La instrucción del caso Rafa Mir (27 años) sigue su curso y la jueza de Llíria ha comenzado a escuchar las declaraciones relacionadas con los hechos que se produjeron en el chalet en el que reside el futbolista durante la madrugada del 1 de septiembre. Según la denuncia presentada por dos jóvenes de 25 y 21 años, el jugador del Valencia y su amigo Pablo Jara (26) habrían tenido actitudes constitutivas de presuntos delitos de agresión sexual, con y sin acceso carnal, pero los abogados de los acusados sostienen que sus clientes niegan que sucediera como las supuestas víctimas lo cuentan.
Esa noche, tres agentes locales se desplazaron al lugar, alertados por un vecino y en su informe ya respaldaban la versión de Mir y Jara, algo que han constatado en su declaración ante la magistrada, donde han explicado que consideraron que se trataba de "una cuestión leve" y han justificado, además, por qué no siguieron el protocolo acorde a este tipo de delitos, al no observar que se estuviera ante esa situación. Este testimonio supone un empujón a la estrategia de la defensa, aunque hay que escuchar a los siguientes testigos que responderán a las preguntas de la jueza.
Los agentes locales de Bétera consideraron la acusación contra Rafa Mir "una cuestión leve"
Este jueves, 28 de noviembre, los agentes locales de Bétera que acudieron en la madrugada del 1 de septiembre a casa de Rafa Mir, alertados por un vecino al escuchar el incidente, han declarado en el Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia. Los abogados del futbolista y de su amigo Pablo Jara ya señalaron durante los primeros días que el informe de estos policías apoyaba la versión de sus clientes, ya que ellos no observaron que hubiera podido producirse una agresión sexual dentro del chalet, algo que han mantenido en su declaración esta semana, además de explicar por qué no aplicaba el protocolo habitual para ese tipo de delitos.
"Lo tomamos como una cuestión leve. De haber detectado agresión sexual, habríamos seguido protocolos", han dicho ante la magistrada, a la que han contado que se limitaron a tranquilizar a las jóvenes denunciantes y también intentaron esclarecer lo que había sucedido de puertas hacia dentro. No observaron lesiones ni hematomas y no se habría dado, por otro lado, un relato relacionado con una agresión sexual en ese momento, cuando escucharon a las jóvenes de 25 y 21 años, motivo por el cual procedieron de esa forma y exculpan al deportista. En este sentido, el informe posterior, de la Guardia Civil, aseguraba que el testimonio de la presunta víctima "no tiene atisbo de duda" y se explicaba que en el momento inicial podría haber influido el shock para no haber ofrecido más detalles a los agentes locales.
Hay un aspecto en el que sí dejan clara una actitud reprobable por parte del futbolista del Valencia, que según los declarantes les habría dado un nombre falso al ser preguntado por el amigo que le acompañaba en el chalet: Pablo Jara. Aunque posteriormente se identificó correctamente al que fuera jugador del Alcantarilla, en un inicio Rafa Mir habría mentido con los datos que proporcionó de su colega, algo que han manifestado ante la instructora.
Caso Rafa Mir: ¿Y ahora qué?
Ahora, los siguientes pasos también están asociados a declaraciones ante la jueza instructora, que tiene que evaluar lo que relaten otros testigos, como una presunta e hipotética tercera víctima y el vecino que alertó a los agentes del incidente en el chalet de Bétera en la madrugada del 1 de septiembre. Además, en un primer momento también se apuntaba a la posibilidad de que ofrecieran su testimonio los conductores de los taxis en los que los futbolistas y las jóvenes se trasladaron desde el local de ocio en el que se encontraban aquella noche hasta el domicilio de Rafa Mir en la localidad valenciana.
Otro de los citados como testigos ha sido el padre de la joven de 21 años que denunció al delantero del Valencia, a quien su hija habría contado entre lágrimas que Rafa Mir la forzó, aunque todas las versiones continúan siendo presuntas hasta que se demuestre cómo sucedió todo. Por otro lado, Gabriel Esturillo, abogado de Pablo Jara, hablaba en el programa 'Vamos a ver' el 5 de septiembre de una quinta persona presente en el domicilio y que también negaría la mayor, en la línea de su cliente y su amigo.
Mir no ha reaccionado de ninguna manera y se mantiene en silencio a la espera de que avance la instrucción y salgan a la luz más detalles de las conclusiones a las que pueda llegar la magistrada y la Fiscalía antes de que lleguen otras fases del proceso judicial. Este jueves, momento en el que se producían esta serie de declaraciones, sí compartía una historia a través de su perfil oficial en 'Instagram', en la que compartía una foto de equipo del Valencia, con vistas al presente y futuro del club en la temporada 2024/25.