Terelu Campos

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Lecturas

Le hemos ocultado a mi madre que ha fallecido Hilario López Millán

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Presentadora, colaboradora televisiva, bloguera y actriz

La semana pasada nos dejó uno de los mejores profesionales ligados al mundo de la copla, Hilario López Millán. Nunca olvidaré el conocimiento que él tenía de ese género musical y que demostró durante tantos años en las diferentes emisoras de radio. Recuerdo muchos momentos de mi madre con Hilario en diferentes programas de televisión. Sentarse a hablar con él de música y de copla era una delicia. Escucharle hablar te nutría de sabiduría, de saber por qué se compuso una copla, quién la había cantado mejor y de muchas cosas que rodeaban al mundo de las folclóricas: celos, encuentros, desencuentros... Hilario se lo sabía absolutamente todo, porque vivía y disfrutaba con ellas. Ese tipo de conocimiento no te lo da el estudio de un género.

Hilario sentía, amaba y disfrutaba de lo que hablaba, por eso te quedabas embobado escuchándolo. Su sello de identidad era meter un chascarrillo a la vez que informaba. No ha habido en el mundo de la música, tertulia de radio o de televisión en la que no haya participado Hilario. Él, para mí, no solo ha sido un profesional. He tenido la oportunidad de compartir muchos veranos en Marbella, en el Hotel Coral Beach. A Hilario le gustaba estar con su inseparable Alberto en la piscina de arriba. Mi familia y yo preferíamos estar en la zona del beach, que era donde coincidíamos con él a la hora de comer. Otra de las cosas que nunca olvidaré es cuando, antes de la cena, coincidíamos en la zona del piano, cuando ya nos habíamos arreglado todos después de un día de playa para irnos a cenar. Allí siempre estaba él con su pareja vestidos de punta en blanco. Los dos iban siempre como un pincel. ¡Daba gusto verlos!

Recuerdo el verano que llegué allí con mi hija por primera vez y del resto de veranos que mi hija ha disfrutado en ese hotel con toda la familia. Hilario y Alberto eran cariñosos con mi hija y siempre tenían una palabra bonita para Alejandra. Para mí, que ellos le tuvieran ese cariño era un orgullo. Las madres somos así, los que les hacen algo bueno a nuestros hijos nos han ganado para toda la vida, pero los que les hagan algo malo, a lo mejor, nos han perdido para siempre. No esperaba la muerte de Hilario y no pensaba que él estuviera tan delicado. Sí sabía que su pareja estaba regular de salud en los últimos años. Imagino que la partida repentina de Hilario habrá supuesto el palo de su vida para su marido. Siempre he tenido el teléfono de Hilario pero nunca el de Alberto, por tanto no tengo contacto con él. Quiero que sepa que lo siento muchísimo.

Hilario López Millán
Getty Images

 

 

Dadas las circunstancias, no he creído conveniente comentarle a mi madre que Hilario ha fallecido. Sé que si mi madre fuera consciente de esta noticia ella sufriría mucho su pérdida. Antes os hablaba del Coral Beach, lugar en el que durante tantos años he sido tan feliz soltera, casada y separada. Este año he vuelto a ese lugar solo durante unas horas. Lo primero que hago es ir a recepción a saludar. Cada vez que yo llegaba a las siete de la mañana con los zapatos en la mano yo decía: “Buenas noches” y ellos me contestaban: “Buenos días, señorita Campos”.

En el Coral Beach he pasado, sin lugar a dudas, los mejores veranos de mi vida. Desgraciadamente, los años pasan para todos. Allí, hace pocos años, he perdido a mi Juan, uno de los maitres al que mi sobrina, Carmen, le llamaba Natillas. Me gusta, cada vez que voy por allí, ver a Tenorio, a Zamora, y a mi Pedro al que este año no he visto porque estaba librando. A ver si el año que viene me lo monto mejor y lo puedo ver antes de su jubilación. Nunca olvidaré las charlas taurinas que hemos
tenido los dos. Este año, tampoco he podido ver a Pepe ni a Begoña. No sé si ya no estarán trabajando allí. Como os decía antes, siempre que voy por allí me gusta pasar por recepción para darles un beso. Aunque yo ya no ocupe una de las habitaciones de ese hotel, ellos siguen ocupando un lugar importante de mi vida y de mi corazón. Me gusta ir todos los veranos a Marbella y comer con mis amigos, pero mi visita tiene un objetivo principal: ir al cementerio a ponerle rosas amarillas a mi padre como he hecho un año más.