EXCLUSIVA | Jorge Piedrafita, abogado en el caso Íñigo Errejón: "Si no entrega su teléfono, se solicitarán medidas coercitivas"

En la revista Lecturas hemos hablado con el representante de la acusación popular en una semana clave para la instrucción de la causa

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Íñigo Errejón y Jorge Piedrafita
GTRES

El caso Íñigo Errejón (41 años) llega esta semana a uno de sus puntos más álgidos con la entrega de los teléfonos móviles en sede judicial. A las puertas de la Semana Santa y con el Domingo de Ramos a la vuelta de la esquina, la primera procesión a la que acudirán la denunciante y el investigado será hacia los Juzgados de Plaza de Castilla.

Este viernes, 11 de abril, Elisa Mouliaá (36) está citada a las 10 de la mañana, mientras que el expolítico tendrá que personarse media hora más tarde después de mostrar, junto a su equipo legal, su disconformidad con esta medida, ya que puede verse vulnerado su derecho a la intimidad.

A pesar de que la providencia dictada por el magistrado instructor el 28 de marzo era recurrible, por el momento no han presentado ningún requerimiento y cabría la posibilidad de que la entrega de terminales se produzca sin ningún contratiempo.

En la revista Lecturas hemos hablado con Jorge Piedrafita, abogado de la acusación popular en representación de la Asociación Defensa Integral Víctimas Especializada, para abordar los últimos movimientos en esta fase del proceso judicial al que se enfrenta el exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados.

La entrega de teléfonos, en el aire desde el principio en el caso Errejón

Desde que se instara a Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá a entregar sus teléfonos móviles para que la Unidad Central de Investigaciones Tecnológicas proceda a su volcado, este trámite ha estado en el aire. Ella ya intentó dejarlo en el juzgado de Instrucción número 47 el 13 de marzo, pero su terminal no podía ser analizado con los medios de los que disponían.

En el caso del exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, han intentado que se puedan presentar las pruebas de las supuestas conversaciones entre ellos de otra forma, sin la necesidad de que pueda descargarse la información de su dispositivo, pero el juez no ha accedido a esa petición de la defensa.

El magistrado da la negativa a una alternativa, ya que no ve problema alguno en el hecho de continuar por esta vía, ya que ha dado las instrucciones pertinentes para que no se acceda a ninguna otra conversación ajena a esta investigación.

Elisa Mouliaá, en '¡De viernes!'
'¡De viernes!'

Llama la atención, por otro lado, que el investigado sería el primer interesado en que se procediera al análisis, ya que es una de sus bazas para demostrar que continuaron hablando después de la noche de autos. Para Jorge Piedrafita, no obstante, no es algo que demuestre que no hubo una presunta agresión sexual.

"Hay profesionales independientes, que ante casos similares han señalado que dentro de la dinámica circunstancial es muy habitual que las víctimas continúen manteniendo contacto y relación con sus agresores, sin que ello merme un ápice la gravedad del calvario que pueden estar sufriendo", contestaba el abogado a la revista Lecturas.

En la conversación de esta semana, el abogado expone a este medio que "tras un rosario de excusas, zancadillas y obstáculos" tienen el deseo de que el investigado "cumpla con el requerimiento judicial" y advierte que, si no lo entrega, "se solicitarán medidas coercitivas ante la desobediencia a la justicia".

Los informes psicológicos y psiquiátricos de Elisa Mouliaá, muy contundentes

La acusación particular, capitaneada por Alfredo Arrién, eligió al psiquiatra José Cabrera y al psicólogo Jose Capote por su independencia. Con ellos se elaboraron los informes psiquiátricos y psicológicos que se han incorporado a la causa y que han puesto sobre la mesa conclusiones muy contundentes.

Elisa Mouliaá
Europa Press

En el caso del segundo experto, explicaba en exclusiva a este medio hace un mes dónde estaban los puntos claves en los que Íñigo Errejón habría demostrado en su propia declaración que no se habría dado un consentimiento por parte de Elisa Mouliaá.

Con ello, Jorge Piedrafita considera que, "a expensas de ser ratificados y ampliados por los peritos en el juzgado, confirman, reafirman y sustentan la declaración de la víctima".

La dilación en el proceso judicial contra Íñigo Errejón

El juez Adolfo Carretero considera que el análisis de los teléfonos de la denunciante y el investigado supondrá contar con "una prueba muy importante" y "esencial", pero ese volcado que llevará a cabo el departamento especializado de la Policía Nacional implica una tarea que requiere de un tiempo.

Íñigo Errejón
GTRES

El hecho de que se haya tardado en realizar la entrega hace que la dilación sea mayor, sumado a que no será hasta el 20 de junio cuando declararán otros tres testigos: un psicólogo que permanece en el anonimato y los dos dueños de la casa en la que se llevó a cabo la fiesta en la que se habría dado una de las presuntas agresiones sexuales.

Aún así, Jorge Piedrafita explica que "los tiempos de instrucción están por debajo de la media de las duraciones de las investigaciones en Plaza de Castilla". En este sentido, concluye, "beneficia a todos la diligencia y máxima velocidad que está llevando la causa".