Buenas noticias para los mayores de 55 años: en solo 10 años las pensiones crecerán un 15% aunque tiene un problema añadido

La reforma que ha puesto en marcha la Seguridad Social prevé un aumento de las pensiones hasta el 25% aunque tiene un efecto adscrito

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

José Luis Escrivá

Trabajaremos más, sí, pero cobraremos mucho mejor. Ese parece que es el lema que hay detrás de la reforma que ha puesto en marcha la Seguridad Social. Desde el pasado 1 de abril, han entrado ya en vigor importantes novedades sobre las pensiones y la jubilación, sobre todo parcial. El Gobierno pretende fomentar con un plan de incentivos a aquellos trabajadores que retrasen su edad de jubilación a cambio de compaginar el pago de la pensión con un desempeño a tiempo parcial.

En los últimos meses se ha podido comprobar como el porcentaje de trabajadores que deciden de forma voluntaria demorar su jubilación ha ido aumentado de forma paulativa. Combinar una parte de la retribución por el desempeño de un oficio con el cobro de la pensión. Esta tendencia ha hecho que desde el Gobierno se implemente un plan para fomentar que la edad de retiro del mundo laboral se retrase con el tiempo.

Según los cálculos que ha expresado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), dentro de diez años, en 2035, la edad media de jubilación habrá aumentado un año. Pasaremos de los 65,5 actuales a los 66,2. ¿A cambio de qué? De una pensión más elevada y un poder adquisitivo también mayor.

Aumento de las pensiones

El organismo independiente ha presentado un extenso informe en el que se da luz verde a la reforma planteada por el Gobierno y pactada con Bruselas. No está exento de alertas, pues la sostenibilidad del sistema de pensiones sigue en el aire, pero la Airef sí ve puntos positivos en esta reforma. Sobre todo, el gran cambio se produce en la jubilación demoradas. Según este informe:

  • Se prevé que un 30% de los trabajadores se jubilarán a los 68 años, tres años después de lo que les correspondería.
  • El porcentaje de trabajadores que se jubilen antes de tiempo bajará de forma radical.
  • Y las pensiones aumentarán a buen ritmo hasta llegar a un incremento del 25% en 2050.

Este crecimiento obedece a la derogación de la reforma anterior, aprobada durante el gobierno de Mariano Rajoy, donde se limitaba la revalorización de las pensiones y se fijaba el incremento a la esperanza de vida. Con este nuevo escenario, pactado por el anterior ministro socialista en el cargo, el crecimiento parece asegurado.

Trabajaremos más, sí

La contraparte puede que no sea tan esperanzadora. Desde el Gobierno se prevé impulsar la jubilación demorada. Para ello se ha organizado un plan de incentivos para aquellos trabajadores que retrasen su jubilación uno, dos o hasta tres años. Esperar para terminar de forma completa en el mundo laboral tiene beneficios.

El objetivo es combinar la retirada parcial de los trabajadores que retrasen su jubilación con contratos de relevo. Estos contratos, eso sí, deben ser indefinidos y se debe comprometer a que estén vinculados a la empresa como mínimo dos años desde que comienza la jubilación demorada. Además, se puede convertir a trabajadores a tiempo parcial en trabajadores relevistas. Todo con tal de incorporar más gente al mercado laboral.

Hay que tener en cuenta que, además, esta medida supondrá, por la lógica de la vida, un aumento en el gasto sanitario y de cuidados. Algo que complica y mucho el mantenimiento del sistema de pensiones de cara al futuro.