La semana pasada estuvo cargada de emociones, reencuentros y mucho trabajo. ¡Bendito trabajo! Es algo que siempre he dicho. La vida es muy caprichosa y pasas de cero a cien como los coches, en un segundo. Cuando hablo de reencuentros me refiero a mi vuelta a Telemadrid, cuando se cumplen 25 años de la primera vez que aparecí en los televisores de todos los madrileños. Lo hice con la misma ilusión de aquella vez, pero, evidentemente, con el crecimiento profesional y personal que tuve durante los siete años de ‘Con T de tarde’ y los siguientes años en Telecinco. He comenzado la aventura de ‘Juntos. El debate’ con las mismas ganas, los mismos nervios, con la incertidumbre y con la esperanza de hacer un buen programa que tiene un gran equipo detrás. Esperábamos que el público tuviera ganas de pasar con nosotros esa hora y media que dura el programa y que se emite todos los jueves en directo. ¡La acogida no pudo ser mejor! Volver a ver el rostro de mis compañeros como el del regidor, Gonzalo; los compañeros cámaras; y entrar en el camerino que ocupé durante muchos años y en esa sala de maquillaje me trajo muchos recuerdos bonitos. Es evidente que se nota el paso de esos 25 años en mí tanto exterior como interiormente. En estos años he vivido muchas cosas buenas y muy malas, como todos sabéis. Al final, como le dije a los colaboradores que me acompañaban en el primer programa –Juan Luis Galiacho, Ángela Portero, Paloma Barrientos y Antonio Rossi–, lo importante es estar aquí y estar vivo.