El nombre de Juan Carlos Unzué (57 años) resulta muy conocido en el ámbito deportivo. El portero se convirtió en todo un estandarte de equipos como el Sevilla, el Barcelona o el Osasuna, donde ejerció de portero. Desde hace unos años dejó de estar vinculado con el deporte debido al diagnóstico de su enfermedad: la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Desde el año 2019 se ha convertido en todo un abanderado de la lucha de esta enfermedad, siendo un auténtico ejemplo de lucha y adaptación.
Su vida ha cambiado de manera radical con el avance de la enfermedad. Tras dejar de ser entrenador, su voz comenzó a ser habitual en las retransmisiones de diferentes partidos de fútbol. Sin embargo, también tuvo que renunciar a este hecho debido a sus dificultades para respirar. “Vosotros me habéis dado la posibilidad de mirar o de ver los partidos con esa mirada de entrenador. Quiero anunciaros que, debido a esa limitación respiratoria, necesito hacer más esfuerzo para hablar, por lo que creo que ha llegado el momento para dejar de comentar partidos de DAZN, muy a mi pesar”, expresó.
La desgarradora decisión de Juan Carlos Unzué, futbolista y enfermo de ELA
El navarro ha concedido una entrevista muy sincera a Radio Nacional de España (RNE), en la que ha explicado las decisiones que ha tomado con respecto a la evolución que ha ido sufriendo por la enfermedad. “Hace dos o tres años firmé mis últimas voluntades. Dentro de esas últimas voluntades estaba la pregunta de si quería hacerme la traqueostomía. En aquel momento dije sí, totalmente convencido”, confesaba el guardameta.
Sin embargo, ha cambiado de parecer y tiene sus motivos muy claros. “Y hoy os tengo que decir totalmente convencido que no me la voy a hacer cuando llegue ese momento”, revelaba con firmeza durante su entrevista con Carles Mesa. “Primero quiero decir y dejar bien claro que tengo admiración por las personas afectadas que he conocido, que se han hecho la traqueo y le han dado sentido a su vida”, explicaba el navarro.
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No obstante, su determinación es muy diferente, a pesar del respeto que tiene por otras personas que ha podido conocer durante este tiempo. “Les tengo admiración, pero yo siento que no voy a tener la calidad de vida suficiente para estar contento, para disfrutar. Y prefiero marcharme un poco antes, pero con la sensación de que mi vida ha sido una vida plena hasta el último día”, declaraba sobre esta desgarradora decisión que dejaba al entrevistador sin palabras.
La lucha de Juan Carlos Unzué con las ayudas para los enfermos de ELA
Durante su conversación con el periodista ha querido dejar claro que va a continuar luchando como lleva haciendo en estos últimos años. De hecho, el portero siempre ha dejado claro que su lucha va más allá de ofrecer una visión de la enfermedad a todos los sectores, puesto que también pelea por las mejoras en las ayudas para todos los afectados por esta enfermedad que no disponen de los medios suficientes.
De hecho, él reside en la actualidad en una vivienda adaptada a sus necesidades en Esplugues de Llobregat. “Todo va más lento por los trámites burocráticos. Hemos presentado un plan de choque que consiste en adelantar una parte del presupuesto para poder cuidar y atender a las personas que requieren de ventilación las 24 horas”, explicaba sobre esta situación en la que deja claro que la mayoría de enfermos no dispone de recursos para salir adelante.
La familia de Juan Carlos Unzué, su principal pilar
Para el guardameta su familia es su máximo pilar. De hecho, durante esta entrevista tan sincera su mujer no se separó de su lado, tal y como lleva haciendo durante tantísimos años. Por ello, ha querido dedicarle también unas palabras. “Esta es una enfermedad que afecta también al entorno más cercano. Para mí, la parte positiva de la ELA es comprobar que en un momento de dificultad tu pareja está más unida a ti que nunca”, expresaba.
No obstante, también quiso revelar un momento muy emotivo que vivió cuando le tuvo que confesar a sus hijos la enfermedad que padece. “Recuerdo cuando se lo conté a mis hijos. Nos juntamos todos y mi mujer me dijo que quizás había sido un poco duro, pero sentí que lo tenía que contar así”, revelaba. De hecho, habló del orgullo que siente hacia sus hijos y de la aceptación que han tenido de su enfermedad para así sentirse arropado y no pensar en ningún momento que se encuentra totalmente solo, algo que define como “lo peor que se puede hacer con una persona enferma”.