Estoy tranquila porque el lunes de la semana pasada pude estar unos minutos con la que para mí es mi hermana, Rocío. La vi nerviosa, pero por la responsabilidad de enfrentarse a un programa y por ese respeto que se merece el espectador. Esos nervios que hacen que estés al cien por cien. A pesar de eso, la vi tranquila, segura, pero, sobre todo, la vi.