La impulsividad de un momento así no ha sido más fuerte y todavía no ha habido una reacción verbal de Antonio Tejado, a pesar de la insistencia de los periodistas en cada salida de su domicilio o al llegar al juzgado en el que tiene que firmar dos veces al mes tras su salida de prisión. En la última de esas visitas ha vuelto a reinar el silencio, pero sus gestos sí han podido transmitir el enfado al ser preguntado por su supuesta salida nocturna que destapaba un testigo, quien aseguraba haberle visto animado y de fiesta en un local de Sevilla.
Mientras María del Monte lucha contra los fantasmas de su pesadilla hace casi un año en el robo de su chalé en Ginés y continúa en tratamiento, su sobrino prefiere mantener la boca cerrada mientras continúa siendo el presunto autor intelectual de ese asalto a ojos de los investigadores y la Fiscalía, que por otro lado han dilatado los plazos de la fase de instrucción antes de que sepamos quiénes y en qué términos entraron en casa de la tonadillera durante la madrugada del 25 de agosto de 2023.
El verano más complicado de Antonio Tejado
Solo él y las personas que están a su lado saben realmente cómo está Antonio Tejado, porque no hemos escuchado una palabra suya desde que Nacho Abad publicara en exclusiva su polémica declaración ante el juez Gutiérrez Casillas. Su estado anímico es una incógnita y aunque su abogado, Fernando Velo, ha insistido en todo momento en que está tranquilo y bien, lo cierto es que se enfrenta a su verano más complicado, un año después del robo del que se le acusa y con una investigación que se les atraganta al dilatarse en el tiempo durante seis meses más. A la espera de recibir el volcado completo de los teléfonos de los presuntos miembros de la banda a la que se le atribuye el robo en el domicilio de María del Monte y ya con los informes forenses que confirman las secuelas de la artista y su mujer, con "trastorno adaptativo de ansiedad por estrés", los responsables de las diligencias tienen hasta el 6 de marzo de 2025 para presentar indicios en la instrucción.
El Ministerio Público mantiene al excolaborador como presunto "autor intelectual", "cooperador" e "informador", pero tiene que probar que las llamadas y mensajes que se han vinculado a los hechos se hicieran y enviaran con el objetivo de captar y compartir esa información que la Guardia Civil cree, fue trascendental para que la supuesta organización criminal pudiera actuar y acceder a la casa con más facilidad. Además, necesitan tener una mayor claridad del objetivo de la reunión que mantuvieron 'El Ruso', considerado como uno de los presuntos cabecillas, Tejado y la tercera persona que no estuvo en el radar en un principio y del que de momento se desconoce identidad y si tuvo o no algún papel en ese esquema en el que llevan trabajando desde hace prácticamente un año, cuando María e Inmaculada denunciaron el robo.
La incertidumbre y el silencio de Antonio Tejado
Según las primeras previsiones judiciales, el 6 de septiembre concluiría la investigación y, de hecho, el abogado de María del Monte e Inmaculada Casal, Francisco Baena Bocanegra, pronosticaba en unas declaraciones a finales de mayo que entendía que había concluido esa fase previa y aunque prefería no mojarse con las fechas, veía cerca el juicio oral. Al ver que el volcado de teléfonos se complicaba y descubrir el posible pastel en el encuentro de Antonio Tejado, Arseny Garibian y una tercera persona, todavía fuera de la investigación, las partes han tenido que asumir que hasta 2025 no llegará el momento clave del proceso judicial. Fernando Velo, letrado del sobrino de la cantante, prefería no valorar en qué medida iba a afectarles este nuevo plazo y le restaba importancia a una decisión que forma parte de la rutina en algunos de estos casos, pero la incertidumbre con la que viven a la espera de nuevos avances es mayor ahora, si cabe.
El silencio está siendo otra de las claves para la defensa de los supuestos implicados en el robo, porque ninguno de ellos ha hablado ni respondido a las preguntas de la prensa. En el caso de Antonio, al ser el más mediático, ha tenido cámaras y micrófonos en cadavisita al juzgado para firmar (dos veces al mes), una de sus obligaciones tras recibir la libertad a la espera de juicio, pero se ha mantenido serio y sin pronunciar una sola palabra por respuesta. La última de ellas ha sido especialmente tensa, ya que la información que un testigo trasladó al extinto programa 'Así es la vida' apuntaba a una fiesta del excolaborador de televisión "en malas condiciones y fardando de su estancia en prisión". Aunque los periodistas han querido conocer la versión de Tejado, ni ha entrado a desmentirlo ni ha entrado en otra serie de cuestiones.