Y por fin apareció. Charlene de Mónaco ha estado "desaparecida" de su agenda pública algo más de dos meses, una ausencia que, a pesar de seguir activa en sus redes sociales subiendo imágenes de su familia, empezaba a preocupar a los medios de comunicación.
Su aparición, después de protagonizar un vídeo privado en el que se veía a la princesa celebrando la victoria del equipo sudafricano en la final de la Copa del Mundo de rugby, ha tenido lugar en Italia, donde ha asistido a la inauguración de la escuela Parrozzani, que se destruyó durante los terremotos que tuvieron lugar en el centro del país en 2016 y que costaron la vida de 300 personas.
La asistencia de la mujer del príncipe Alberto a esta cita se debe a que el colegio ha sido reconstruido con fondos de la Cruz Roja italiana y monegasca, de la que la familia Grimaldi es patrona, además de estupenda representante.
Con motivo del tiempo que lleva la princesa sin aparecer en un acto público, la expectación creada por su visita era máxima, además de haber desatado todo tipo de especulaciones, incluida la de un posible embarazo. Una vez hizo acto de presencia, Charlene volvió a protagonizar una cita seria y desanimada, algo que viene siendo habitual en sus citas oficiales. Una vez más, la cuñada de Carolina de Mónaco llegó al evento, saludó a las autoridades, permaneció callada durante la presentación y se marchó después de recibir una medalla conmemorativa. La princesa no dedicó ni una sonrisa a los asistentes más pequeños.
Sin duda, una actitud completamente opuesta a la que se pudo ver en el reciente vídeo de la final de rugby junto a su hermano Gareth Wittstock y otros amigos, donde Charlene se mostraba relajada, feliz y muy animada, como viene siendo habitual fuera de los protocolos de palacio, cuando no tiene que afrontar sus obligaciones como miembro de la realeza monegasca.
Su asistencia a este acto está marcada por la duda. Quizá estaba prevista con anterioridad o quizá la princesa haya acudido tras la aparición del vídeo, para efectuar así un pequeño lavado de cara y forzar su vuelta a la agenda, antes del próximo 19 de noviembre, Día Nacional de Mónaco. Será entonces cuando, quiera o no, Charlene estará presente ya que su asistencia es de carácter obligatorio.