Nuevas noticias desde el Vaticano. Después de 48 horas en silencio médico por la estabilización en la evolución del papa Francisco, los médicos han emitido un nuevo boletín en el que inciden nuevamente en la mejoría del pontífice y también mantienen la cautela con la que han actuado a lo largo de todas estas semanas.
El viernes se cumplía un mes de la hospitalización de Bergoglio en el Gemelli de Roma y la pregunta que más se extendía era la del tiempo que tendría que permanecer ingresado a partir de su salida del pronóstico reservado. Está fuera del estado crítico, pero no han abandonado la prudencia ante un cuadro clínico complejo.
Si hay un cambio significativo en el nuevo comunicado urgente de la Sana Sede es precisamente el que apunta a que habrá que esperar para ver al vicario de Cristo abandonar las dependencias del Policlínico, pero con una "mejoría gradual"."Todavía requiere terapia médica", se puede leer en 'Vatican News', donde han vuelto a resumir toda la información sobre la última hora del estado de salud del papa Francisco.
En cuanto a los que apuntan a una posible retirada y a la preocupación por el hecho de que se pueda dar una sede vacante en Semana Santa, todavía hay cierto margen para que haya tiempo en la sucesión si Francisco decide renunciar, como ya lo hizo en su día Benedicto XVI.
La última hora sobre el estado de salud del papa Francisco en el Hospital Gemelli
El papa Francisco continúa evolucionando favorablemente y en un escenario optimista para sus médicos y allegados. "Las condiciones clínicas del Santo Padre permanecen estables, confirmando los progresos mostrados en la última semana", comunican desde el Vaticano este fin de semana con un mensaje de tranquilidad que se extiende ya por un período de más de 7 días.
No obstante, hay un matiz importante en el nuevo parte del Hospital Gemelli de Roma y es que el pontífice no podrá abandonar aún el Policlínico, pero por otro lado se confirma una "mejoría gradual". Es cierto que los facultativos hablaron de días, pero no especificaron cuál era el horizonte temporal previsto o esperado, dado que depende de su respuesta a la continuación de los tratamientos.
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Lo cierto es que "el Santo Padre requiere aún terapia médica hospitalaria, fisioterapia motora y respiratoria; estas terapias, por el momento, muestran una nueva mejoría gradual". El hecho de que tenga que continuar hospitalizado no significa, por tanto, que haya podido sufrir una nueva recaída.
"La oxigenoterapia de alto flujo continúa, reduciendo gradualmente la necesidad de ventilación mecánica no invasiva por la noche", subraya también 'Vatican News' en el boletín compartido en la tarde de este sábado, 15 de marzo, en el que se pone de manifiesto esa visión paciente ante una "recuperación lenta".
Otro avance importante: "El Papa puede moverse y caminar como siempre"
En las nuevas comunicaciones de la Santa Sede hay mucho más espacio para el optimismo y es que aseguran que "el Papa puede moverse y caminar como siempre, a veces necesita más ayuda, a veces menos. Son pequeños movimientos que le permiten alternar entre la cama y el sillón"
Además, también trasciende que a los tratamientos de oxigenoterapia y la alternancia de mascarilla de ventilación y el oxígeno de alto flujo, el pontífice "continúa la terapia farmacológica y la fisioterapia motora y respiratoria en el Gemelli". Ya ha comenzado su quinta semana hospitalizado en el Policlínico.
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Hasta allí, donde se ubica una estatua del papa Juan Pablo II, siguen acudiendo decenas de fieles cada día con velas y otras ofrendas para rezar el Rosario y orar por la salud de Jorge Mario Bergoglio, que durante las primeras semanas preocupó sobremanera por su delicado estado de salud.
El trabajo del papa Francisco, con restricciones
El papa Francisco ha estado pendiente de todo lo que ocurre en el Vaticano desde que presentara esas ligeras mejorías que le permitían encontrarse mucho mejor. Ha seguido los ejercicios espirituales del aula Pablo VI por videoconferencia y hasta ha "conectado" siempre sin mostrar su rostro a través de la cámara.
Hay voces, como la del vaticanista Francesco Grana, que apuntan a que es "impensable" que pueda retomar el ritmo requerido para su cargo cuando abandone el Hospital Gemelli de Roma, por lo que se estarían llevando a cabo ciertas reuniones entre cardenales para una potencial sucesión en el trono de la Iglesia Católica.
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Por el momento, el pontífice no mueve ficha y no hay ni rastro físico de la carta de renuncia que firmaba en 2013 cuando fue elegido en el cónclave, por la que renunciaría a sus funciones si se encontrara fuera de las capacidades para cumplir con sus obligaciones como Santo Padre y jefe de Estado de Ciudad del Vaticano.