Frank Cuesta se despide de su comunidad tras tomar una importante decisión: “Probablemente termine deportado o tirado en la cárcel”

Frank Cuesta (53 años) abandona las redes sociales. Es la última decisión que ha compartido a través de su perfil de YouTube hace pocas horas. El aventurero que afronta varios procesos legales en Tailandia se ha mostrado transparente sobre su realidad en el país asiático y no ha descartado que pueda terminar pronto en prisión.

Últimas palabras Frank Cuesta al frente de una cámara

Frank Cuesta ha tomado una de las decisiones más complicadas de su vida. Se marcha de las redes sociales. “Este es probablemente uno de los vídeos más duros que he hecho y que haré en mi vida”, ha señalado con tristeza. El conocido aventurero en España por su amor a los animales ha comenzado su última aparición en internet recordando su trabajo de estos últimos años.

“Todos me conocéis por temas relacionados con los animales, también de polémicas y opiniones que pueden gustar más no menos. Ha sido un camino muy bonito todos estos años intentando mostrar un poquito la naturaleza a mi manera e intentar llegar a familias y gente más joven. Siempre he intentado mostrar desde un punto de vista distendido y con desparpajo el día a día y la vida de los animales y la naturaleza”, cuenta desde su pequeña casita situada en el Santuario.

Aunque Frank Cuesta se despide con tristeza, ha reconocido que todos estos años han sido de lo más acogedores gracias su comunidad. “La verdad es que ha sido un camino muy bonito en ese sentido. A nivel personal, también quiero deciros que he podido aprender muchísimo. Nadie nace con todo aprendido y, de alguna manera, he intentado mejorar poco a poco en muchísimos aspectos”, explica. El aventurero leonés también ha dedicado varios minutos a recordar todo lo que ha conseguido y construido durante tantos años en Tailandia, país que se convirtió en su nuevo hogar.

“Hemos creado una asociación, un refugio y un santuario. Me siento muy realizado y feliz por lo que hemos conseguido. En ese sentido, no tengo queja personal hacia mí, ni la gente que ha estado a mi alrededor y de los animales. Entre todos hemos conseguido ir creando un mundo paralelo de realidad a distancia en la cual nos hemos hecho compañía unos a todos y hemos aprendido durante mucho tiempo”, continúa.

Frank Cuesta no descarta terminar en prisión

A pesar de todo, la realidad ahora es que Frank Cuesta afronta complicados procesos judiciales que debe solucionar pronto. Hace pocos meses era denunciado y detenido por una presunta posesión ilegal de animales protegidos. Aunque fue puesto en libertad bajo fianza, el proceso legal que afronta todavía no ha terminado. “Sabéis que han estado pasando muchas cosas últimamente. Después en Tailandia, tristemente voy a tener que abandonar el país en algún momento. Para mí es algo muy triste después de sentir que esto era mi hogar obviamente”, cuenta.

Aun así, es consciente de que debe hacer frente a la situación lo ante posible. “Todo esto que está pasando ha llegado un momento que ha afectado a mi familia y a Paloma que es la gente que más cercana y que más quiero en el mundo”, señala. Por este motivo, ha tomado una importante decisión al respecto. “Lo que he estado pensando durante varios días y semanas es que tengo que dar un paso atrás. No porque quiera o porque sea necesario. No estoy donde tengo que estar ahora mismo. Ni en mi mente ni ilusión ni motivación”, señala cabizbajo.

Ahora, una de las mayores preguntas se sitúa sobre el Santuario. ¿Quién se encargará de las labores si Frank ingresa en prisión? Parece que su nueva compañera de vida, Paloma, está capacitada para ello. “Durante las últimas semanas he intentado que aprenda más sobre todo esto y vaya haciendo las cosas. Mi hijo también se ha abierto un canal de YouTube y está haciendo vídeos para salir adelante. Ha dejado su equipo de fútbol y todo en España para venirse aquí y estar conmigo”, cuenta Frank. Por último, ha señalado que su futuro en Tailandia no tiene un buen pronóstico.

“No soy un mal tipo. No soy una persona mala. Probablemente termine deportado o tirado en la cárcel como un perro, por eso voy a dejar de estar de cara al público en redes sociales. Cada vez que aparezco se sigue haciendo más hondo el agujero y yo lo que quiero es limpiar todo esto y salir de aquí”, ha explicado. Por el momento, Frank no mostrará más su presencia en redes y se centrará en solucionar los procesos legales que tiene abiertos para rehacer su vida quizás lejos de Tailandia.