La vida está llena de contrastes y la semana pasada la terminé muy contenta porque al final pude cuadrar para asistir a la boda de Mar, la hermana de Kike Calleja, y su marido, Javier. Es una boda de la que me siento familia, porque así lo viví y porque así me han tratado siempre. En esa familia tengo un ojito derecho y no es Kike. Me refiero a su padre, don Enrique Calleja. No pude ir a la iglesia porque en ese momento estaba en directo en ‘Viva la vida’, pero llegué a tiempo al banquete antes de que entraran los novios.