamos a nuestro puesto de trabajo o nos mantengamos en él.

Siempre que esté justificado y un trabajador pueda avisar de sus circunstancias, debe primar el sentido común, exponía el abogado: "Aquellas personas trabajadoras que no puedan asistir a su centro de trabajo, porque dependen de un cercanías o un tren o no tengan gasolina ni acceso a ella no corren ningún riesgo".

Cabe destacar también, en este sentido, la recomendación de las autoridades a la hora de reducir las movilizaciones que no sean necesarias, aunque también es importante trasladar esa información a nuestra empresa: "Si lo hago en base a esas recomendaciones y me resulta imposible desplazarme no corro ningún riesgo, pero el aviso hay que hacerlo".

Permiso retribuido

Tal y como ha informado la agencia 'Europa Press', "los trabajadores cuentan con un permiso retribuido de hasta 4 días si no pueden trabajar o desplazarse", por lo que no se vería afectado tampoco nuestro salario si nuestro caso está contemplado en esos escenarios planteados legalmente.

"Si se acaban los 4 días y sigue el trabajador estando en esa situación, se termina ese permiso retribuido y el empresario tiene derecho a poner en marcha una regulación de empleo", continuaba Moeckel en el citado programa, poniendo también el acento en pequeños negocios en los que hay pocos empleados.

El experto ha insistido en el hecho de que "la primera ausencia de 4 días está regulada en el estatuto de los trabajadores", con lo que si no hay otra posibilidad, puedo justificar mi ausencia y sigo percibiendo mi retribución como empleado. Después, es cuando el responsable o titular tendría que solicitar esa "regulación" y entrarían también en la ecuación las herramientas que pueda plantear el Estado. 

"Todos, empresarios y trabajadores, tenemos derecho a que sea justo, es ida y venida, tanto el trabajador como el empresario tienen sus demandas", concluía el letrado en su intervención para aclarar las dudas.

Un apagón sin precedentes

El apagón histórico en toda la Península Ibérica de este lunes, 28 de abril, es una situación sin precedentes en España y en Europa. El suministro eléctrico se cayó en prácticamente todo el país y hasta bien entrada la madrugada no se restableció en muchos puntos del territorio.

La incertidumbre hizo que muchas personas se preguntaran qué hacer ante un escenario de estas características, pero lo cierto es que la mayor parte de las actividades estaban paralizadas, dado que solo se podía funcionar con dinero en efectivo y eso fue lo que mantuvo abiertos muchos bares, restaurantes y comercios para abastecer las necesidades de la población.

Llamaba la atención, de hecho, que algunos locales continuaran prestando sus servicios, pero eran muchas las personas que trataban de dar salida a la comida que podía ponerse en mal estado en esos negocios o a las bebidas que todavía mantenían el frío hasta bien entrada la tarde. Al fin y al cabo, poco más se podía hacer en un momento así.

En Madrid, por ejemplo, continuaron circulando los autobuses junto a los vehículos particulares y con la ayuda de los agentes de movilidad, ya que tampoco estaban operativos los semáforos, obviamente. Las colas, en muchas de las marquesinas, llevaron a ampliar el dispositivo a la Policía Nacional, para regular el acceso y evitar problemas o conflictos añadidos.