La periodista nicaragüense Laura Rodríguez ha sido una de las profesionales que más empeño ha puesto en la investigación de todo lo relacionado con el caso Daniel Sancho. Desde aquel 2 de agosto en el que el cirujano colombiano Edwin Arrieta fuera asesinado en la isla tailandesa de Koh Samui, no ha dejado de dar voz a todas las partes.
Lo ha hecho a través de su canal de 'Youtube', 'Español en casa', desde el que ha conectado con abogados, expertos y en el que también ha expuesto todo lo que ella misma iba descubriendo a través de numerosas fuentes. Fue, de hecho, la primera en publicar los supuestos audios de Rodolfo Sancho a Nilson Domínguez, el testigo que le acusa de intentar comprar, presuntamente, su testimonio en el juicio de su hijo.
En la revista Lecturas hemos podido conversar con ella en exclusiva para poner sobre la mesa varias cuestiones relacionados con este caso y con lo que ha supuesto para ella, con su dilatada trayectoria, entrar en ese terreno.
Más de un año y medio hablando sobre el caso Daniel Sancho
"Considero que es un caso muy sencillo que ya ha quedado bastante claro", comienza la periodista Laura Rodríguez analizando un crimen que nos ha tenido durante meses hablando de numerosos giros de guion. "Simplemente, Daniel Sancho mantenía una relación sentimental con Edwin Arrieta y en un determinado momento decidió deshacerse de él", considera en el principal resumen.
Para ella, "el móvil de este crimen no fue económico", sino "pasional", algo que ha destrozado a los Arrieta, pero también a los Sancho: "Daniel tenía problemas mentales y por eso decidió matar al cirujano colombiano. Es un caso desafortunado para ambas familias y nadie ha salido ganando en esto. Al menos de mi parte ya no tengo nada más que decir. Daniel ya está condenado y pasará al menos 10 años en una prisión tailandesa".
Un caso extremadamente mediático
Laura Rodríguez cree que "en este caso se han cruzado todos los límites" y reconoce que jamás pensó "que este crimen se extendiera tanto": "Considero que ya no hay mucho que contar . Todos los periodistas sabemos que el ciclo de las noticias se renueva constantemente, y lo que hoy es noticia mañana es hemeroteca".
Los audios de Nilson y la falta de pruebas de Joaquín Campos
Para Laura, este caso ha supuesto "una gran inversión de tiempo y energía" y le ha llevado a someterse a "dilemas éticos" importante, en esa elección sobre "lo que contar y lo que no". Fue el caso de la publicación en exclusiva de los audios de Nilson Domínguez, con un "gran interés mediático" y la llamada de muchos medios de comunicación españoles para replicarlos.
"Nunca imaginé que algo que había publicado en mi canal de 'Youtube' generara tanto interés en otro continente. Sin embargo, esto también ha tenido un alto costo personal. Nunca había cubierto un asesinato, así que tuve que aprender rápido y en corto tiempo como cubrir este tipo de sucesos", repasa la periodista nicaragüense.
También ha sido la que ha investigado con tremenda minuciosidad lo que Joaquín Campos cuenta en su libro'Muerte en Tailandia', un asunto que le ha resultado "decepcionante": "Una persona que parecía ser seria y coherente comenzara a distorsionar la realidad para escribir columnas y fabricar “exclusivas falsas”".
Matiza que "no hay nada malo con ganar dinero haciendo un trabajo honesto, pero distorsionar la verdad para hacerla más atractiva y escandalosa ante la audiencia me parece antiético y amoral". "'Muerte en Tailandia' es un libro de fantasía que no tiene rigurosidad periodística. Es un novela de ficción basada en hechos reales", resume.
"Al final, hemos descubiero que Edwin Arrieta no envió 1.350.000 euros a España, que Rodolfo no cobró 1 millón de euros por el documental de HBO, que Juan Gonzalo Ospina no le pagó 650 mil euros a Metapon, que Alice no es una peligrosa estafadora vinculada con la mafia rusa y que Edwin Arrieta sí ejercía legalmente en Colombia, en Chile y en Argentina", critica la también docente universitaria con estupefacción.
El recurso de Daniel Sancho, un trámite interminable
El recurso de apelación a la sentencia de Daniel Sancho por el asesinato premeditado de Edwin Arrieta se está haciendo esperar demasiado. Tras dos prórrogas, tampoco ha llegado al tribunal correspondiente antes de terminar el mes de febrero y todavía no se sabe si se entregará este mes de marzo.
