En los últimos meses, en ‘Vamos a ver’ de Telecinco han dado espacio a la denuncia pública de varios casos de inquiokupas en nuestro país. Casi siempre historias anónimas, pero también con famosos como protagonistas. Muy reciente queda la polémica historia del cantante Manu Tenorio y su frustrante lucha contra sus inquilinos morosos.
Este martes, el programa de Joaquín Prat ha compartido una nueva historia. La casera del famoso bailaor Antonio le ha acusado de no pagar las mensualidades del alquiler y los gastos variables de la vivienda de los últimos siete meses. Por ello, la propietaria no ha dudado en contratar los servicios de una empresa de desocupación para agilizar el proceso.
Impagos desde septiembre de 2023
“Eso es lo que asegura la propietaria de la casa en la que habita el bailaor desde hace once años. La documentación que obra en poder de este programa asegura que desde septiembre de 2023 hay impagos en servicios y en mensualidades y una deuda acumulada que ronda los 5.000 euros. La dueña del inmueble ha recurrido a una empresa para resolver esta situación, tanto el cobro como el desalojo de la vivienda”, ha explicado el colaborador del programa matinal de Telecinco Alfonso Egea.
El programa ha enviado a una reportera al lugar de los hechos, es decir, a la calle donde vive el sevillano y en la que casualmente también vive su casera. In situ, la periodista ha desvelado que la mujer ha intentado contactar con él en varias ocasiones aunque sin recibir respuesta alguna.
El bailaor no 'da señales de vida' a Rogelio, portavoz de la empresa de desokupas
Hasta allí también se ha trasladado Rogelio, portavoz de la propietaria y de la empresa de desokupas que la afectada ha contratado, quien ha explicado que “he intentado ponerme en contacto con él para llegar a una negociación, que abandone la casa, incluso perdonarle la deuda, pero no hay respuesta”.
Por otro lado, Rogelio le explica a la reportera que creen que Antonio Canales “se está riendo de ella, que dice que va a pagar y nunca paga” y que es mejor llegar a un acuerdo. “Tendremos que estar en contacto con él. Le llamarán los abogados y vendremos aquí continuamente. Pero si no sobrepasa la línea no habrá problema porque tampoco se ha portado tan mal”, ha explicado frente a la vivienda del artista ubicada en la localidad del Álamo, en Madrid.
¿Cómo te atreves a levantar falsos testimonios?, le escribe Canales a la propietaria
Una conexión en directo en la que han pasado más cosas. Y es que la reportera ha leído a cámara un mensaje que, al parecer, habría recibido la propietaria por parte de Canales a los pocos minutos de salir todo a la luz. “¿Cómo te atreves a levantar falsos testimonios? Yo no te debo ni una mensualidad. Te las he pagado siempre en mano. ¡No tengo ningún contrato vigente contigo! ¿Qué me quieres cobrar dos veces? ¡Los gastos de la casa están a tu nombre y debes hacerte cargo tú!”, es lo más relevante de la presunta comunicación.
El asunto, que ha sido debatido en plató por los colaboradores de Prat, también ha abordado la sorprendente baja cantidad que el exsuperviviente tiene que pagar cada mes. Solo 300 euros, precio tan reducido porque se trata de un contrato firmado en 2013.
Porque, según también cuenta Rogelio, el coreógrafo -además de pagar muy poco por su vivienda alquilada- también contaría con una vivienda en propiedad donde tendría pensado retirarse y a la que su casera quiere que se mude mucho antes si este decide no pagarle las mensualidades pendientes.
¿Cómo funcionan las empresas desoukupas?
Las compañías de desocupación tienen como objetivo mediar entre quienes ocupan de forma ilegal los inmuebles y sus propietarios, utilizando para ello técnicas no violentas con las que recuperar dichas propiedades e impedir que el okupa o el moroso vuelva a la casa una vez salga de ella.
Estas empresas también pueden optar por la mediación, es decir, llegar a ciertos acuerdos económicos con los okupas para que desalojen de manera voluntaria la residencia. Por ejemplo, si la empresa de desocupación cobra de su cliente 5.000 euros, usan 2.000 para ofrecérselos a los morosos a cambio de que se vayan de allí inmediatamente.