La repentina llegada del calor azota ya a muchos territorios del país. Hasta la fecha, España era uno de los pocos lugares que vivía una situación anómala mientras que el resto de Europa se enfrenta desde hace semanas al sofocante "infierno climático". Ahora, varias zonas del territorio nacional sufren una alerta amarilla por temperaturas extremas que pueden poner en peligro la vida de muchas personas.
El peligro de las altas temperaturas
Aunque el verano está comúnmente asociado con las vacaciones y es una época de disfrute, lo cierto es que las altas temperaturas son potencialmente peligrosas para nuestra salud. Europa ya ha dado la voz de alarma para anunciar las próximas olas de calor y pide precaución para evitar muertes por esta condición. Tal y como señala Organización de las Naciones Unidas (ONU), son las perturbaciones provocadas por el cambio climático las que están provocando graves olas de calor. En consecuencia, las muertes producidas por golpes de calor no dejan de aumentar. Solo en 2022 se produjeron más de 61.000 fallecimientos relacionados con temperaturas extremas en Europa y este año no parece que la situación vaya a mejorar. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), este verano podrá ser uno de los más calurosos hasta la fecha.
La situación que se ha empezado a notar en los últimos días en España ya se ha cobrado, al menos, la vida de un hombre. Aun así, no es el único país. En Grecia varios turistas han fallecido a causa de las temperaturas que alcanzaron hace pocos días máximas de 43ºC. Lo mismo ha ocurrido en Arabia Saudí donde la inminente ola de calor se ha cobrado la vida de 1.300 personas durante la peregrinación a La Meca. Ante la preocupante situación, el Ministerio de Sanidad de España ha lanzado un plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de las temperaturas sobre la salud. Este documento recoge una serie de criterios mediante los que establece alertas por riesgo de temperaturas extremas en el país. El objetivo es alertar a la población de las zonas más peligrosas para la salud y que se lleven a cabo medidas para evitar golpes de calor.
¿Qué ocurre en el cuerpo con un golpe de calor?
El científico del clima y profesor de la Universidad de Hawai, Camilo Mora, ha llevado a cabo una investigación en la que ha estudiado la relación del calor con los índices de mortalidad. En su artículo 'Twenty.Seven Wys a Heat Wave Can Kill You', el científico ha identificado 27 circunstancias distintas en las que las personas pueden morir debido a temperaturas extremas. Según Mora, a temperaturas muy altas el cerebro prioriza el flujo sanguíneo en las funciones esenciales y lo reduce en órganos menos críticos. A partir de aquí, se desencadenan una serie de problemas. Una de las causas determinantes y consecuentes para sufrir un golpe de calor es que los órganos fallan.
Tal y como señala Camilo Mora en 'Euronews', la primera de las reacciones del cuerpo ante el sofocante calor es la sudoración. "Básicamente, el mecanismo por el que el cuerpo sale de ese calor es a través de la evaporación del sudor. Y para que eso ocurra, la temperatura exterior en el aire tiene que ser inferior a la temperatura corporal", explica Mora en el citado medio. "Siempre que la temperatura exterior sea igual o superior, la temperatura creada por el cuerpo no puede salir de él, y eso crea una condición llamada hipotermia, básicamente la incapacidad del cuerpo para liberar el calor que genera", añade.
Según explica el científico, cuando el cuerpo no puede enfriarse reacciona nuevamente gestionando el flujo sanguíneo para dar prioridad a la regulación de la temperatura corporal. Un mecanismo que en algunos casos puede ocasionar la muerte. "La prioridad es enfriar el cuerpo y para ello extrae toda la sangre del organismo y la envía a la piel para que, a través de la evaporación del sudor, esa sangre pueda volver fría", sostiene Camilo Mora en 'Euronews'. Esta acción que se encarga de desviar la sangre puede ejercer presión sobre el corazón y provocar un infarto o un fallo orgánico. Además, el científico sostiene que la coagulación que se produce como respuesta del cuerpo puede llegar al cerebro y ser potencialmente mortal.
Señales de alarma ante una insolación
Tal y como señalan los expertos, son las personas de edad avanzada y los más pequeños quienes más sufren ante temperaturas extremas. Para evitar una tragedia irreversible debemos actuar ante señales de alerta que nuestro propio cuerpo emite como llamada de socorro. La primera respuesta al calor es la sudoración, aunque otras como el aumento de la frecuencia cardíaca o las sensaciones de mareo son más preocupantes y determinantes. A partir de ahí, llegan las pérdidas de conocimiento y los desmayos. Tal y como señalan los expertos, para evitar estos riesgos se recomienda beber mucha agua y evitar el calor para no sufrir ninguna insolación. Otras alternativas como la ropa holgada y fresca o las dichas de agua templada y fría pueden ayudarnos a sobrellevar el calor extremo.