Amigo de sus amigos. El papa Francisco no solo contaba con colaboradores cercanos entre los cardenales y arzobispos que le han acompañado en su paso por la Santa Sede a lo largo de sus 12 años de pontificado y su núcleo iba mucho más allá de las autoridades vaticanas.
Por su residencia de Santa Marta pasaban muchos amigos que se reunían con él. Algunos lo hacían mensualmente, le acompañaban en largas conversaciones y le ayudaban en asuntos importantes desde los países en los que residen o trabajan sobre el terreno.
El padre Ángel (88 años) o sor Lucía Caram (58 años), en España, son algunos de los religiosos que han cruzado esa línea y han estado cerca del santo padre. También el periodista y sacerdote Antonio Pelayo, que reside en Roma e informa desde hace décadas de lo que ocurre en el Vaticano. Con él hablábamos en exclusiva en la revista Lecturas días antes del fallecimiento del papa.
Henrique Cymerman (66 años) era uno de esos amigos personales de Jorge Mario Bergoglio. Periodista israelí y corresponsal en Oriente Medio, ha colaborado con él en lo que le ha pedido y le ha recordado con mucho cariño en 'El programa de Ana Rosa'.
Henrique Cymerman y su amistad personal con el papa Francisco
Es periodista israelí de origen español y portugués. Henrique Cymerman era amigo personal del papa Francisco y ha conectado este martes, 22 de abril, con 'El programa de Ana Rosa' para homenajear con sus palabras al argentino tras su fallecimiento como consecuencia de un ictus que sufría un día antes en su residencia de Santa Marta.
El corresponsal en Oriente Medio ha estado en muchas ocasiones junto al sumo pontífice y se sorprende al recordar cómo le pidió ayuda. "Qué privilegio me dio el destino de poder sentarme una hora y media o dos horas cada mes, además de los correos electrónicos y de las llamadas telefónicas, porque el papa seguía todo lo que yo hacía", ha contado en el espacio de 'Telecinco'.

La fachada de la Casa de Santa Marta donde residía el Papa Francisco.
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Tras una de esas llamadas, con la risa como protagonista, se empezó a forjar ese vínculo y es para el periodista "una de las grandes sorpresas de su carrera". "Fue el papa el que me buscó en una conferencia en Buenos Aires. Me preguntó qué podía hacer por Israel y Oriente Medio y al seguirme desde hace años por televisión me dijo que tenía la sensación de conocerme de toda la vida", proseguía en su intervención en el citado programa.
El papa que no soñaba con convertirse en sumo pontífice
Henrique Cymerman es consciente de lo preocupado que estaba el papa Francisco por los cristianos en Gaza y asegura que el sábado por la noche habló por última vez con ellos. También "le preocupaban otras cuestiones" y asegura que el santo padre consiguió "el deshielo en las relaciones entre EEUU y Cuba".
Al viajar con su mente al año 2013, cuando Bergoglio fue elegido en el cónclave, subraya una anécdota sorprendente: "Yo sé que él no soñaba con ser papa". "Vinieron a consultarle y le dijo el patriarca de La Habana si aceptaría si le elegían y él se echó a reír, porque estaba convencido de que no podía ser porque era mayor y se iba a jubilar en Buenos Aires", asegura el corresponsal en Oriente Medio para diversos medios de comunicación.
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Desde entonces, ha continuado el amigo personal de Bergoglio, lo tomó como "una oportunidad" y ha venido trabajando con sus colaboradores en el Vaticano y sus ayudantes en otros tantos ámbitos y destinos del mundo para solucionar todo aquello que estaba en su mano. "Entendía que el mundo estaba en una situación muy compleja y caótica y quería aportar su granito de arena", le reconoce Cymerman.
Henrique Cymerman, sobre el próximo cónclave: "Espero esta herencia"
Es previsible que el cónclave para elegir a un nuevo papa comience la semana del 5 de mayo, cuando se cumplan 15 días desde el fallecimiento de Francisco. Son 135 los "purpurados" llamados a votar en él, a puerta cerrada y el 80% han sido seleccionado por Bergoglio durante su pontificado.
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"Muchos de los cardenales que van a elegir al nuevo papa fueron nombrados por él. Yo espero esta herencia del papa Francisco, que es muy particular y muy distinta", subraya Herique Cymerman. "La Curia es como una puerta de hierro muy pesada que hasta que se abre, tarda. Por eso él apelaba a gente como yo para intentar conseguir sus objetivos", ha aseverado el periodista a Ana Rosa Quintana.
También ha recordado la respuesta que Bergoglio le daba siempre que le preguntaba cómo se encontraba y lamenta que "es muy duro" para él ver las imágenes de sus encuentros a lo largo de estos años. "Aún estoy vivo", le decía Francisco ante cada -qué tal- de su amigo personal.