Hoy en TV, la película con la que Coppola soñó siempre y que da un final justo a una de las sagas más importantes de la historia del cine

Pocas cintas han sido tan controvertidas como la última entrega de la más famosa saga de películas del gran director Francis Coppola. Es imposible que no hayas disfrutado, al menos, de algunos de sus títulos. El Padrino, estrenada en 1972, se convirtió en un éxito en la taquilla y entre los críticos de la época, marcó los estándares de “el nuevo Hollywood” y consagró a Coppola como uno de los grandes directores de cine de la historia.

Esta, sin embargo, no es la cinta que veremos hoy en televisión. A las 22:00, en La 2, se emitirá el sueño de Coppola: El Padrino de Mario Puzo, Epílogo: La muerte de Michael Corleone.

El título se estrenó en 2020, con motivo del 30 aniversario de la última entrega de la historia de los Corleone, El Padrino III. La película de 1990, que ha sido criticada y destrozada por los amantes del cine, ha sido uno de los grandes fracasos del director, y dejó a Coppola un amargo sabor de boca.

Por suerte, Francis, pudo hacer su sueño realidad volviendo a la sala de edición para crear una versión que, confiesa, “es como si fuera una película nueva”. Si eres de aquellos a los que El Padrino III les supo a poco, tienes la oportunidad de disfrutar de esta versión revisada por el director que ha conseguido conquistar incluso a sus mayores detractores.

Una película condenada al fracaso

Las circunstancias que rodearon a la producción de El Padrino III parecían una crónica de una muerte anunciada. Durante más de diez años, el consagrado director de la saga se negaba a retomar el proyector. "Estaba cansado de llevar adelante ese tipo de películas, realmente me consumían”, confesaba Coppola en entrevistas para los medios algunos años más tarde.

En 1980, sin embargo, Francis vuelve a subirse al proyector. Hasta aquel momento, la productora, Paramount había tanteado cientos de guiones, versiones e ideas para la cinta. Con la incorporación del director, sin embargo, se desechó todo lo que había escrito para darle vía libre. Por desgracia, el director se retiró, dejando a las riendas del proyecto a Mario Puzo, el autor original de la obra, que se quedó como guionista fijo.

En 1986 Puzo escribe el guion que sí saldría adelante, con Mancini, el hijo bastardo de Sonny Corleone, como protagonista. Se barajaron muchos posibles directores, pero algo en el guion de Puzo consiguió captar la atención de Coppola, que volvió a ponerse a los mandos de una ambiciosa tercera parte. Los problemas económicos del director fueron, sin embargo, la auténtica clave de su reincorporación en el mundo de la mafia: "La verdad es que necesitaba dinero, y venía de un fuerte traspié económico en el que estuve cerca de perderlo todo" Su productora, American Zoetrope, iba mal.

La reincorporación de un Coppola en situación precaria dio paso a una relación algo más tensa con la productora. Pidió seis meses para trabajar el guion junto a Puzo, y le dieron tan solo seis semanas. No le dejaban usar el título La Muerte de Michael Corleone, que es el que tiene la nueva versión. Y si el presupuesto para la cinta superaba los 56 millones establecidos, tendría que salir de su bolsillo. Tenía un año para escribir, filmar, editar y terminar El Padrino III, que se estrenaría el 25 de diciembre de 1990.

Problemas con el reparto

A las limitaciones impuestas para el director, se sumaron tensiones con el reparto. Pacino pedía siete millones más un porcentaje de las entradas por volver a encarnar a Corleone. Coppola no podía aceptarlo, por lo que llegó a replantear el guion para comenzar la cinta con el funeral del Michael. Pronto comprendió, sin embargo, que la película perdía fuerza sin el personaje. Por suerte consiguió negociar con Al Pacino para que aceptase los 5 millones iniciales que ofrecía la productora.

