El polémico cisma protagonizado por las clarisas de Belorado cumple cinco meses. Aun así, desde que renunciaron a la Iglesia en un escrito de forma oficial el pasado mes de mayo, continúan en el punto de mira. Su trama se ha convertido ahora en uno de los temas más mediáticos el país, aunque no parece importarles demasiado. De hecho, ellas mismas se han sentado ante las cámaras de televisión y medios de comunicación para ofrecer entrevistas y exclusivas.
La última actitud que han forjado las clarisas de Belorado
Las excomulgadas clarisas han denunciado siempre el abuso de poder de la Iglesia para defender su inocencia. No obstante, varios expertos señalan que el cisma que han protagonizado está directamente relacionado con un comportamiento sectario. Es el caso de Luis Santamaría del Río, licenciado en Teología con estudios de postgrado de Comunicación e investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), quien asegura que han sido influidas por personas como Pablo de Rojas también excomulgado en 2019 quien encabeza desde entonces su propia orden religiosa. Lo cierto es que, sea cual sea el motivo detrás del cisma la actitud de las clarisas es firme y no van a cambiar. De hecho, la situación cada vez es peor para las clarisas quienes se enfrentan ahora a una demanda de desahucio por la que podrán terminar muy pronto en la calle. A pesar de todo, han señalado en varias ocasiones que no va a retirar su decisión de abandonar la Iglesia.
Como bien señala el citado experto en su última entrevista concedida en ‘Cultus Formación’, "no están abiertas, se cierran en banda”. Las religiosas se han negado a toda propuesta de diálogo hasta el momento. La primera de ellas surgió de la mano del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quien asegura que siempre ha hecho un llamamiento para arreglar sus disconformidades y llegar a un acuerdo en el que acontezca la paz. Por su parte, las ya excomulgadas clarisas se niegan rotunamente a mediar con Mario Iceta. Según han señalado en varias ocasiones, solo pretende manipularlas. Sin duda alguna, la pugna de las clarisas contra la Iglesia se ha convertido en un constante tira y afloja. No obstante, el arzobispo de Burgos no es el único que se ha posicionado contra las clarisas. Sor Lucía Caram, una importante clarisa de la comunidad hispanohablante, subrayaba en ‘Código 10’ sus fallidos esfuerzos de convencer a las clarisas para que mediaran mediante el diálogo con la Iglesia.
La negativa de las clarisas frente a las peticiones de diálogo
“Creo que es el momento de sentarse a dialogar, sino de las cosas espirituales y de las cuestiones de fe que planteáis porque sois muy libres de marcharos si queréis, si de la repercusión material y de la situación jurídica a la que os veis avocadas con esta decisión”, señalaba en el citado programa de televisión hace unas semanas. En esta misma línea, Sor Lucía Caram reiteraba sus esfuerzos por “intentar solucionar las cosas con el diálogo”. “Mario Iceta quiere ayudar a y solucionar todos los problemas y la situación que se está viviendo desde la verdad, desde la transparencia, sin calumnias y sin ataques”, concluía. Sin embargo, este discurso no fue suficiente. La realidad es que ningún argumento parece serlo.
“No están abiertas, esto es algo en lo que coinciden con las sectas, no hay apertura al diálogo, si hay cualquier comunicación es siempre utilizado como medio por el propio grupo para sus intereses”, señala Luis Santamaría. “Por parte de la iglesia católica, la gente le echado en cada al arzobispo que haya sido tan indulgente con ellas cuando solo ha recibido bofetadas, insultos y denuncias en los juzgados”, asegura. Aunque Mario Iceta espera que la justicia las desahucie del convento, todavía mantiene la posibilidad de que vuelvan a formar parte de la Iglesia si muestran arrepentimiento de sus actos, aunque no parece que esto vaya a suceder nunca.
Por el momento, las clarisas se mantienen firmes y no hay nada que las haga cambiar de opinión. De hecho, Sor Paz, la segunda clarisa al mando, abandonó el convento hace pocas semanas por unas presuntas desavenencias con Sor Isabel. En mitad de esta pugna religiosa, el experto en sectas ha destacado otra importante cuestión que pocos han mencionado hasta ahora. “Hay cinco monjas mayores de las que no sabemos nada, que no han renunciado a la Iglesia y siguen viviendo con aquellas que ni son monjas ni son católicas”, señala en el citado medio. De momento, nadie puede hacer nada más por la Iglesia ni por las religiosas. Lo único que está claro es que un juez deberá tomar una decisión sobre la denuncia de desahucio. Mientras tanto, las clarisas continuarán viviendo en el convento de Santa Clara el cual defienden que les pertenece.