El 21 de abril de 2025, a las 7.35, en su residencia de Santa Marta, el Papa Francico fallecía tras haber reaparecido el Domingo de Resurrección. El pontífice ha pasado a la historia por ser el primero de muchos en llevar a cabo ciertas iniciativas en el seno de la Iglesia Católica. Aun así, también su pasado como sindicalista, profesor de Psicología y Literatura e incluso técnico químico es sorprendente y digno de admirar.
El pasado de Francisco y sus primeros pasos en el seno de la iglesia antes de convertirse en Papa
Jorge Mario Bergoglio, de nacionalidad argentina con raíces italianas, nació el 17 de diciembre de 1936. Desde marzo de 2013 ejercía como jefe de Estado y era también el octavo soberano de la Ciudad del Vaticano tras la renuncia del anterior Papa, Benedicto XVI. Sin embargo, su pasado va mucho más allá de su devoción por la iglesia. Antes de dar sus primeros pasos, Bergoglio trabajó como técnico químico tras graduarse en la escuela secundaria industrial. También dedicó parte de su vida a los laboratorios destinados a controlar la higiene de productos alimenticios. No obstante, ya sentía desde muy joven una fuerte vocación religiosa.
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En cualquier caso, siempre fue un gran estudiante y amante de la cultura, la historia y el conocimiento. De hecho, tras finalizar su formación académica y dar sus primeros pasos en el mundo laboral, entre 1964 y 1965 ejerció como profesor de Literatura y Psicología en la escuela jesuita Inmaculada Concepción de Santa Fe. Poco después, se iniciaba como novicio para entrar en el seminario. En 1969 llegaba uno de los momentos que cambiarían poco después el rumbo de su vida.
En este año fue ordenado sacerdote y cuatro más tarde se convertía en el supervisor provincial de los jesuitas en Argentina hasta el año 1979. Francisco no dejó nunca de trabajar y estudiar para cumplir nuevas metas. De hecho, entre 1980 y 1986 también ocupó un importante cargo. Fue rector del Colegio Máximo y de la Facultad de Filosofía y Teología del Partido de San Miguel. Francisco no solo residió en Argentina e Italia durante la mayor parte de su vida. También dedicó parte de ella a Alemania, donde también ha residido durante un periodo de tiempo algo más corto.
Bergoglio siempre llamó la atención de sus fieles y de su entorno por su afable y bondadoso temperamento que lo caracterizaban. De hecho, este aspecto fue clave para dar un paso más en el seno de la Iglesia Católica. Francisco adquirió el cargo de obispo titular de la diócesis de Oca en 1992 de la mano de Juan Pablo II. Para más inri, también se convirtió en uno de los cuatro obispos auxiliares de la arquidiócesis de Buenos Aires (Argentina). Cinco años más tarde, fue designado arzobispo coadjutor de la capital de su país natal con derecho a sucesión.
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De hecho, este fue su siguiente movimiento. Francisco sustituyó a su mentor tras su muerte en 1998. Juan Pablo II siempre tuvo devoción por Bergoglio. Por este motivo, le otorgó el cargo a cardenal presbítero de San Roberto Belarmino. Tras su muerte en 2005, Bergoglio se convirtió en uno de los candidatos que podrían ocupar el puesto del sumo pontífice.
Sin embargo, finalmente fue elegido mediante votación el alemán Joseph Ratzinger quien adoptó el nombre de Benedicto XVI. Ese mismo año, Bergoglio se convirtió en el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. No fue hasta el 13 de marzo de 2013 con la renuncia de Benedicto XVI cuando llegaba su gran momento. Tras el cónclave celebrado, Francisco fue elegido nuevo Papa. En ese momento se convertía en el primer pontífice de América y jesuita.
Su aplaudida labor como Papa desde 2013
Desde que Francisco llegó al cargo, su labor ha sido reconocida y aplaudida por millones de fieles. Esta se ha caracterizado por la bondad y su adhesión a la opción preferencial por los pobres, el principio que acoge a los marginados y personas en riesgo de exclusión. También su compromiso con las personas de diferentes credos y órdenes ha sido clave durante su mandato.
Sus acciones, con un guiño sindicalista, se han centrado en distintas reformas sobre la administración, los tribunales eclesiásticos, el derecho canónico, las comunidades sociales, la sanidad e incluso la familia. Su transparencia, humildad y sencillez también han sido clave durante su paso por el máximo cargo de la Iglesia Católica. Ahora, Francisco afronta uno de los momentos más complicados de su vida, aunque espera superarlo como ya ha hecho en otras ocasiones.
Cuando era joven luchó contra una enfermedad que terminó extirpándole parte de un pulmón. Esta condición fue un agravante para su neumonía bilateral que, finalmente, ha acabado con su vida tras llevar semanas tratando de recuperarse.