Este, sin embargo, no fue el último problema con el casting. Robert Duvall, el encargado de dar vida a Tom Hagen, no consideraba que el millón de dólares que le ofrecía Paramount fuera suficiente, y pidió una oferta mejor. En este caso, la productora dio la orden a Coppola de continuar sin el personaje, decisión que no gustó demasiado al director. Aseguró, tiempo después, que sin el consiglieri la historia jamás estuvo completa.

Para el papel de Vicent Mancini, personaje sobre el que recaía gran parte de la trama, la productora no se mostró tan esquiva. Entre los posibles candidatos se encontraron grandes rostros, como Tom Cruise, Val Kilmer, Nicolas Cage, Alec Baldwin, Charlie Seen o Matt Dillon. El propio Coppola llegó a pensar en Robert De Niro para dar vida al bastardo de Sonny, pero al final el papel cayó en manos de Andy García.

Un último tropiezo: la participación de Sofia Coppola

Otro personaje clave era Mary Corleone, la hija de Michael, un papel sobre el que recaía gran parte de la fuerza emocional de la cinta. Coppola sabía que necesitaba a una actriz a la altura de las circunstancias, y el papel fue inicialmente para una joven Winona Ryder. Sin embargo, poco después de llegar a Roma para el rodaje, la actriz comunicó que abandonaba el proyecto.

El papel acabó en manos de la que, para muchos, supuso el gran fracaso de la cinta: Sofia Coppola, la hija del director, que contaba en aquel entonces con poco menos de 20 años y muy poca experiencia como actriz. Ella se mostró reticente a aceptar, pero finalmente accedió. “Sentía que él estaba bajo mucha presión, y yo intenté ayudarlo. Estaba en la edad justa para probarlo todo, y simplemente salté al proyecto”, confesaba años después. La decisión del director no fue bien recibida por la crítica, y los comentarios negativos no tardaron en llegar. “Las críticas no me afectaron mucho. Mi sueño no era ser actriz, así que las devoluciones no me destrozaron. Yo tenía otros intereses”, explicaba Sofia Coppola echando la mirada al pasado.

El estreno de la cinta solo hizo que las críticas aumentaran. No fue precisamente un éxito en taquilla, y las comparaciones con las primeras entregas de la saga fueron odiosas. Coppola se sentía devastado por la situación: “Los dardos se ensañaron contra esta niña de 18 años, que hizo todo ese trabajo solo por mí. Y así como la hija recibió la bala que iba dirigida a Michael Corleone, ella terminó haciendo lo mismo por mí"

En varias ocasiones, a partir de ese momento, el director aseguró que deseaba volver al proyecto para darle un merecido final: una cuarta parte de El Padrino, centrada en la adultez de Vincent y la juventud de Sonny. La muerte de Puzo en 1999, sin embargo, puso lo que parecía un definitivo punto final a la historia de los Corleone. Coppola no estaba dispuesto a hacer nada sin el autor original.

La oportunidad de hacerlo bien

Descartada la opción de añadir un cuarto título a la dinastía de los Corleone, solo quedaba una alternativa sobre la mesa: volver a trabajar sobre el material de la tercera cinta, y hacer las cosas bien. En 2020, con motivo del 30 aniversario del estreno del filme, Coppola al fin hizo su sueño realidad: El Padrino de Mario Puzo, Epílogo: La muerte de Michael Corleone.

El entusiasmo del director era palpable, y hasta llegó a afirmar en su estreno, sobre la cinta, que “es como si fuera una nueva película. Con una nueva emoción, con un nuevo estilo, con nueva resolución. He de confesar que estoy muy emocionado después de verla”.

Esta nueva versión, que está disponible también en Max y SkyShowtime, se emitirá este jueves 27 de febrero a las 22:00 en La Dos. La oportunidad de disfrutar la que debería haber sido siempre la cinta final de la saga más icónica de la historia del cine está ahora al alcance de todos. Si disfrutaste de las dos primeras, y El Padrino III te dejó un regusto amargo, no te la puedes perder.