El jueves, 14 de noviembre de 2024, Lesly Guadalupe Ochoa (28 años), ratificaba ante la jueza su denuncia a Nacho Cano (61) por presuntos delitos contra los trabajadores y los ciudadanos extranjeros y, casi un mes después, el 12 de diciembre, declaraba como investigada, tras las acusaciones del productor por supuestas amenazas al equipo de Malinche, musical en el que la mexicana fue becada junto a otros 16 compañeros para formarse junto al elenco del espectáculo. Este año, la Navidad de la bailarina y el compositor está marcada por su enfrentamiento judicial, que avanzará nuevamente el próximo 13 de enero, cuando él declare ante la magistrada Inmaculada Iglesias Sánchez.
La defensa del director de escena ponía, además, una querella contra la titular del juzgado de Instrucción número 19 de Madrid por presunta prevaricación, después de que ella alegara "motivos de agenda" para posponer la cita para que él contestara a sus preguntas, en un inicio programada para el 20 de diciembre. "No comprendemos, porque la agenda era la misma en el día de ayer que posteriormente a la modificación", decía su equipo legal tras el cambio. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid no ha admitido a trámite dicha querella.
En Lecturas hemos hablado, en exclusiva, con Lesly, quien continúa viviendo en España buscando nuevas oportunidades laborales en el ámbito escénico, algo que no termina de llegar y que le está llevando a una situación de desesperación. Considera que su batalla legal con Cano le está cerrando puertas y está viviendo un auténtico drama que le ha hecho replantearse su permanencia en nuestro país, tal y como nos cuenta entre lágrimas.
La complicada situación de Lesly, la bailarina mexicana que denunció a Nacho Cano
Lesly Ochoa atraviesa un momento delicado, en plena Navidad y lejos de su país, mientras continúa su enfrentamiento con Nacho Cano en los tribunales y sin encontrar una oportunidad laboral para dejar atrás su paso por Malinche. Nos cuenta que ha pensado en tirar la toalla y volver a México, porque nadie quiere contratarle y cree que le ha pasado factura la denuncia que le puso después de que la apartaran del musical: "Yo sólo quiero trabajar, amo mi trabajo, amo sentirme útil y quiero demostrar que soy buena en lo que hago, pero esto está pudiendo más que todo el esfuerzo que yo estoy haciendo y siento que me estoy apagando".
A finales de octubre, con motivo de la celebración del 'Día de Muertos', muy popular entre los mexicanos en la víspera de nuestro 'Día de Todos los Santos', una agencia le contrató para un espectáculo, pero al intentar entrar en otro proyecto navideño, vio como la puerta se le cerraba: "Me dijeron que les había gustado mucho mi trabajo, pero directamente les habían dicho que no me podían contratar más para proyectos que tuvieran que ver con ellos, así que ya no me quisieron contratar para 'El tren de la navidad'".
En estas semanas, otra promotora que se había interesado en su perfil para varios trabajos como azafata y bailarina, -y que supuestamente desconocía el enfrentamiento judicial entre la artista y productor-, le habría trasladado, presuntamente, que no pueden contar con ella para esos trabajos, de momento. "Mucha gente me ha sugerido que haga vídeos en mis redes sociales exponiendo todo esto, pero estoy cansada y me siento harta de todo. Siento que la vida no me está dando más", lamenta la bailarina.
Lesly lamenta que ya no le llamen para castings presenciales
Cuando declaró ante la jueza Inmaculada Iglesias para ratificar su denuncia a Nacho Cano, Lesly decidió dar por respuesta a los periodistas unos versos de la canción 'Lucha de gigantes', algo que repitió el 12 de diciembre a su salida de los juzgados de Plaza de Castilla, en esa ocasión tras prestar declaración como investigada. Reconoce que le cuesta mucho defenderse ante las cámaras para contestar a las preguntas y hay muchas cuestiones que prefiere responder únicamente en sede judicial, pero mientras tanto clama por poder seguir trabajando y mostrando su talento.
"Me siento súper perdida, me siento inútil, no puedo trabajar y no sé qué hacer. A veces he pensado que no sirvo para esto. Me gusta mucho mi carrera, sé que soy buena en lo que hago, porque me apasiona y trato de dar lo mejor de mi siempre, pero no sé cómo la gente me va a ver, aunque nunca me haya afectado eso", se desahoga entre lágrimas mientras repasa todas las disciplinas en las que se ha formado como bailarina, desde danza aérea y hasta acrobacias.
Quiere "ser positiva", pero asegura que cuando llegó a España le llamaban para muchos castings presenciales y ahora no ocurre lo mismo, después de que se convirtiera en la becaria de Malinche que denunciaba al director del musical: "No sé si hacer los castings, porque quiero hacer el de 'The Wicked'. No es porque sea la mejor bailarina del mundo, pero cuando llegué el año pasado, a todos los que me postulaba me daban casting presencial y no podía por los papeles, pero ahora que puedo trabajar me fastidia mucho que de plano me digan que no".