Caso Madeleine McCann: segundo fracaso en la investigación del último "sospechoso"

Se busca sin descanso al que las autoridades señalan como íntimo 'amigo de fechorías' de Brueckner, principal sospechoso de la desaparición en el Algarve, Portugal

Enrique Espada
Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

McCann
Gtres

Se han hecho documentales para Netflix, ha llenado páginas y páginas de periódicos de todo el mundo, pero, sin embargo, lo verdaderamente importante no llega a esclarecerse. La pregunta sigue siendo la misma que la de hace ya más de 14 años. ¿Dónde está esa adorable niña rubia que desapareció inesperadamente en el Algarve, Portugal?

Fue en 2007 y, hasta ahora, las autoridades competentes no han dejado de buscar a la británica que hoy tendría 21 años, si siguiese viva. Esta desaparición -tan popular para el mundo como la de la hija de Romina y Albano- ha estado repleta de polémica desde aquella templada noche del 3 de mayo de 'autos', mientras sus padres cenaban con otros amigos en esta turística zona costera del país luso. Y es que, durante ese mismo año y con la desaparición todavía muy caliente, la policía portuguesa incluso puso en el punto de mira a sus propios progenitores para un año después, en julio de 2008, salir del foco de la investigación por falta de pruebas.

Alemán y condenado por tráfico de drogas

Así las cosas, y con una investigación casi finalizada según el fiscal que instruye el caso, Madeleine McCann tiene una última oportunidad de regresar con sus padres. El caso vuelve a revitalizarse gracias a la supuesta aparición de un nuevo sospechoso en Alemania que, al menos, se le supone haber participado en el secuestro de la mediática menor.

Según las últimas informaciones, se trataría de un varón que responde al nombre de Ralph H., de 56 y de origen germánico que podría estar estrechamente relacionado con el principal sospechoso de la inexplicable desaparición, Christian Brueckner, también alemán y del que ya se sabe que es un depredador sexual con un desagradable pero amplio historial delictivo: actualmente cumple con condena por violar a una turista norteamericana septuagenaria y, tal y como se supo a principios de año, menos de un mes antes de la desaparición de Maddie este perturbado individuo secuestró a una niña de 14 años también en las playas de Portugal a la que le hizo todo tipo de vejaciones mientras la grababa.

'Amigo de fechorías' del principal sospechoso

Los indicios o posibles evidencias de la policía portuguesa son contundentes, tanto como para suponer que ambos, al menos en ese momento, fueron ‘íntimos’ y presuntos ‘compañeros de fechorías’ en la comisión de varios robos, según ha explicado recientemente The Sun

Por otro lado, los antecedentes de este presunto colaborador del sospechoso principal no son los mejores. Y todo resta. En Alemania, su país natal y donde siempre ha residido, Ralph H ha sido condenado recientemente por tráfico de drogas.
Tal es la convicción de los investigadores que están detrás de este caso de alcance internacional, que esta misma semana fueron a por él. Pero tras más de una hora en la puerta de su casa, en la ciudad de Brunswick, los agentes desplegados tuvieron que darse media vuelta sin dar con él.

Por el momento no cuentan con una orden de registro oficial, pero tras este primer fracaso las autoridades competentes han instalado rápidamente frente a la vivienda detectores de movimiento y varias cámaras de seguridad para tratar de buscar a quien podría ser supuesto ‘co-autor’ o cómplice de este delito que todavía no termina de esclarecerse. 

Tropiezos constantes desde 2007

La mirada de las policías británica, portuguesa y alemana -que están trabajando en equipo para resolver el caso- sigue puesta casi desde el primer día en Brueckner, aunque lo cierto es que solo hay indicios, ni una sola evidencia. 

Muestra clara de ello es el nada exitoso despliegue en el embalse portugués que el presunto secuestrador llamaba "mi pequeño paraíso" y en el que pasaba largas temporadas con su caravana. Aquí, 'la triada policial’ hizo una búsqueda intensiva de la que no consiguió ni una sola prueba que le inculpará. Ningún utensilio que pudiera haber utilizado en el crimen, el propio pijama rosa que llevaba la niña la noche de la desaparición... No dieron con nada relevante que arrojara algo de luz a la investigación.

Una falsa Maddie que dio la vuelta al mundo

Pero además de no dar con evidencias contundentes, durante todos estos años los investigadores han tenido que perder mucho tiempo en desechar testimonios no del todo fiables, como el de Hegel Bushing -quien cuenta que conoció al sospechoso en el Algarve- o de incluso tener que lidiar con una falsa Madeleine McCann. Julia Wendell, que así se llama, hace justo un año 'se sacó de la manga' ser la adorable niña rubia desaparecida. Evidentemente, las pruebas de ADN demostraron solo sus ansias de hacerse famosa de esta forma más que retorcida.