El lunes, 12 de febrero, los acusados de formar parte de una banda criminal dedicada a robos en domicilio con violencia e intimidación en el marco de la ‘Operación Abgena’ pasaban a disposición judicial. Después de prestar declaración, el juez de Instrucción número 16 de Sevilla acordaba la prisión provisional para Antonio Tejado y otros cinco detenidos, dejando en libertad con cargos a otros dos. Hablamos con la fiscal Marta Guinot sobre esta medida cautelar, que priva de libertad a una persona durante un tiempo determinado.
Una medida cautelar si se dan unos supuestos
La prisión provisional o preventiva solo puede ser decretada por un juez o magistrado y se trata de una medida cautelar que priva de libertad a la persona sospechosa con el objetivo de evitar ciertos riesgos mientras avanza la instrucción del caso.
Es importante tener en cuenta que, durante este período, que no puede ser superior a 1 o 2 años en función de la pena asociada al delito cometido, la investigación sigue su curso y todavía se está trabajando con indicios y estos tendrán que ser probados durante el juicio.
Como no puede ser de otra manera, todo está regulado por ley, se trata de una situación en la que el acusado puede solicitar revisión y el juez puede aplicar modificaciones o suspenderla durante el proceso judicial siempre que se den una serie de circunstancia.
Las personas sospechosas para las que un juez adopta esta medida no están condenadas, mantienen en todo momento el derecho a la presunción de inocencia y únicamente podrá darse una prórroga si está justificado que no se han podido dar ciertos plazos.
Cuando "se dan los fines" y no hay otro remedio
La fiscal Marta Guinot nos explica por qué el juez ha podido acordar prisión provisional para Antonio Tejado al considerarlo presunto "autor intelectual" en el robo de su tía, ya que como hemos visto, no es una medida que pueda adoptarse a la ligera ni muchísimo menos.
Estamos hablando de privar la libertad de alguien durante un tiempo y en este caso, "se dan los fines y no existe otra medida menos gravosa", lo que quiere decir que no se habría encontrado, por parte de la autoridad judicial, una alternativa menos grave para el sospechoso.
Si no se dieran tales fines, se podría haber adoptado la libertad con cargos, que en esta operación aplica a dos de los presuntos miembros de la banda, por la que no se ingresa en prisión pero sí hay que cumplir con ciertas obligaciones, "como puede ser comparecer cada quince días ante las autoridades judiciales".
Proteger la investigación y la instrucción del caso
La experta recuerda que la instrucción “acaba de llegar a las manos de un juez y con esos indicios se acuerda la medida cautelar de prisión provisional, pero para ello hay que solicitarlo, razonarlo y motivar esa decisión”, porque el proceso es complejo y tiene varias fases.
Con esta medida, también se protege la investigación de tal forma que el detenido está incomunicado, ya que “seguramente puedan producirse más detenciones o se pueda levantar el secreto de sumario y hay que agotar esas medidas” para evitar fugas de información y favorecer así el buen curso de la investigación.
No obstante, recalca que “al estar en el inicio, nos movemos en la fase de indicios y eso se convertirá o no en pruebas durante el juicio oral”. Hasta ese momento, esta medida imposibilita que el encarcelado se pueda plantear una huida o que haya una posible destrucción de pruebas.