Cuando estéis leyendo este blog, faltarán 48 horas para el estreno de ‘Sálvese quien pueda’ en Netflix. Esa aventura americana que hemos hecho ocho de los rostros de ‘Sálvame’. No diría que estoy nerviosa, pero sí estoy expectante. Nos embarcamos en algo que no habíamos hecho como tal nunca: convivir durante diez días. A pesar de que hemos tenido una convivencia diaria en un plató de televisión es muy distinto hacerlo en el día a día, sabiendo cada uno lo particulares que somos. Siempre he dicho que ese ha sido uno de los mayores atractivos del programa ‘Sálvame’.
Miami, primer destino
Iniciamos la aventura un 10 de julio a una hora muy temprana en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas. Nuestro primer destino fue Miami. Como iréis viendo, nada más llegar al aeropuerto ya sucedieron cosas. ‘Sálvame’ había acabado hacía relativamente poco tiempo y seguíamos imbuidos del espíritu de ese programa. No sabíamos nada de nada. Solo teníamos orientación relativa al vestuario para saber si teníamos que llevar ropa de tarde, de noche, de playa, etc. Eso era lo único que sabíamos. Recuerdo que cuando llegamos a Miami la temperatura era infernal, casi 35 grados y 90 por ciento de humedad. A las seis y pico de la mañana ya era un infierno estar en la calle. Los americanos, que son los reyes del aire acondicionado, no tienen término medio porque pasas de morirte de calor en la calle al Polo Norte cuando entrabas a cualquier establecimiento. Para los que hayáis amado ‘Sálvame’, creo que esto que hemos grabado os puede gustar especialmente. Diría que es ‘Sálvame’ al cien por cien. Entenderéis que hemos vivido situaciones de todo tipo: desde el ‘Sálvame’ amable... Sí, sí, no os riais porque, a pesar de todo, ‘Sálvame’ tuvo momentos amables y de diversión.
Además, en la grabación hubo momentos emotivos y guerreros, porque a eso no nos ha ganado nadie en el ‘Sálvame’ de la confrontación. Hubo, también, vehemencia y usamos nuestro lenguaje. Empezamos esta aventura heridos, porque no habíamos comprendido muchas de las cosas que nos habían pasado en las últimas semanas desde que nos comunicaron el fin de nuestro/vuestro programa. De alguna manera, esto se refleja en algunos capítulos. Quiero dejaros claro que estoy escribiendo estas líneas sin saber lo que vais a ver, porque aún no hemos tenido acceso a ningún capítulo. Tenéis que tener claro que no siempre hemos estado los ocho juntos. Por lo tanto, estoy segura de que me voy a sorprender de cosas que les han pasado a mis compañeros y ellos de lo que he hecho yo. Como habéis podido ver, las promos ya prometen. Quiero darle la enhorabuena al equipo de montaje, porque esas promos son un gran atractivo para sentarse el próximo 10 de noviembre para ver la primera parte de nuestra aventura americana.
Ocho locos maravillosos
Como en todas las familias, ha habido de todo. Los que se llevan mejor y los que se llevan peor; los que se quieren más y menos o los que son más y menos simpáticos. Tengo que confesaros que ha habido compañeros/amigos que me han sorprendido para mal y otros menos amigos y más compañeros que me han sorprendido para bien. Es curioso cómo cambia la cosa fuera de un plató de televisión y es curioso quiénes creen que deben seguir adoptando un rol que creo que es innecesario. Lo que más me importa, en este momento, es que nuestro trabajo os divierta. Es muy importante divertirse en la vida. Uno no tiene tantos momentos de diversión y de felicidad. Si estos ocho maravillosos locos, unos más y otros menos como es natural en la vida, os hacemos disfrutar será nuestra mejor recompensa a nuestro duro trabajo. Antes decía que a los amantes de ‘Sálvame’ creo que les va a gustar rememorar momentazos de uno de los mejores programas que ha existido en la historia de la televisión. A los haters de ‘Sálvame’ creo que, también, les va a encantar porque van a tener motivos para ponernos a caldo y sacarnos la piel a tiras como a ellos les gusta. Así que, ¡bienvenidos todos a nuestra primera aventura en Netflix!