Terelu Campos

Terelu Campos

Terelu y Carmen
Garófano

"Mi sobrino ha cometido una injusticia contra una madre que se ha desvivido por él"

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Terelu Campos

Presentadora, colaboradora televisiva, bloguera y actriz

Si os digo que ha sido una semana ‘horribilis’, sé que me entendéis y que sabéis de sobra de lo que os hablo. Hay cosas en la vida que a una le parecen inimaginables y lo que ha ocurrido con las declaraciones de mi sobrino, es una de ellas.

Hay cosas en la vida que uno cree que le pasan a los demás, pero que no te pasan ti. Desgraciadamente, la vida me ha enseñado que es más fácil de lo que parece que te ocurran a ti. Hay familias en la vida que sus padres envejecen con absoluta dignidad y eso a mí no me ha tocado. Hay familias en la vida que no agreden verbalmente a sus familiares, y eso desgraciadamente, a mí me ha tocado. Claro que hay un dicho que utilizo mucho: Estoy curada de espanto. Estaba claro que estaban por llegar cosas que no sabía y ponen en entredicho “con esa clase de cosas estoy curada de espanto”.

Hermanas casi gemelas

Quiero hablar de mi hermana Carmen. Yo me he criado con mi hermana como si fuéramos mellizas o gemelas, no en vano, nos llevamos sólo catorce meses. Nuestras vidas han estado siempre unidas por una familia maravillosa, unidas por una madre por encima de todo y unidas por las familias que hemos creado cada una. Mi hermana era de pequeña ‘la fuerte’, la que no le daba miedo nada, los bichos, esto, lo otro. Yo era la del ‘susto susto, susto’. Siempre tenía susto. Luego debe ser que la vida me dio determinadas bofetadas en la cara para espabilar, quitarme muchos de esos miedos y convertirme en una persona sin miedo a vivir y sin miedo a las vicisitudes de la vida, y siendo y creyendo además, que soy una persona muy fuerte mentalmente, sabía que el mayor enemigo de mi hermana en ‘Supervivientes’ iba a ser su mente.

Hay una parte muy lógica en todo ello, hace relativamente poco tiempo, tan solo seis meses de la desaparición de nuestra madre, ella se embarca en una locura y a contrarreloj, que es la de preparar un homenaje del que nos sentimos muy orgullosas y del que le damos las gracias a Cuarzo Producciones y a TVE por confiar en ello. Un homenaje y un documental que se emitirá en su momento y que ha llevado un gran trabajo. Eso ha hecho que ella durante mucho tiempo tuviera a mi madre presente muchos días, durante muchas horas del día, viendo imágenes inéditas, decidiendo cuáles eran las más adecuadas, preparando a quién entrevistar para que hablara de ella, de lo que había sido conocerla, de lo que había sido trabajar con ella, de lo que había sido en el mundo de la comunicación.

Eso ha hecho que ella parara ese dolor y ese duelo durante algunos meses, por lo tanto yo sabía dentro de mí y ella dentro de sí, que esa ausencia, ese duelo y ese dolor se podía apoderar de ella en los Cayos Cochinos, y así ha sido. Cuando crees que vas a recuperar a tu hermana, que vuelve para recuperarse mentalmente, que tienes que apoyarla de ese duelo, que empieza a sentir y a vivir en primera persona, la vida le da uno de los mayores momentos de injusticia pública y privada y familiar que puede hacer una persona. Y no es cualquier persona, es lo que puede hacer un hijo con una madre. Con una madre ejemplar, con una madre desvivida y preocupada por el bienestar de sus dos hijos.

El cariño de una madre

De una madre que cuando ha recibido una mala respuesta, ahí ha seguido ella siempre, porque el cariño de una madre, es muy difícil de expresar cuando uno no lo es. Tienes una cierta esperanza de que cuando tus hijos se conviertan en padres se den cuenta de lo que somos los padres. En este caso, parece ser que tampoco hemos tenido la suerte. Escuchar decir a mi sobrino que mi hermana vendió el embarazo, poco menos que a hurtadillas, para mí es ver una película de ciencia ficción. Escuchar decir que mi hermana no ha pedido perdón… ¿perdón por qué? ¿Por lo que ella no ha hecho y le han hecho a ella los demás? ¿Es este el mundo al revés? Resulta que yo te ofendo, te agravio, ¿y soy yo la agraviada, la ofendida la que tiene que pedir perdón? No sé, debe haber cambiado mucho el mundo en pocos días para entender algo así. 

Escuchar decir ante una pregunta: ” ¿Tu madre te ha hecho daño? Sí”. Y que el entrevistador no le pregunte: “¿Y tú le has hecho daño a tu madre?”. Me asombra que un profesional, ante una afirmación tan categórica, no le salga preguntar: “¿Y tú?” No sé si la cantidad económica le habrá compensado el destroce personal, sentimental, que no solo le ha hecho a mi hermana, que sin lugar a dudas es la agraviada, sino que nos ha hecho a todos los demás. A todos los que siempre le hemos querido, le hemos cuidado, le hemos protegido, a todos a los que siempre nos ha tenido cuando había que estar ahí. Y luego está el ridículo, ¿no? Porque aquí hay una parte ridícula.

Hago una exclusiva para decir que me arrepiento de haber hecho otra exclusiva. Pues hay que tener pocas luces para hacer esta afirmación: “Me arrepiento de dar la exclusiva de mi boda, por eso estoy dando una sobre por qué me he separado”, que por cierto, creo que todo el que haya leído la entrevista, aún no ha entendido por qué se han separado. O si se han separado, o si están por separarse o debemos saber si es posible que se separe. Me encanta, esto de “deberemos saber, si es posible”, es algo que mi madre decía mucho. A mí, a la que has pedido durante mucho tiempo que no se me nombre, que no se hable de mí que no se hable de mi vida, no se te ocurra nombrarme nunca más. No es una amenaza, es un buen consejo.

Carmen Borrego
Garófano

Duelo por su hijo

Y para terminar, quiero compartir con vosotros una realidad. Ahora viene lo peor, mi hermana tiene que pasar un duelo por su hijo. Como bien dijo: “Salí de Honduras con una portada en la que mi hijo se había separado. Llegué a España y me di cuenta de quien se había separado no era de su mujer, sino de mí”. ¡Qué fuerte, qué triste, qué penoso, qué vergonzoso y qué injusto! La persona principal que debe pasar y pasará este duelo, porque aún sigue en shock, es mi hermana. Los demás lo haremos de otra manera. No es igual un hijo que un sobrino, eso es evidente. Pero que Carmen sepa que ahí estamos todos a una. Y cuando digo todos, no es solo la familia directa, los amigos, sé que la gran mayoría de compañeros de profesión, estarán ahí para ayudarla, al menos así lo quiero creer.