El número de perros que reside en los hogares españoles ha aumentado notablemente en los últimos años. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022 la población canina era de 9,3 millones, una cifra que ahora ahora todavía es mayor.
Estos datos no dejan indiferente a nadie, ya que el precio de mantener a una mascota es menor al de un hijo. Además, el tiempo de sus cuidados es menor que el de un niño. Como resultado a la precariedad laboral y la dificultad para conciliar, cada vez más jóvenes apuestan por un perro a la hora de ampliar la familia.
El coste de cuidar un hijo frente al de un perro
El tiempo para la conciliación entre las personas jóvenes es cada vez menor. A esto se suma la problemática que engloba los bajos sueldos y la situación laboral tan precaria en la que viven miles de jóvenes en España. Por ello, a la hora de ampliar una familia, hay parejas que prefieren apostar por un perro antes que por un niño. Uno de los factores cruciales que afectan sobre esta decisión es el dinero. De hecho, el coste de mantener a un niño en España frente al de un perro es mucho mayor.
En España, el coste medio para criar a un hijo al mes ronda los 700 euros, que suponen alrededor de 8.400 euros al año. Además, es un coste que ha incrementado en los últimos años y que, todavía es mayor, a medida que los hijos crecen y tienen más necesidades. La edad que más dinero requiere se sitúa sobre los 16 y hasta que se terminan sus estudios. Para quienes deciden estudiar una carrera universitaria, el precio por hijo incrementa notablemente.
De hecho, todavía aumenta más para aquellos que estudian fuera de casa y el coste mensual de una residencia o el alquiler de un piso con sus gastos se suma al precio de la matrícula universitaria que puede oscilar entre los 820 y los 1.400 euros anuales. Sin duda, son cifras que a muchos les impresiona y afrontar esta situación junto a los gastos habituales referentes a la vivienda, alimentación y ocio, no resulta una pequeña cuantía.
Por otro lado, el coste de la manutención de un perro en España es bastante menor. Según la Real Sociedad Canina de España (RSCE), el precio medio ronda los 100 euros al mes, suponiendo un total de 1.200 euros al año. Los gastos engloban atención sanitaria canina, utensilios para el hogar, las vacaciones y la higiene del animal. Además, los cuidados que necesita para sobrevivir, no son los mismos que una persona y tampoco demasiados en comparación con los de un niño. Un perro necesita cariño, asistencia veterinaria, alimentación, salir a pasear y jugar. En ningún caso va a requerir ir a la universidad, practicar algún deporte o necesitar una academia de idiomas. Por el contrario, un niño si necesita tiempo extra para acudir a estas actividades.
Beneficios psicológicos de tener un peludo en casa
También hay quienes viven solos y apuestan por tener una mascota en su hogar que le haga compañía. Además, los perros pueden influir positivamente sobre los problemas psicológicos. Según un estudio de la Universidad Commonwealth de Virginia, pasar tiempo con estos animales puede reducir la ansiedad, la depresión o el estrés. De hecho, tener un perro ayuda a mantener un estilo de vida activo gracias a sacarlo a pasear y jugar con él.
También pueden llegar a mejorar la autoestima y aumentan el nivel de responsabilidad, ya que cuidar de ellos tampoco es una tarea fácil. A los más introvertidos les puede ayudar hasta a mejorar su vida social. Es habitual ver en los parques reuniones de dueños que pasean junto sus mascotas, donde tanto ellos como los perros socializan y se divierten por un tiempo.
Además, los perros están catalogados como animales de compañía por el apoyo que pueden llegar a proporcionar. De hecho, tiene mucho de verdad aquella expresión que se ha pronunciado desde hace décadas, “el perro es el mejor amigo del hombre”. Estos animales de cuatro patas son capaces de establecer un gran vínculo con su dueño o en el hogar en el que viven. Entre sus características destacan la nobleza, la lealtad y el amor incondicional. En definitiva, los perros no requieren tanta atención como un niño, mientras que su amor y lealtad son incondicionales.