El sol radiante de Roma es jueves, 20 de marzo, brilla sobre el Hospital Gemelli de Roma. Allí, en la décima planta, el papa Francisco (88 años) se recupera satisfactoriamente de su bronquitis y neumonía bilateral que puso en riesgo su vida hace poco más de un mes.
Si estuvo a punto de morir hasta en dos ocasiones es algo que solo saben quienes estuvieron a su lado en esos momentos tan tensos, durante los primeros días de hospitalización del pontífice. La situación ha sido preocupante y no cabe duda de que, en parte, lo sigue siendo. La prudencia de los médicos es una clara señal.
Para despejar las dudas sobre su continuidad y frenar la oleada de comentarios de expertos y vaticanistas que hablan de su posible renuncia, las autoridades de la Iglesia Católica ya quitaban hierro al asunto antes, incluso, de saber que se confirmaban las mejorías de Bergoglio en el Policlínico.
Ahora, además, hay una prueba más que significativa con la que en el Vaticano dan un golpe en la mesa para demostrar con contundencia que el Papa no tiene ninguna intención de dejar el cargo, al menos mientras su salud le permita mantenerse en el pontificado con todas sus facultades. Mantiene una cita muy importante que ha confirmado ya la prensa extranjera.
El papa Francisco se recupera lentamente en el Hospital Gemelli
El papa Francisco presenta mejorías graduales desde hace más de una semana. Los médicos, sin embargo, se centran en hacer bien su trabajo con los tratamientos elegidos para que el pontífice salga del "cuadro clínico complejo" que todavía no ha abandonado.
No hay fecha para que abandone el Policlínico de Roma y continúa hospitalizado, mientras se confirma la gran noticia de que ya no tiene que utilizar la ventilación mecánica no invasiva durante la noche y ya no requiere dormir con mascarilla.
GTRES
Ha incorporado alimentos sólidos a la dieta prescrita por los facultativos y no se han vuelto a presentar episodios de fiebre o crisis respiratorias, lo que anima a su entorno y, con cautela, hace pensar que podrá volver al Vaticano en algún momento, aunque todavía no se sepa si será más pronto que tarde.
El papa Francisco mantiene su agenda y la cita clave con el rey Carlos III
La prueba más contundente de su continuidad al frente de la Iglesia Católica era confirmada esta semana por la prensa internacional. El papa francisco mantiene intacta una cita muy importante en su agenda: la visita oficial del Rey Carlos III y la reina Camila.
Fuentes cercanas a la Casa Real británica confirmaban al 'Mirror' su voluntad de compartir con el Santo Padre ese encuentro cuando reciba el alta hospitalaria en el Gemelli de Roma: "Nuestras esperanzas y oraciones para que la salud del papa Francisco permita que la visita se lleve a cabo".
GTRES
Esta parada en la gira de los reyes fue confirmada por el citado medio en exclusiva hace semanas y explicaban que se llevaría a cabo entre los días 7 y 10 de abril. La reunión se celebraría en la Basílica Papal de San Pablo Extramuros, a poco más de 6 kilómetros de la Ciudad del Vaticano. También participarían en una ceremonia en la Capilla Sixtina sobre el "cuidado de la creación".
Mantienen, por tanto, esa visita de Estado y la Santa Sede prevé que en esa primera semana de abril Bergoglio pueda ya estar en la Casa Santa Marta, su lugar de residencia, continuando con su recuperación, pero también atendiendo poco a poco sus compromisos y preparado para unas fechas muy señaladas: la Semana Santa.
La carta del papa Francisco, en el cajón del camarlengo
La famosa carta que el papa Francisco redactó y firmó en 2013, poco tiempo después de acceder al pontificado, estará en algún cajón. El camarlengo Kevin Joseph Farrell, cardenal que tendría que pulsar el botón de alarma en caso de Sede Vacante, fue el que recibió esa misiva de manos del pontífice.
Puede ocurrir, no obstante, que los más cercanos al Santo Padre le aconsejen cuidarse y no exponerse demasiado, ahora que su estado de salud es delicado y ha estado en riesgo durante un mes en el Hospital Gemelli de Roma, donde ingresó el 14 de febrero.
GTRES
Hay otra cita, más lejana, que supondría un esfuerzo extraordinario para Bergoglio, ya que su intención era viajar este mismo verano a Oceanía. Se trata de un viaje demasiado largo y los médicos podrían también recomendarle no cruzar esa línea, debido a su cansancio y a lo que ha tenido que enfrentarse a lo largo de todas estas semanas.
GTRES
Con esto, habrá que esperar cómo reaccionan los que hablan de una renuncia inminente y de reuniones de cardenales que estarían preparando una potencial campaña electoral por si se repite un escenario como el de Benedicto XVI y tienen que estar listos para el cónclave en poco tiempo.