"La defensa de Daniel Sancho ha asegurado que apelará y yo creo que sí lo harán, pero no porque ellos crean que esta apelación llegará a algún lado. Lo harán a petición de Daniel Sancho", opina Laura Rodríguez, que cree que "todos sabemos que la apelación es una pérdida de tiempo" y que, al final, "tendrán que esperar a que haya sentencia firme, pedir el perdón real y pagar la indemnización a la familia Arrieta. No hay otro camino. Daniel ya ha escrito su destino".
El precio de dar voz a todas las caras de la moneda
Para esta periodista nicaragüense, -que conecta a diario con cientos de miles de espectadores cada noche a través de su canal de 'Youtube' 'Español en casa'-, dar voz a todas las caras de la moneda en este caso tan mediático ha tenido para ella un precio muy alto.
"Creo que en 'Youtube' hay mucho desconocimiento en torno al verdadero papel de los periodistas. Los comunicadores no tenemos bandos, le damos voz a todos, ese es nuestro trabajo. Todas las fuentes tienen derecho de réplica y los que tenemos un altavoz debemos ser coherentes con nuestros principios y con nuestra formación académica", explica y justifica.
"Este crimen no es un partido de fútbol", quiere aclarar Laura, que vuelve a poner el acento en el hecho de que en este crimen "hay una familia que ha perdido a un hijo y a un hermano, y hay otra familia que tendrá que destinar grandes recursos económicos y emocionales para ser el soporte de otro en prisión". Suscribe, por otro lado, unas palabras de la madre de Daniel Sancho, Silvia Bronchalo, cuando dijo que "aquí no hay ganadores, todos hemos perdido".
Ha hablado con prácticamente todos los protagonistas de esta trama infinita en su espacio y ha tratado que esa cobertura "sea lo más imparcial posible". Es de la máxima de que los periodistas "no somos la noticia" y por eso en su ventana prima la información sobre la opinión. "Creo que mis seguidores sí lo entienden. Mi papel como periodista no es demonizar a nadie, no me interesa. Mi papel es hacer preguntas y el entrevistado tiene derecho a responder lo que desee", añade.
Periodista, docente universitaria y muy organizada
Laura Rodríguez es periodista en Nicaragua y docente universitaria. Tiene dos carreras y también dos trabajos, pero tiene una clave para combinarlo todo: "la organización". "Me gustan los calendarios, las agendas y las alarmas. Creo que esa es la clave para balancear mi vida. Duermo 9 horas diarias y me encanta contar historias", comparte a la revista Lecturas.
"Mi género periodístico favorito es la entrevista porque aprendo de otras personas, escucho otras formas de ver la vida, otros puntos de vista y aprendo continuamente. Soy una mujer sencilla. Me gusta interactuar con otros porque creo que siempre hay mucho que aprender de la vida, del mundo y del periodismo", se define.
Se considera también "una pieza en construcción" y trata, cada día, de dar "lo mejor de sí", aprendiendo de los errores y haciendo un ejercicio práctico de escucha en cuanto a las críticas constructivas y los consejos, sobre todo cuando se los dan referentes o profesionales con dilatada experiencia.
La reflexión personal de Laura Rodríguez
"Creo que el mundo está cargado de odio y de dolor y por tanto es importante que los periodistas y creadores de contenido fomentemos la empatía, el respeto y la tolerancia. Un mundo sin empatía está destinado a ser una jauría de lobos", reflexiona Laura, a la que dejamos que pueda expresar lo que siente para cerrar nuestra conversación.
"No debemos olvidar nuestra humanidad, porque el día que la olvidemos nos convertiremos en lo que siempre hemos criticado. El mundo de Internet puede tornarse verdaderamente cruel y por eso es importante que nunca olvidemos que al final del día todos tenemos días malos y días buenos, y todos tenemos luz y sombra en nuestra vida. No hay víctimas ni villanos en esta historia, todos ejercemos nuestro papel lo mejor que podemos", continúa la periodista.
Además, apunta que "nunca debemos olvidar que los periodistas no le debemos lealtad a nadie. Nuestro trabajo es decir la verdad. A algunos les gustará y a otros no, pero, ¿Acaso el papel de los periodistas no es ser incómodos? El periodismo es un trabajo de alto riesgo. Es la segunda profesión más peligrosa del mundo, pero también es un trabajo muy gratificante. Al final del día lo importante es que tu audiencia tenga las dos caras de la moneda, y si logras eso, todo lo demás es ganancia".