EXCLUSIVA | Giro en el caso Errejón: la explicación que podría estar detrás de la negativa a entregar su teléfono móvil

Una de las principales bazas del equipo jurídico del expolítico son las conversaciones posteriores al presunto episodio denunciado

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Íñigo Errejón, a su salida del juzgado
GTRES

Hace prácticamente un mes acudíamos a la primera cita clave del proceso judicial al que se enfrenta Íñigo Errejón (41 años) por un presunto delito de agresión sexual tras ser denunciado el 25 de octubre de 2024 por Elisa Mouliaá (36).  El 16 de enero comparecían los dos ante el juez Adolfo Carretero y él insistía en su inocencia, mientras ella ratificaba punto por punto su denuncia al tiempo que añadía nuevos detalles.

Para la actriz fue difícil enfrentarse a una hora y 20 de preguntas en uninterrogatorio que ha sido fuertemente criticado por el tono y las cuestiones del magistrado en los Juzgados de Plaza de Castilla. Para el expolítico y su abogada había una cuestión clave: las conversaciones que mantendrían, según su versión de los hechos su denunciante y él.

El exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados considera que la solicitud de entregar su teléfono móvil es una medida "invasiva" y su equipo jurídico añade que con ello se podría vulnerar su derecho fundamental a la intimidad. Desde la acusación particular tienen una respuesta que explicaría la razón por la que podría quedar en evidencia si se llegara a volcar el contenido de su dispositivo, si se confirma la versión de las "reacciones" que sostiene la actriz.

Las versiones enfrentadas de Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá

Más allá de la presunta falta o no de consentimiento en los "besos y toqueteos" que los dos recuerdan de aquella noche, las versiones de Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá son bien distintas en otros muchos detalles, como en el consumo de alcohol o las conversaciones que podrían haber mantenido después de lo que supuestamente ocurrió en septiembre de 2021.

La defensa del expolítico entregaba mensajes que la actriz habría borrado, uno de ellos enviado presuntamente el 14 de octubre de ese mismo año, solo unos días después de la noche de autos. En él, ella se referiría a un cantautor para decirle "mira a quién nos perdimos el otro día".

La denunciante explicaba en su declaración ante el juez Adolfo Carretero cómo habían sido esos intercambios de mensajes: "Dos años más tarde, cuando tuve que divorciarme de mi marido, que teníamos buena relación hasta finales de 2022, cuando vino a España hubo un pequeño incidente con él y ahí le pregunté (A Íñigo) en un momento de desesperación por un abogado".

Cree que "se quedó ahí" y no recibió respuesta por su parte e insiste en que "solo fue eso". "Me felicitó por mi cumpleaños en 2022, no le contesté y le contesté a los cuatro días". Tras ello, aseguraba en su comparecencia en Plaza de Castilla, no había más contacto: "No he vuelto a hablar con esta persona ni a verle en mi vida".

Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá: conversaciones o reacciones en tres años

Si el investigado se aferra a la baza de las conversaciones, en algún momento se tendría que cotejar en los dos teléfonos cuántas fueron y en qué contexto. Él sostiene que mantuvieron una buena relación tras los hechos denunciados y que "fue una buena noche", a lo que el abogado de la acusación particular le gustaría haberle preguntado: "Si fue tan buena noche, ¿Por qué no se intentó repetir?".

Aunque habría que comprobar si hay más mensajes, el letrado que acompaña a Elisa Mouliaá, Alfredo Arrién, nos aseguraba en conversación exclusiva con la revista Lecturas que "son 6 reacciones en tres años y no conversaciones". En ese sentido, si se confirma que no se dio esa situación y no "siguieron hablando" de una forma continuada y distendida, tal y como alega la defensa de Íñigo Errejón, habría un posible escollo en su estrategia de cara a demostrar su inocencia.

Por otro lado, uno de los psiquiatras que participará en la evaluación y elaboración de los informes psiquiátricos que aportará el equipo jurídico de la actriz como prueba, José Cabrera, explicaba que esto puede ocurrir entre una víctima y su agresor después de los hechos. Hablando, eso sí, en términos generales y sin puntualizar en el caso concreto en el que nos encontramos.

No hay más denuncias, señoría

Cuando Elisa Mouliaá fue la primera en denunciar a Íñigo Errejón por presunta agresión sexual, la propia actriz aseguraba que varias mujeres se habían puesto en contacto con ella para empatizar con ella y narrar otros supuestos episodios con el expolítico. Lo cierto es que la única denuncia que se presentó más allá de esta fue la de la excolaboradora Aída Nízar, aunque la causa fue archivada en Barcelona.

Hasta hoy, la también presentadora es la única cuyo testimonio ha llevado al exportavoz de Sumar a los tribunales, todavía como investigado y con un proceso que aún está en fase de instrucción. Arrién considera, eso sí, que con las pruebas que manejan, "habrá juicio y probablemente será condenado".